domingo, 5 de octubre de 2025

Emiliano Osornio marca la diferencia y firma lo más destacado en Villaseca de la Sagra

Facebook
Twitter
WhatsApp

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ/FOTOS EMILIO MÉNDEZ

Villaseca de la Sagra celebraba una novillada en desafío ganadero en la que los novilleros Eduardo Neyra, Mario Arruza y Emiliano Osornio se midieron a los ejemplares de las ganaderías de El Barcial, El Añadío, Partido de Resina, Saltillo, Conde de la Corte y Concha y Sierra, en ese orden. Destacó el tercero de la tarde, un novillo de Partido de Resina que se lució en la faena de Osornio. Los animales fueron variados en comportamiento, presentando muchas complicaciones, ligadas a sus respectivos encastes, planteando una tarde compleja en la que el público fue áspero y ajeno al esfuerzo de los novilleros. Neyra desarrolló una primera faena de entrega y mucho esfuerzo con un toro que quería más que podía. Las opciones con el cuarto fueron nulas, el primer sobrero no tuvo un pase. Mario Arruza mostró disposición ante un novillo que pasaba y seguía la tela con celo, pero sin terminar de romper ni de humillar, sin embargo, la faena no terminó de llegar a los tendidos. Las opciones que le brindó el quinto a Arruza fueron muy reducidas, ofreciendo embestidas caóticas y desordenadas, que necesitaban un gobierno que no tuvo. Emiliano Osornio desarrolló una faena de clase y temple, entendiendo las embestidas de un tercero nada fácil y que supo llevar, encontrando la expresión por el derecho, pero al que también mostró al natural. Estuvo firme y mantuvo su sello de identidad ante un complicadísimo novillo de Concha y Sierra que no terminaba de pasar.

Neyra faena de entrega con un primero que quería más que podía

Recibió Neyra al abreplaza, un novillo suelto con el que se salió rápido a los medios para bregarlo y emcelarlo. Una vez recogida la embestida se cambió el tercio. Se alcanzó la faena de muleta y Neyra lo inició toreando, sin probaturas, fuera del tercio, empezando a media altura, esperando la embestida, buscando el acople y desplazarlo muy despacio. Siguió por el derecho pero se quedaba corto aquel toro de Barcial que metía bien la cara y se mantenía fijo en la tela, pero sin fuerza. Se movió a base de arreones y es que tampoco daba para mucho más. Consiguió llegar a los tendidos. Cambió al pitón izquierdo, pero no podía, pasaba como podía, con intenciones de irse a las tablas. Retomó las tandas por el derecho, llevándolo embebido en la tela, apurando las distancias con aquel novillo de embestidas mermadas y muy condicionadas. No estuvo muy certero con los aceros.

Arruza muestra disposición ante el segundo de la tarde

Se estiró y lució Mario Arruza con el segundo de la tarde, un novillo protestado desde los tendidos. Arruza inició la faena de muleta junto a las tablas ante un novillo que pasaba de lado pero al que fue atando en corto, ganándole terreno. Le dio tiempo y sitio para poder continuar sobre el pitón derecho, con un toque firme y delantero. Aprovechó la inercia para envolvérselo, aunque sin acople. Acortó las distancias y tiró del animal, dejándosela puesta, encontrando continuidad y cierta transmisión. Al natural encontró mayor longitud en la embestida, pasándolo en largo, aprovechando la amplitud de los vuelos para dejárselos en el hocico y llevárselo a la cadera. Culminó al natural, pero sin que la faena terminara de calar en unos tendidos algo ásperos.

Emiliano Osornio saluda una merecida ovación 

Emiliano Osorno saludó al tercero de la tarde, un novillo aplaudido con el que encontró expresión y lucimiento en el capote. En el inicio de faena lo pasó con clase, temple y despaciosidad, llevándolo a media altura, sin forzarlo. Continuó sobre el pitón derecho, tratando de citarlo en la larga distancia, para después dejársela puesta y no encontrar la ligazón deseada. Hubo una continuidad intermitente con un novillo que metió bien la cara. Cambió al natural, echándole los vuelos a la cara y atarlo en corto, llevándolo embebido en la tela. Era incierto el de Partido de Resina, no permitía errores, se le quedaba muy encima, volviéndose rápidamente y metiéndose por dentro. Recuperó el pitón derecho, con mejor son y expresión, aunque en el tira y afloja por que no le ganará los terrenos. Se adornó y le dio tiempo y sitio a un novillo al que ayudó para después volver a meter en la tela a base de poder, suavidad y despaciosidad. Poco a poco fue acortando las distancias en una faena incomprendida en los tendidos.

Neyra, sin opciones con un sobrero que no tuvo un pase

Neyra saludaba al segundo de su lote, un novillo de Saltillo protestado en su salida y que era inservible para la lidia. El presidente sacó el pañuelo verde y en su ligar salió el primero sobrero, un novillo de El Añadío, al que Neyra saludó sin poder lucirse. Inició la faena de muleta por abajo, doblándose con el, acompañando la embestida para sacarlo del tercio. Eligió el pitón derecho, cerca de los medios, pero el novillo pasaba como podía, sin humillar ni entregarse, entre miradas. Le punteaba la tela, paseándose por el engaño sin clase ni entrega. Le dio tiempo y sitio para después seguir sobre el derecho, con un público muy exigente e intransigente. El animal no tenía un pase. Era incierto y muy escaso, sin condiciones para que el mexicano pudiera desarrollar su faena. Al natural quiso mostrarlo, pero se le metía por dentro.

Arruza, sin opciones con el de Conde de la Corte

Mario Arruza saludó al quinto de la tarde y segundo de su lote, un novillo de Conde de la Corte. En cuanto salió el caballo se areancó a por el, derribando al caballo y dejando al picador con las tablas y el animal. Reinó el caos en el tercio de varas. Senalcanzó la faena de muleta y Arruza le exigió con poder y determinación por abajo, cambiando los terrenos y desarrollando el inicio en los medios. Continuó sobre el derecho, dándole sitio y tiempo a un novillo poco definido e incierto, que embestía a base de arreones, que estaba a todo y nada. Lo movió, pasó y le siguió por el derecho, echándole los vuelos a la cara para después ayudarlo en la salida. Le insistió, bajándole la mano, pero sin que hubiera orden en aquella embestida caótica y desrazada. Arruza eligió el tiempo como aliado para llevar y pasar a un toro manso que tenía su punto de transmisión, pero al que también había que aguantar y poderle. Falló con la espada.

Un tira y afloja constante con un novillo escaso al que Emiliano Osornio se impuso

Emiliano Osornio volvió a brillar con su saludo capotero, ahora al sexto, con el que marcó con un estilo propio y variado. Dejó una verónicas de pellizco y gusto exquisito. Brindó desde los medios para después comenzar su faena junto a las tablas, pasándolo por ayudados por ambos pitones, andándole y ganándole terreno hasta llevárselo a los medios. Eligió el pitón derecho, teniendo que acortar las distancias del cite para que el animal entrara, se la dejó puesta y tiró de una embestida desclasada. Cambió al natural, aprovechando la amplitud de los vuelos para pasarlo a cámara lenta, acoplándose con la embestida del de Concha y Sierra. Le dio mucho tiempo y sitio entre tandas, unos tiempos breves que dieron paso al toreo al natural. El novillo no terminaba de bajar la cara, teniendo una salida deslucida y quedándose a mitad del pase, impidiendo así la ligazón. Volvió a montar la muleta en la mano derecha, con tandas de poder en las que el novillo tenía una embestida reducida y escasa, obligando a Osornio a empujar de la embestida para terminar de pasarla.

Villaseca de la Sagra. Novillos de Barcial, El Añadío, Partido de Resina, El Saltillo, Conde de la Corte y Concha Sierra. Destacó el tercero de la tarde, un novillo de Partido de Resina que se lució en la faena de Osornio. Los animales fueron variados en comportamiento, presentando muchas complicaciones, ligadas a sus respectivos encastes, planteando una tarde compleja en la que el público fue áspero y ajeno al esfuerzo de los novilleros. Eduardo Neyra, silencio tras aviso y silencio; Mario Arruza, silencio y silencio; Emiliano Osornio, saludos y palmas.

Entradas Relacionadas

Scroll al inicio