jueves, 2 de octubre de 2025

Pedro Gómez corta la única oreja de una tarde marcada por el encierro de Saltillo en Carabaña

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MAR MUÑOZ

Carabaña albergó la décima novillada clasificatoria del IV Certamen del Sureste con novillos de Saltillo para David Sejas, Daniel Cauto y Pedro Gómez. Los animales tuvieron una buena presentación, pero prestaron un juego escaso, marcado por su mansedumbre. Tuvieron muchas teclas que tocar y, prácticamente, dejaron a la terna sin opciones. David Sejas desarrolló su faena por el pitón derecho, sin dar ni un solo natural. Ante el cuarto no tuvo opción alguna, el animal se negó a pasar por la muleta. Daniel Cauto no tuvo opciones con el segundo, como tampoco las tuvo con el cuarto, ajeno a toda demanda del novillero. Pedro Gómez desarrolló su labor con unas tandas ligadas por el pitón derecho ante el tercero. Sin embargo, empañó su labor con el acero. El sexto no le permitió expresarse, era un animal que no quería pasar. Fue su tesón lo que le valió una oreja, la única que se cortó en la tarde.

David Sejas paró a «Librado» a la verónica. Genuflexo inició su faena, probándolo y pasándolo por ambos pitones. Intentó seguir por el derecho, perdiéndole pasos, sin terminar de acoplarse con el. Continuó por ese pitón, bajándole la mano y pasándole en la franela reestructurando sin entenderse con el de Saltillo. Por el izquierdo ni lo pasó. Lo mató con aseo.

Daniel Cauto bregó con «Horquito» en su saludo capotero, después se estiró con el a la verónica. Se alcanzó la faena de muleta y obligondolo por abajo y probándolo por ambos pitones comenzó. Siguió por el pitón derecho, perdiéndole pasos e intentando ligar los pases. Cambió al natural, pero el animal era complicado, no se acoplaba con el, así que decidió retomar el pitón derecho. Logró llevarlo a base de tesón. No quiso alargar, pero falló con la espada.

Pedro Gómez pasó a «Soriano» a la verónica en su capote en su saludo capotero. Tras obligarle por abajo se puso a torear por el pitón derecho con ligazón. Le bajó y le corrió la mano con temple y gusto, dejando tantas de mucho sabor. Al natural el animal tenía peor son y de uno en uno lo fue pasando. Retomó el derecho pero el animal ya había desarrollado e incluso en un pase lo prendió feamente sin aparentes consecuencias. Se recompuso y volvió a la cara por el derecho, dejando unos pases de peso. Lo colocó en suerte y falló.

David Sejas recibió a «Chaparro» con unas verónicas que remató con unas chicuelinas. Tras el percance en banderillas en la que un subalterno fue prendidofeamente, sin aparentesconsecuencias, se alcanzó la faena de muleta, la cual intentó iniciar por el pitón derecho. Sin embargo, el animal no atendía al cite, no quería pasar, salía suelto de cada pase. Lo macheteó por abajo, lo cambió los terrenos, pero no quería pelea. Tuvo que abreviar y aún así le costó cuadrarlo. El novillo se metió en la fuente dificultando la labor, impidiendo la suerte suprema. Una vez que salió, le hundió el acero de forma defectuosa.

A Daniel Cauto le costó encelar a «Chaparro» en su capote, ya que este salió suelto. Después bregó con el en su recibo. En la faena de muleta lo pasó por ambos pitones antes de intentar seguir por el derecho, pero al animal le costaba repetir, se tragaba dos y se iba. Le cambió los terrenos pero el astado no quería pelea y había marcado la querencia. Solo le quedó machetear en la puerta de toriles, donde tuvo que entrar a matar.

Pedro Gómez recibió a «Horquito» con un ramillete de verónicas que remató con una media. Intentó sujetar al novillo por el pitón derecho para comenzar su faena, tirando de el de uno en uno y reestructurando. Cambió al natural, pero se quedaba corto, así que retomó el derecho, pero era más de lo mismo. Lo volvió a intentar por el izquierdo presentando la misma tónica, no quería pasar. Pedro insistía sin lograr que pasara. Abrevió y dejó un pinchazo hondo, pero suficiente.

Ficha del festejo:

Carabaña. Madrid. Novillos de Saltillo para David Sejas, silencio y silencio tras aviso; Daniel Cauto, silencio tras dos aviso y palmas tras aviso y Pedro Gómez, silencio tras aviso y oreja.

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