sábado, 14 de junio de 2025

Morenito de Aranda, Puerta Grande en su encerrona en Vic Fezensac

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GUARISMO DEL OCHO

El matador de toros Morenito de Aranda continúa dado forma a su historia en Francia. Lo ha hecho con una encerrona en la plaza de toros de Vic Fezensac con toros de Flor de Jara (1º, 3º y 5º) y de Arauz de Robles (2º, 4º y 6º), en la que ha logrado cortar dos orejas, una en el primero de la tarde y otra en el quinto. Los ejemplares no han posibilitado mayor rotundidad en las faenas, dificultando la labor de Morenito, siendo muy exigentes y de escasa transmisión en el engaño. Sin embargo, fueron los del hierro madrileño de Flor de Jara los que destacaran por encima del resto, mostrando bravura y buena condición, sobre el todo el primero de la tarde, que se movió y permitió la expresión del burgalés.

La entrega y esfuerzo de Morenito no se vieron compensados con el resultado, siendo una Puerta Grande sobradamente merecida. Al primero de la tarde lo recibió a portagayola, para después estirarse a la verónica. En la faena de muleta lo llevó con temple, despaciosidad y mucho gusto. Sin embargo, el toreo con el que cautivó fue al natural, llevándolo con profundidad. Mató con acierto.

Con el segundo, Morenito salió también sin dejarse nada en el tintero, mostrándolo con unas buenas chicuelinas. Sin embargo, el de Arauz de Robles marcó la faena por su falta de entrega, exigiendo en exceso al diestro que de poder a poder quiso arrancarle las embestidas. Mató al primer intento y el público reconoció su disposición sacándolo a saludar una ovación.

Ante el tercero, un toro de Flor de Jara exigente pero con emoción, Morenito volvió a sacar raza para llegar aquella embestida exigente, pudiendo lograr algunos muletazos de cierta profundidad en su toreo al natural. Sin embargo, no se lo puso nada fácil al burgalés, que derrochó entrega, verdad y mucha pureza. Sin embargo, aquella labor se vio empañada por el mal uso de los aceros.

De nuevo, salía un ejemplar de Arauz de Robles que no se entregó en ningún momento. Morenito lo saludó por verónicas para después iniciar una faena de muleta en la que a base de oficio y mucha técnica se dispuso con un toro de peligro sordo. Morenito, que no renunció a la faena, apostó por sacarle lo que pudiera a aquel complejo cuarto en el que no había opciones de triunfo. No tuvo demasiado acierto con el acero.

Salió al ruedo el quinto, un ejemplar de Flor de Jara con el que Morenito encontró el acople, metiéndolo poco a poco en una faena que sabía de premio. Derrochó verdad en aquel toreo al natural en el que, con mucho valor, logró tandas de cierto sabor y exigencia también. A pesar de que fallara con el acero y de que no encontrara acierto con el descabello, el público pidió una oreja, la cual después fue protestada. Sin embargo, la dimensión y disposición que mostró ante su adversario bien merecían el premio.

El sexto fue uno de los más complejos de la tarde, a pesar de ello, Morenito de Aranda no quiso abreviar con el de Arauz de Robles. Fue áspero desde el inicio, mirando continuamente al cuerpo, con aquel peligro sordo en el que podía sorprenderlo en cualquier momento. El diestro se puso y lo pasó una y otra vez a base de oficio tratando de construir una faena digna con lo poco que le ofrecía el sexto.

Ficha del festejo:

Vic-Fezensac. Tres cuartos largos de entrada. toros de Flor de Jara (1º, 3º y 5º) y de Arauz de Robles (2º, 4º y 6º) para Morenito de Aranda, oreja, ovación, ovación, silencio, oreja y silencio.

Foto Isabel Dupin

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