Crónica
PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ
Las Ventas acogía su segunda tarde de rejones. Pablo Hermoso de Mendoza, Lea VIcens y Guillermo Hermoso de Mendoza se midieron a los de Fermín Bohórquez. La tarde, al igual que el cielo se quedó gris, el encierro no dieron demasiadas opciones, quedándose parados. No ayudaron en las actuaciones de los rejoneadores, que tuvieron que ponerlo todo de su parte para que aquello llegara a los tendidos. Hubo transmisión, pero en el quinto y en el sexto, las dos únicas actuaciones premiadas con la oreja para Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza, respectivamente. Pablo fue el poso y la madurez, con recursos para mantener la conexión con los tendidos. Lea cautivó desde el primer momento, de hecho, en el primero de su lote hubo una importante petición que no terminó de llegar al presidente. Con el quinto salió a por todas, recibiéndolo a portagayola, dándole emoción y gustando en el coso venteño. Con Guillermo llegó la segunda oreja de la tarde, una oreja que alcanzó después de dejar un buen rejón de castigo al segundo intento, culminando así una actuación de insistencia y entrega.
Abría la tarde Pablo Hermoso de Mendoza con «Retraído», un toro remolón al que costó fijarlo en la grupa. Lo fue envolviendo poco a poco a base de paciencia en los medios, hasta dejarle el rejón de castigo. No colaboraba demasiado, solo con medias arrancadas en las que los pitones lo pusieron en un compromiso. Se le quedaba parado, con dificultades para seguir las demandas de Mendoza, que tuvo que tirar del animal en todo momento. Aprovechó las arrancadas para lucirse en banderillas en el encuentro. Sin embargo, logró correrlo de lado, encelándolo mientras bordeaba las tablas. Siguió con los palos, sin dejar de buscar la conexión con el público ante un toro de escasa emoción y movilidad. Para las cortas se lo sacó a los medios, envolviéndolo para dejarlas a toro parado. Falló con el rejón de muerte.
«Pastelero» mostró más movilidad y celo en «Cleopatra», el caballo que eligió Lea para estos primeros compases con el rejón de castigo. Llegaron las banderillas y la amazona tuvo que aflojar con el segundo de la tarde, de mostró escaso y siguiendo las cabalgaduras entre arreones. Con «Diluvio», metido en tablas lo provocó hasta sacarlo. Sin embargo, emplazado en aquellos terrenos, se fue en largo para encontrarse con «Pastelero», tratando de darle la emoción que el astado no le daba. Aquel tranco mansino y desinteresado le hizo buscar cada media arrancada para aprovechar el quiebro con los palos. Pasó a las cortas, dejándolas a toro parado.
El tercero de la tarde y primero del lote de Guillermo Hermoso de Mendoza resultó un toro parado que sorprendía y al que le costó llevar en aquellos primeros compases. Seguía el ritmo, pero no al caballo. Cambió las cabalgaduras alcanzando así el cambio de tercio con las banderillas. El animal parecía que poco a poco iba respondiendo, pero sin romper a más, sin darle chispa a la actuación del joven rejoneador. Le corrió de lado, encelándolo en la grupa, poniendo más de lo que finalmente le daba. Salió «Esencial» para lucirse con las rosas, pero el de su lote seguía sin ayudar, así que dejó las rosas a toro parado y tomó dos banderillas para dejar el par. Mató con aseo.
«Bandolero» y Pablo Hermoso de Mendoza marcaban la tarde con un inicio sostenido en el que se le movió a su alrededor, tratando de fijarlo al caballo hasta dejar el rejón de castigo. Salió «Basajaun» con el cambio de tercio. Dejó los primeros palos luciéndose con su caballo, dando aquel toque que el astado no era capaz. Lo buscó al quiebro, con variedad y entrega, atándolo en corto. Dejó algún palo en la larga distancia, pero sin arrancarle una embestida, todo al quiebro y ya estando encima. Con «Indico» continuó el tercio de banderillas, pero sin lucimiento algunos el toro cada vez se metía más en tablas, no ayudó absolutamente en nada. Lo mató con acierto.
Lea se fue a portagayola para recibir a «Numerario II» con «Cleopatra». El inicio fue explosivo y de mucha transmisión e importancia entre los aficionados. El toro la apretó mientras lo llevaba fijo y encelado en su caballo. Salió con «Aladín», dándole vueltas mientras el astado solo movía las manos, manteniendo los cuartos traseros fijos en el firme. Logró moverlo y cambiar los terrenos, pero tuvo que volver a sacarlo de tablas para después ponerse en largo y buscarlo al quiebro pero sin acierto, porque no ayudaba nada. Al final, se le acabó metiendo en tablas. Cambió de cabalgaduras y con «Bético» trató de volver a sacarlo a los medios, donde le arrancó una continuidad intermitente con la que la siguió. No se lo puso fácil y la amazona tuvo que buscar las teclas para dejar los palos. Se lo tuvo que inventar. Con «Fermín» dejó las rosas, siendo ella quien hiciera todo. A toro parado y en los medios dejó el rejón de muerte con acierto.
Guillermo Hermoso de Mendoza a lomos de «Martincho» saludaba a «Quintero» con intermitencia, ya que salió suelto y se desligaba. Dejó el rejón de castigo entre ovaciones por su gran ejecución. Con el tercio de banderillas, lo buscó al quiebro, cautivando en los tendidos. Hizo un nuevo cambio en las cabalgaduras y salió «Ilusión», con el que envolvió al animal, ciñéndoselo en las distancias cortas . Cuando se arrancaba lo hacía directo a los cuartos traseros del caballo. Culminaba las banderillas con «Esencial» con el que dejó las rosas entre llamadas de atención al tendido para que no perdieran detalle. Volvió a tomar dos banderillas, para dejar el par, algo que ya había hecho con el primero de su lote.
Madrid. Toros de Fermín Bohórquez para Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y palmas ; Lea Vicens, ovación y oreja; Guillermo Hermoso de Mendoza, palmas y oreja.