sábado, 4 de octubre de 2025

Las caricias de David de Miranda y la contundente alternativa de Juan Herrero hacen vibrar a Las Rozas

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PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ/FOTOS EMILIO MÉNDEZ

Las Rozas ha celebrado la primera corrida de toros de su Feria de San Miguel, en la que los diestros Sebastián Castella, que sustituía a Manzanares, David de Miranda y Juan Herrero, que tomaba la alternativa, se midieron a los ejemplares de la ganadería de García Jiménez. Los animales mostraron buenas condiciones en la tela, embistiendo con nobleza, aunque también con clase y celo, dando emoción a las faenas. Sebastián Castella desarrolló una importante labor, de mucho calado entre los aficionados, aprovechando las buenas condiciones del segundo, un toro con celo y condicia que le permitió la expresión al francés. Llegó con fuerza a los tendidos ante el cuarto, un toro justo de fuerza al que dosificó y supo llevar, ya que el animal tenía clase y entrega. David de Miranda hizo fácil lo difícil, pasándose con despaciosidad y mucho gusto al tercero, un toro que le respondió y se movió, aunque con ciertos parones a mitad de viaje. No toreó, acarició al quinto, desarrollando una gran faena sobre el pitón izquierdo, llevándolo en largo, abandonándose con el a base de profundidad y mucha suavidad. Juan Herrero desarrolló una faena llevada y variada en la que mostró por ambos pitones al toro de su alternativa, buscándole las opciones y emocionando en el inicio. Derrochó firmeza y seguridad ante el sexto, un toro complejo de llevar y con teclas, pero que entró en el engaño

Juan Herrero corta una oreja tras pinchar su faena en el toro de su alternativa

Salió el primero de la tarde, con el que se estiró Juan Herrero a la verónica. Desarrolló un lucido quite desde los medios, echándose el capote a la espalda. Se cambió el tercio y llegó la ceremonia de alternativa de Juan Herrero a manos de Sebastián Castella y David de Miranda como padrino y testigo, respectivamente. Comenzó su faena de muleta después de brindar, haciéndolo de rodillas, pasándolo por ambos pitones y con algún que otro cambiado por la espalda que emocionaron al tendido. Siguió sobre el derecho, buscando el acople, pero decidió darle tiempo y sitio para después mostrarlo al natural, citándolo en la larga distancia para adelantarle el engaño y deslizarlo en el trazo. El animal seguía el engaño en el uno a uno, parándose. El joven decidió acortar las distancias, tocarlo en la cara y sobre el pitón derecho llevarlo a media altura, sin excederse en sus demandas, pero llevándolo metido a base de insistencia. Lo aguantó y tragó, ya que se quedaba a medio viaje el noblón primero. Culminó por bernadinas muy ajustadas, pero pinchó su faena.

Castella, faena de gusto y acople con un gran segundo

Se estiró con gusto Sebastián Castella ante el segundo de la tarde y primero de su lote, a pesar de que se le venció por dentro e incluso lo desarmó. Se completó la ceremonia de confirmación y comenzó con un tanteo a media altura por ambos pitones, esperándolo para después doblarse con el, pasándolo con ritmo.  Se decidió por el pitón derecho, tocándolo y llevándolo, dejándoselo puesto para tirar de su embestida. El animal seguía con celo y codicia la muleta, permitiendo al francés ligar los muletazos, encajándose con el. También supo dosificar, midiendo bien los tiempos y las tandas. Cambió al toreo al natural, tocando y deslizando, pasándolo con suavidad en una tanda de calado y emoción. Después de mostrarlo sobre el izquierdo, recuperó el derecho para envolvérselo y exprimir las buenas condiciones que el animal le brindaba. No faltó el toreo en las distancias cortas, metiéndose entre pitones. Logró la estocada al segundo intento, aunque el animal tardó en doblar.

David de Miranda corta una oreja de peso tras una buena faena en la que exprimió al tercero

David de Miranda se asentó en su saludo capotero al tercero de la tarde, llevándolo con gusto a base de verónicas. También se lució en el quite, ciñéndoselo, apurando mucho las distancias. Brindó al respetable desde los medios e inició la faena de muleta de rodillas, envolviéndoselo. Se levantó, le dio tiempo y sitio y continuó sobre el derecho, después de tirar del animal y cambiarle los terrenos. Primero lo llevó a media altura, para que poco a poco después se fuera encajando con el, llevándolo muy despacio. Pasó atrás y la muleta puesta para tirar de la embestida, saboreando cada muletazo. En el toreo al natural, le adelantó los vuelos, echándoselos a la cara, llevándolo cosido, con armonía y pulcritud. Hubo pausas en las tandas, pero el diestro las aguantó para seguir llevándolo sin que aquello descompusiera su labor. Retomó el pitón derecho, teniendo que tocarle cada vez con mayor insistencia, pero haciéndolo pasar para volver a exprimirlo en una nueva serie. También lo quiso mostrar en las distancias cortas, apurándose para cautivar y culminar su labor por bernadinas. Mató con acierto.

Castella desluce su labor con el acero en una meritoria faena en la que exprimió al cuarto

Sebastián Castella saludó genuflexo al segundo de su lote y cuarto de la tarde, para después levantarse y seguir estirándose con el mientras le ganaba terreno. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes de comenzar se fue a los medios para brindar al público. Lo esperó a pies juntos, pasándolo por ambos pitones, dosificando y llevándolo con suavidad. El animal perdía las manos con facilidad y Castella lo llevó a media altura, buscándole las teclas para poder pasarlo. Continuó sobre el derecho, en un ligero amago de abandonarse con el, llevando aquella embestida embebida. Sin embargo, su oponente quería más que podía y si no se excedía con el, lograba tandas profundas y ligadas llenas de emoción. Dosificó mucho su embestida, cuidándola, dándole tiempo entre las series para que después volviera a llevarlo al natural, bajándole la mano, aunque también aguantando algún que otro parón. Lo llevó detrás del engaño, logrando llegar con fuerza a los tendidos. Lo exprimió, pero deslució con el acero.

David de Miranda corta las dos orejas al quinto

Salió el quinto, al que David de Miranda llevó con suavidad y despaciosidad en su saludo capotero. Comenzó su labor de muleta doblándose con el, ganándole terreno, sacándolo del tercio. Dosificó en su inicio para después continuar sobre el derecho, adelantándole la mano y tocarlo con suavidad, pero también con firmeza. Cambió al natural, alargando el trazo, parando, reestructurando y también ligando con cierto ritmo. David de Miranda acariciaba en cada muletazo, pasándolo con suavidad y armonía, sin permitir que le tocara la franela. El diestro decidió continuar al natural, uno a uno, ordenando las embestidas, luciendo las series. Se asentó y dejando la pierna atrás se lo envolvió. Hubo armonía sobre ambos pitones, aunque la desarrolló, mayoritariamente, por el izquierdo. Por el derecho acortó las distancias y aprovechó la condición de su oponente, aunque sin ser tan lucido, con salidas más broncas. Se confió y lo volteó bruscamente sin aparentes consecuencias, por lo que volvió a la cara del animal y remató con una buena y efectiva estocada.

Juan Herrero corta las dos orejas al sexto

Juan Herrero saludó al sexto a pies juntos, sin rectificar ni moverse. Después se estiró por verónicas bien realizadas hasta rematar su saludo. Brindó desde los medios y de nuevo a pies juntos inició su faena en aquellos terrenos con un cambiado por la espalda. Siguió sibre el pitón derecho, pasándolo en largo y a media altura, dándole cierto ritmo a aquellas primeras tandas. Cambió al torero al natural, encontrando un animal más incierto, teniendo que tocarle en la cara para meterlo. Sin embargo, no tardó en recuperar las series con la mano derecha, siendo más franco. A pesar de ello, alternó pitones ante un animal algo más parado e incierto con el que se mantivo firme y muy seguro. Logró sujetarlo en la tela, dando ritmo y continuidad a una faena de teclas y muy compleja de llevar. Culminó con todo un estoconazo.

Ficha del festejo:

Las Rozas. Toros de Hermanos García Jiménez. Los animales mostraron buenas condiciones en la tela, embistiendo con nobleza, aunque también con clase y celo, dando emoción a las faenas. Sebastián Castella, saludos y oreja; David de Miranda, oreja y dos orejas; Juan Herrero, oreja y dos orejas.

Incidencias:

Al finalizar el festejo, solo salió a hombre Juan Herrera, ya que David de Miranda tuvo que ser atendido y traslado a la FREMAP de Majadahonda tras el percance sufrido.

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