sábado, 25 de octubre de 2025

José Fernando Molina, lo más destacado en la festividad de La Paloma en Madrid

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MAR MUÑOZ

La Plaza de Toros de Las Ventas ha celebrado una corrida de toros con motivo de la festividad de la Virgen de la Paloma, en la que Lama de Góngora, que confirmaba alternativa, Rafa Serna y José Fernando Molina se midieron a los ejemplares de la ganadería de Toros de El Torero. Los animales no pusieron las cosas fáciles a la terna, con muchas teclas que tocar. Lama de Góngora tras confirmar su alternativa metió en su muleta al primero, con el que se enroscó por el pitón derecho y dejó pases largos y con poso sobre el izquierdo. El cuarto no le permitió expresarse. Rafa Serna no terminó de acoplarse con el segundo, no se lo puso fácil el complicado quinto, con el que tiró de valor y vergüenza torera. José Fernando Molina aunque puso todo de su parte no tuvo opciones de lucimiento con el encastado y venido a menos tercero. Ante el sexto aprovechó las contadas embestidas que tenía el animal para despertar al tendido, pero tras una buena estocada el animal tardó en doblar y el descabello deslució su meritoria faena.

A Lama de Góngora le costó encelar a «Gustoso» en su capote, pasaba sin mostrar interés, por lo que no pudo lucirse con el. Rafa Serna usó su turno de quite para dejar unas ajustadas chicuelinas. Se realizó la ceremonia de confirmación tras la cual hizo un brindis particular. Bajo el tendido del siete, genuflexo, lo fue probando y sacando para seguir por el pitón derecho, con la muleta puesta. Lo llevó tapado, tirando de el para lograr los pases. Dejó la pierna atrás y se enroscó con el entre el reconocimiento del público. Le dio tiempo y volvió al toque y pierna atrás, ligando los pases a la altura que le demandaba el astado. Al natural le giró la muñeca, dando amplitud al pase, dejando naturales con cierto sabor. Se cruzó con el y siguió tirando en el uno a uno por ese pitón, siempre con arte. Retomó el derecho y a media altura se enroscó con el en una última tanda. Hizo su epílogo ante un toro ya muy venido a menos, pero pinchó y mató después de una certera estocada.

Rafa Serna se fue a la puerta de toriles para recibir a «Txangurro», después se estiró a la verónica con el. Molina le realizó un lucido quite. Se realizó la ceremonia de devolución de los trastos de la confirmación y rodilla en tierra lo pasó por ambos pitones en el tercio. Siguió pasándole por ambos pitones, con torería. Le dio tiempo y sitio para después citarlo en la larga distancia y aprovechar la inercia para ligar los pases en los medios. Sin embargo, Serna no terminaba de acoplarse con el, así que cambió al natural para llevarlo de uno en uno. El animal le punteaba la tela, descomponiendo su embestida y desluciendo el trazo. Montó la muleta pero topaba con la pañosa descomponiendo constantemente y obligando al diestro a recomponer la faena. El animal se había venido a menos, por lo que no quiso alargar y a la tercera logró matarlo.

José Fernando Molina recibió a «Espigador» con unos lances de recibo sin terminar de poder estirarse con el. Tras un brindis particular, genuflexo lo fue sacando, para después torearlo en los medios con ritmo. Siguió al natural en aquellos terrenos hasta que se le partió el estaquillador. Al animal le costaba seguir las demandas de Molina, pero este insistía poniendo lo que al astado le faltaba. Le bajó la mano por el pitón derecho y tiró de el en redondo con tandas cortas. El animal cada vez quería menos pelea, tragándose los pases de dos en dos. Retomó el izquierdo, robándole los naturales de uno en uno y aguantándole mucho. Se adornó con unos trincherezos y fue a por la espada. A la segunda logró la estocada.

Lama de Góngora aguantó para recibir a «Simpático» a portagayola, ya que salió disperso. Lo pasó de rodillas en una larga cambiada y después siguió a la verónica con su saludo. A pies juntos, en el tercio, lo pasó en su muleta para seguir genuflexo. Eligió el pitón derecho, intentando meter a su adversario en la faena. El animal estaba disperso, pero a base de empeño en los medios logró robarle una tanda completa, reconocida en el tendido. Con un pase de las flores quiso seguir con su lidia, pero el animal le desarmó, partiéndose el estaquillador. Volvió a la cara, pero el animal simplemente pasaba, tocaba la tela y se descomponía, por lo que la faena no logró tomar ritmo. Sobre el izquierdo, dejó algunos naturales que dieron paso a una estocada defectuosa pero efectiva.

Rafa Serna recibió a portagayola a «Chavalito», que salió incierto. Genuflexo fue probando por ambos pitones a un animal bronco. Por el derecho intentó ir metiéndolo en su muleta, ganándole terreno poco a poco para sacarlo a los medios, logrando ligar una tanda. El animal se defendía y decidió cambiar al pitón izquierdo, por donde pasaba a media altura. Le dio tiempo a un toro que soltaba la cara y medía, teniendo que llevarlo muy tapado y tirando con voz y toque fitmes. Cantó y se fue a tablas, por lo que allí le dio los últimos pases para después fallar con el acero.

José Fernando Molina pasó a pies juntos a «Glotón» en su capote para después estirarse a la verónica con el entre los «olé» del respetable. Tras brindar al público, con un pase cambiado por la espalda en rodillas, hizo un explosivo comienzo que despertó al público venteño. Siguió en los medios, llevándole con temple al natural. Montó la muleta y en redondo bailó con «Glotón». Le dió tiempo y al natural, dándole el pecho le pasó de uno en uno, con mucho sabor. Retomó el derecho, encontrando la ligazón y el ritmo hasta que lo desarmó. Aún así se recompuso y volvió a la cara ante un animal que ya se había rajado. Aguantando quiso poner el lucimiento que ya no había, arriesgando. Lo mató con el alma pero el animal tardó en doblar y tuvo que usar el descabello.

Ficha del festejo:

Las Ventas. Toros de El Torero para Lama de Góngora, ovación tras aviso y silencio; Rafa Serna, silencio y palmas; José Fernando Molina, silencio y silencio tras aviso.

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