GUARISMO DEL OCHO
El majestuoso Alcázar de Jerez se ha convertido este viernes en epicentro de la tauromaquia mundial con la inauguración de la VI Bienal Internacional de Tauromaquia, un encuentro que por primera vez abandona la ciudad de Ronda para abrir una nueva etapa en tierras jerezanas. La cita, que se extenderá durante varios días, reúne a expertos, artistas, ganaderos y aficionados en un espacio concebido para el debate, la cultura y la defensa del patrimonio taurino.
La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, fue la encargada de inaugurar oficialmente esta edición, acompañada por el secretario general de Interior de la Junta de Andalucía, David Gil; el presidente de Tauromundo, Martín Vivas; el presidente de la Fundación Cultura Taurina, Rafael Valenzuela; y el director de la Bienal, Gabriel Fernández.
En su intervención, García-Pelayo destacó la trascendencia histórica que supone para Jerez acoger este evento internacional, subrayando que la ciudad “vuelve a situarse como un referente cultural y como punto de encuentro para el pensamiento, la creación y el debate en torno al mundo del toro”. La alcaldesa agradeció la confianza de Tauromundo por apostar por Jerez para esta edición, y puso de relieve “la capacidad de la ciudad para acoger acontecimientos de primer nivel, donde se conjugan tradición, arte y compromiso con nuestras raíces”.
Asimismo, la regidora jerezana ensalzó el papel de la Fundación Cultura Taurina, impulsora de que la Bienal recale en Jerez, y destacó el trabajo conjunto que se viene desarrollando con el Ayuntamiento para recuperar el legado taurino de la ciudad, con iniciativas tan significativas como la reapertura de la Escuela Municipal de Tauromaquia. “La tauromaquia forma parte de la identidad de Jerez, y esta Bienal nos invita a mirarla no solo desde el arte, sino también desde la cultura y la reflexión”, subrayó.David Gil, secretario general de Interior de la Junta de Andalucía, reafirma el apoyo del Gobierno andaluz a la tauromaquia. Durante su intervención, destacó que “el Gobierno andaluz presume de ser taurino, y no sólo lo es, sino que lo demuestra con hechos: con un nuevo reglamento consensuado por todos, con el apoyo a las escuelas taurinas, con las retransmisiones exitosas de Canal Sur, con las ayudas al sector y con el reconocimiento a nuestra cultura. Un apoyo sin fisuras y de forma contúndete como nuestra presencia en esta maravillosa bienal de Jerez”.
“Esta Bienal no solo celebra el arte del toreo, sino también la capacidad de Jerez para acoger el pensamiento, la emoción y la creación que giran en torno a nuestra identidad más profunda” coincidieron los máximos responsables Vivas, Rey y Valenzuela. La juventud y el arte, protagonistas del arranqueLa jornada inaugural estuvo marcada por una fuerte presencia de la juventud, uno de los ejes temáticos de esta edición. Los organizadores quisieron poner en valor la participación activa de las nuevas generaciones en la continuidad del arte taurino, tanto desde el aprendizaje como desde la creación artística y la investigación cultural.
El acto comenzó con la inauguración de una exposición pictórica del artista Luis Gonzalo, integrada por obras procedentes de la Colección del Centro Cultural Artístico y Científico que lleva su nombre. La muestra ofrece un recorrido visual que une la tauromaquia con la pintura contemporánea, revelando la inspiración que el toro y el toreo han ejercido en las artes plásticas. Este diálogo entre lienzo y albero sirvió como antesala simbólica de una jornada donde el arte, la tradición y el pensamiento compartieron protagonismo.
Conferencia inaugural: el arte milenario del toreo a caballoEl rejoneador colombiano Luis Guillermo Echeverri Vélez inauguró el ciclo de conferencias con una ponencia titulada “El milenario arte del toreo a caballo”, una reflexión profunda sobre la evolución histórica y estética de esta disciplina.Echeverri trazó un recorrido desde las raíces ecuestres del toreo hasta su consolidación como arte en sí mismo, subrayando la estrecha relación entre el jinete, el caballo y el toro, una triada que encarna “la armonía entre la bravura y la doma, entre la naturaleza y el arte humano”.
El rejoneador reivindicó el papel del caballo como artista silencioso, y defendió la necesidad de preservar esta modalidad “como una manifestación cultural que une destreza, sensibilidad y respeto por el animal”.Sus palabras fueron recibidas con calurosos aplausos por un auditorio que reconoció tanto la profundidad de su discurso como su defensa apasionada del toreo ecuestre, disciplina con hondas raíces en la tierra jerezana.Mesa de debate: Domecq y Bohórquez, dinastías jerezanas para la gloria de la tauromaquiaTras la conferencia inaugural, se celebró una de las citas más esperadas del programa: la mesa de debate titulada “Domecq y Bohórquez, dos dinastías jerezanas para gloria de la tauromaquia”, un encuentro que reunió a destacados representantes de ambas sagas ganaderas.
El diálogo se convirtió en una lección de historia viva sobre la aportación de Jerez al mundo del toro. Los ponentes compartieron experiencias, anécdotas y reflexiones en torno a la crianza del toro bravo, la evolución de la lidia y la transformación de las ganaderías jerezanas a lo largo de las décadas.Se puso de relieve el legado de las familias Domecq y Bohórquez, cuya influencia ha sido determinante tanto en la selección genética del toro de lidia como en el desarrollo del rejoneo moderno. La conversación derivó también hacia los retos actuales del sector ganadero, la sostenibilidad de las explotaciones y la importancia de mantener viva la ética del campo bravo como patrimonio cultural y medioambiental.
El público, compuesto por profesionales del sector, aficionados, académicos y estudiantes, valoró especialmente el tono abierto y constructivo del debate, que sirvió para tender puentes entre tradición y modernidad, pasado y futuro.Una Bienal para el diálogo y la culturaLa VI Bienal Internacional de Tauromaquia continúa su desarrollo durante todo el fin de semana con un extenso programa de conferencias, mesas redondas, exposiciones y reconocimientos a los triunfadores de la temporada taurina y a figuras de trayectoria consolidada.Con esta edición, Jerez reafirma su vocación como ciudad de cultura, arte y raíces, proyectándose como un espacio de encuentro donde el pensamiento taurino dialoga con la contemporaneidad, la juventud y las artes
