MAR MUÑOZ
Tielmes albergó la tercera novillada clasificatoria del IV Certamen del Sureste, en la que Curro Muñoz, César de Juste y Jaime Torija se midieron a los erales de la ganadería de Ana Romero. Los animales mostraron un comportamiento variado, siendo el tercero de la tarde el más destacado, un eral premiado con la vuelta al ruedo. Curro Muñoz se abandonó con el primero de la tarde, dejando pases con poso por ambos pitones, culminando con una estocada efectiva que le permitió cortar una oreja. Con el cuarto puso mucha voluntad, pero no terminó de acoplarse con el. A César de Juste no le brindó muchas opciones de lucimiento el segundo, con el que tuvo su particular tira y afloja. Tampoco pudo expresarse con el quinto, que se rajó dejando al novillero con pocas opciones. Jaime Torija derrochó arte y torería cuajando por ambos pitones al buen tercero, un novillo de vuelta al ruedo al que le cortó las dos orejas. Con el sexto mostró mando, un animal rajado al que con tesón le robó una tanda por el piton derecho.
Curro Muñoz recibió con unos lances a la verónica a «Cunero». Tras brindar al respetable lo pasó por ambos pitones, probándolo y sacándolo para ganarle terreno. Por el pitón derecho quiso seguir con su faena, así que con la muleta planchá lo fue pasando a base de torería. El novillo seguía el engaño, aunque era algo andarin y había que templarlo. Se abandonó y lo llevó con temple. Cambió al natural y de uno en uno, con poso y recursos de su tauromaquia buscó como lucirse con el. Le dio tiempo y el pecho para seguir tirando de el por ese pitón. Retomó el pitón derecho dejando una tanda atropellada, por lo que no dudó en volver al izquierdo, por el que se encontraba más cómodo. Con unas bernadinas muy ajustadas quiso hacer su epílogo hasta que lo prendió sin aparentes consecuencias. Se recompuso y lo mató.
César de Juste paró con una larga cambiada de rodillas a «Malvo», siendo prendido feamente y golpeado contra las tablas, aunque sin aparentes consecuencias. Brindó al respetable y lo pasó por ambos pitones para seguir por el derecho, teniendo que atacarlo en el hocico para que entrara en el engaño. Su adversario se quedaba corto, así que de uno en uno lo fue pasando en su muleta. Tomó el engaño con la izquierda, perdiéndole pasos para intentar aprovechar la inercia de un animal cada vez más parado. Punteaba la tela desluciendo hasta que lo desarmó, pero se recompuso y volvió al derecho de un animal que había que llevar muy tapado para que siguiera la pañosa. No había lucimiento. Con ayudados por alto hizo su epílogo para después dejar una estocada tendida que le obligó a descabellar.
Jaime Torija bregó a » Caracolo» intentando estirarse con el. Curro realizó su quite y en su desarrollo lo prendió y golpeó contra las tablas sin aparentes consecuencias. Torija protagonizó el tercio de banderillas. A pies juntos lo pasó para iniciar su faena, siguiendo genuflexo y después elegir el pitón derecho, dejando una tanda reconocida en el tendido. Muleta puesta y pierna atrás para enroscarse con el y ligar los pases. Siguió por ese pitón con torería, pero no tardó en cambiar al natural para torearlo en redondo, con armonía y temple. Le dio tiempo al novillo y dándole el pecho tiró de el por ese pitón. El animal era noble y atendía a las demandas del novillero, así que le permitió el acople y la expresión. Montó la muleta y con un molinete retomó su faena por el derecho con una serie variada y aplaudida en el tendido. Sin la ayuda se echó la muleta a la espalda y se pasó muy cerca al novillo para cerrar su actuación. Dejó una estocada entera, defectuosa pero efectiva.
A Curro Muñoz se lo llevó por delante «Ruleto» al intentar una larga cambiada, pero después intentó estirarse con el. Genuflexo lo pasó por ambos pitones para comenzar su faena sobre el pitón derecho, con una tanda que caló en el tendido. El novillo pasaba a media altura y así lo fue llevando al natural, de uno en uno, intentando ligar los pases. Retomó el derecho, pero le punteaba la tela y descomponía la embestida afeando así el trazo. De rodillas intentó un molinete y se lo llevó por delante, aunque sin aparentes consecuencias. Se recompuso y cerró con dos manoletinas, lo cuadró y dejó un pinchazo hondo.
César de Juste paró con unos lances de recibo a «Maravilloso». Torija uso su turno de quite para dejar unas gaoneras que cerró con una media. Genuflexo quiso comenzar su faena, para después seguir por el pitón derecho de un animal que perdía las manos y se dispersaba con facilidad. Tomó el engaño con la mano izquierda, pero el animal se fue a tablas y allí tuvo que intentar seguir con su faena, tratando de llevarlo muy tapadito. Lo pasó en los terrenos que su oponente le había marcado, así que le robó unos pases muy meritorios. El primero se lo tragaba, pero el siguiente se iba a tablas teniendo que rehacer constantemente su faena. Dejó una estocada entera, algo contraria, que le obligó a usar el verduguillo.
A Jaime Torija le costó encelar en su capote a «Carabinero», pero después se estiró con el. Un banderillero sufrió un percance sin aparentes consecuencias durante el tercio de palos. Brindó al respetable y tras probarlo quiso comenzar por el pitón derecho, el primero se lo tragó el segundo se fue a tablas. Torija siguió buscando las vueltas al sexto tratando de tocar las teclas del lucimiento. Cambió al natural y mostró una embestida descompuesta sin demasiadasopciones. Allí en los terrenos que el animal marcó intentó seguir con su labor. No había lucimiento era un tira y afloja. Muy tapado, lejos de la querencia logró una meritoria tanda, allí quiso probar por el pitón izquierdo, aguantando, pero por ese lado no tenía un pase. A la segunda dejó una estocada defectuosa que le obligó a descabellar.
Tielmes. Madrid. Novillos de Ana Romero para Curro Muñoz, oreja y ovación; César de Juste, silencio y silencio; Jaime Torija dos orejas y silencio tras aviso.
