domingo, 5 de octubre de 2025

Iván Rejas y Ruiz de Velasco cortan una oreja en la cuarta clasificatoria del Sureste en Tielmes

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MAR MUÑOZ

Tielmes albergó la cuarta clasificatoria del Certamen del Sureste con novillos de Ana Romero. Los animales mostraron movilidad, con teclas que tocar, con poca fuerza y muchas carencias que dificultaron el lucimiento a los novilleros. El cartel lo componían Iván Rejas, El Gali y Ruiz de Velasco. Rejas tuvo opciones con su primero, al que cortó una oreja; con su segundo el mal uso con los aceros le robó el triunfo. El Gali no terminó de acoplarse con el segundo de la tarde con el que dio la vuelta al ruedo, pues nada pudo hacer con el quinto. Ruiz de Velasco, con torería, lidió al tercero, al que cortó una oreja, ya que con un sexto mermado de los cuartos traseros no tuvo opciones.

Iván Rejas recibió a «Marquesado» con un lucido recibo capotero. Protagonizó el tercio de banderillas con pares reunidos y lucidos. Hizo su brindis particular tras pedir permiso y comenzó su faena probando por ambos pitones al animal, que mostraba movilidad y obediencia. Le llevó largo y en redondo por el pitón derecho. Al natural, había que perderle pasos y recomponer, pues se quedaba más corto, por lo que retomó el derecho por donde las tandas resultaban más lucidas. De uno en uno volvió al pitón izquierdo con un novillo venido a menos. Hizo su epílogo y fue a por la espada. Se cuadró y clavó en dos tiempos a la primera de forma efectiva.

El Gali bregó a la verónica a «Carteado». Comenzó su faena obligándole y probándolo genuflexo por ambos pitones. Siguió por el derecho, pero no limpiaba los muletazos, le punteaba la tela, y el animal salía desentendido, por lo que le costaba tenerle metido en la franela. Al natural pudo ligar algunos muletazos, pero al tercero se aburría y había que tirar de él uno en uno. Retomó el derecho y con la muleta puesta logró una tanda con el pegajoso segundo. Ya venido a menos le robó los últimos naturales y fue a por la espada. Cerró con ayudados por alto y mató recibiendo. Aunque tuvo que descabellar porque tardó en caer.

Ruiz de Velasco se estiró en un lucido saludo con «Carabinero». Le fue sacando a los medios probándolo genuflexo por ambos pitones. El animal tenía movilidad y atendía a las demandas del novillero. A media altura siguió por el derecho dejando bonitos muletazos. Al natural lo llevó largo hasta que lo desarmó y volvió a la cara para seguir por ese pitón pero se quedaba cada vez más corto. Retomó el derecho y con torería le fue robando los muletazos. Toque, giro de cintura y muñeca acompasados lograron una tanda que llegó al tendido. Sin alargar, tomó la espada, hizo su epílogo, lo cuadró y hundió el estoque, siendo prendido sin aparentes consecuencias.

Iván Rejas se estiró a la verónica con «Clarín». Volvió a protagonizar el tercio de banderillas con lucimiento y reunión. Comenzó su faena probándolo para seguir por el pitón derecho enroscándose con el a pesar de la embestida renqueante del animal. Le costabá acudir al cite. Cambió al natural y le fue alargando el pase dejando alguno que otro bastante profundo. Retomó el pitón derecho ya de uno en uno, pudiendo le robarle los muletazos. Ya había visto las tablas y le costaba encelarlo en la franela. Le cambió los terrenos pero miraba y pasaba. Iván intentaba poner el lucimiento que al astado le faltaba. Fue a por el estoque, se perfiló y pinchó, volvió a perfilarse y dejó un pinchazo hondo que le obligó a descabellar.

El Gali bregó con «Marquito» sin terminar de estirarse con el. Brindó al respetable y genuflexo lo pasó por ambos pitones, para después seguirle por el derecho, sin lucimiento. Cambió al natural logrando unos naturales largos y acompasados girando la muñeca para dar amplitud al pase. Le dio tiempo y sitio para recuperar el pitón izquierdo, pero al animal cada vez le costaba más encelarse en la muleta, le robó otra tanda. Ya había visto las tablas. Desarrolló su faena sobre ese pitón,  buscando el lucimiento inexistente. Pasaba y sacaba la cara alta. Montó la muleta y bailó al compás de la música para adornar la faena, tuvo que retomar el pitón izquierdo ante lo ingobernable del pitó derecho. Fue a por la espada , lo colocó en suerte y pinchó varías veces hasta lograr la estocada.

Ruiz de Velasco paró con lucimiento a «Tercero» en su capote. Lo probó y por el izquierdo se puso a torear. Con naturales de sabor aunque sin ligazón continuó su faena, pero al animal no le sobraban las fuerzas. Le fue pasando de uno en uno mientras el público pedía que lo matara. Ruiz de Velasco insistió llevándolo a media altura con cierto compás con el uno a uno. Terminó pasándolo rodilla en tierra para adornarse e ir a por la espada. Intentó robar los últimos por el derecho, el animal estaba desentendido de la faena. Lo colocó en suerte y lo mató con aseo.

Tielmes. Novillos de Ana Romero para Iván Rejas, oreja y silencio; El Gali, vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras dos avisos; Ruiz de Velasco, oreja tras aviso y vuelta al ruedo.

 

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