GUARISMO DEL OCHO
El Club Cocherito de Bilbao ha celebrado el Día Internacional de la Tauromaquia con la lectura de un manifiesto en defensa de la fiesta de los toros, como expresión artística y cultural que debe ser protegida y promovida por los poderes públicos, tal y como se establece en el ordenamiento jurídico. El acto tuvo lugar en la tarde de ayer con la asistencia de socios y socias del Club.
El manifiesto señala que la Junta Directiva del Club Cocherito de Bilbao expresa su total desacuerdo con la medida comunicada por el Ministro de Cultura del Gobierno de España de no convocar el Premio Nacional de Tauromaquia en su edición correspondiente al año 2024, por considerarla claramente arbitraria y, como tal, contraria a derecho y discriminatoria, pudiendo constituir un delito de prevaricación que no debería quedar impune.
MANIFIESTO:
La arbitrariedad del Ministro de Cultura
Ante la noticia dada por el Ministro de Cultura del Gobierno de España, de no convocar el Premio Nacional de Tauromaquia en su edición correspondiente al año 2024, la Junta Directiva del Club Cocherito de Bilbao quiere manifestar su total desacuerdo con dicha decisión por considerarla claramente arbitraria, y como tal contraria a derecho y discriminatoria, pudiendo constituir un delito de prevaricación que no debería quedar impune.
Mediante la Ley 18/2013, de 12 de noviembre, se procedió a la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural, estableciendo que “la tauromaquia forma parte del patrimonio cultural digno de protección” y que, como tal, los poderes públicos garantizarán su conservación y promoverán su enriquecimiento. Dos años antes, y rubricada por la entonces Ministra de Cultura Gonzalez-Sinde, se modificó la Orden de 22 de junio de 1995, por la que se venían regulando los Premios Nacionales de Cultura, añadiendo entre ellos el de “Tauromaquia”. Se incorporaba así esta manifestación a otras categorías como las de Artes Plásticas, Fotografía, Moda, Restauración de Bienes Culturales, Literatura, Traducción, Cómic, Creatividad en el Juguete, Teatro, Música, Danza, Televisión, Cinematografía y Circo, que ya disponían de premios nacionales, cuyo otorgamiento se convocaba anualmente y se fallaban por jurados designados entre personas de reconocido prestigio en cada uno de los ámbitos.
La citada Orden del año 1995 establece en su artículo primero que “con el carácter de premios nacionales se convocarán anualmente”; no se trata de algo discrecional que se deja a criterio del Ministerio convocarlos o no, sino de una potestad reglada de obligada ejecución. Por consiguiente, no actuar conforme a las disposiciones normativas vigentes constituye un supuesto de arbitrariedad, lo que afecta a la validez de la decisión y justifica se recurso ante la jurisdicción contencioso administrativa para que la anule. Por su parte, el Código Penal tipifica como delito de prevaricación el dictar una resolución arbitraria en asunto administrativo a sabiendas de su injusticia, castigando a la autoridad responsable con inhabilitación para cargo
público de nueva a quince años.
La decisión anunciada además carece de motivación veraz y es claramente discriminatoria para los aficionados a los toros. Los premios y reconocimientos oficiales son medidas de fomento
por parte de las Administraciones, al margen de los gustos y aficiones particulares de Ministros, Directores y demás autoridades, que se deben limitar a su convocatoria y a dictar las resoluciones de refrendo de las decisiones adoptadas por los jurados.
Alega el responsable de Cultura que no es sólo una convicción personal propia, sino que cree que es un sentir mayoritario de la ciudadanía. Los aficionados taurinos ya conocíamos de su
animadversión a la tauromaquia y también de esa visión reduccionista y tendenciosa de la fiesta taurina que la equipara exclusivamente con el maltrato animal, cuando no es así. Pero, en todo caso y como servidor de lo público, debe ajustarse y respetar las disposiciones legales vigentes, le guste o no le guste. Tampoco acierta en su interpretación del sentir mayoritario de
la ciudadanía, ya que los festejos taurinos son el segundo espectáculo con mayor asistencia de público después del futbol; pero es que además los Premios del Ministerio de Cultura no
tienen por qué responder a manifestaciones artísticas mayoritarias, bien al contrario, algunas de las categorías premiadas son claramente minoritarias, pero precisamente por ello igualmente merecedoras de su fomento y apoyo.
Por todo ello, el Club Cocherito de Bilbao insta al Ministerio de Cultura de España para que proceda a la convocatoria anual del Premio de Tauromaquia, sumándose a cuantas iniciativas se promuevan para instar el cumplimiento de la legalidad y el ejercicio de todas las acciones que se consideren oportunas a tal efecto.