PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ/FOTOS EMILIO MÉNDEZ / CIRCUITOS TAURINOS
Colmenar Viejo celebraba la primera novillada de su Feria Taurina. Los novilleros David López, Alejandro Chicharro y Javier Zulueta se midieron a los ejemplares de la ganadería de David Ribeiro Telles. Los animales dieron juego y opciones, algunos con menos fuerza y fondo que otros, teniendo que mimarlos en la muleta para que aguantaran hasta el final. En líneas generales se dejaron llevar y permitieron la expresión y el triunfo de los novilleros, aunque les faltó un poco mas de chispa. David López no terminó de acoplarse con el primero de la tarde. Dejó una faena comedida de ganas pero sin terminar de encontrar la armonía con el cuarto. Chicharro desarrolló una faena de raza y pureza con un novillo que le aguantó poco en la muleta tras un inicio explosivo con el que metió al público de lleno. Se inpuso con determinación, poder y mucha suavidad ante un quinto flojo al que supo llevar a la altura que demandaba. Zulueta mostró por ambos pitones al tercero de la tarde y primer sobrero, un novillo al que pasó en el uno a uno con mucho temple y despaciosidad, en unos naturales repletos de expresión. Con el sexto, el novillo le ofreció una embestida incómoda y algo irregular en la que Zulueta buscó imponerse a base de verticalidad y un corte clásico.

Faena de ganas pero sin acople de David López
Se fue a la puerta de chiqueros para recibir al abreplaza a portagayola. Se alcanzó la faena de muleta y David López empezó a pasarlo sin demasiado acople con un novillo de embestida poco definida. Siguió por el pitón derecho, buscándolo abajo y a pitón contrario. El animal pasaba y respondía a los cites, pero sin humillar ni entregarse. David López se lo llevó a la cadera, llevándolo muy metido, sin dejarle más opción que tomar la tela. Le dio tiempo y sitio para después retomar aquel pitón, pero sin limpiar los muletazos, por lo que decidió dar más pausas entre pases. Al natural dejó pinceladas de profundidad y pases en largo que se vieron empañados por la falta de acople. Culminó por manoletinas para después lograr hundir la espada al segundo intento.

Chicharro derrocha raza en una faena de inicio explosivo con un segundo que vino a menos
Chicharro tuvo paciencia para conseguir que el primero de su lote se encelara en su capote. Pudo ejecutar un saludo llevado con pinceladas que culminó siendo volteado, aunque sin aparentes consecuencias. Cambió el tercio y Chicharro brindó al público para después recibirlo de rodillas desde los medios. Lo recibió en la tela con un pase cambiado por la espalda, teniendo que levantarse rápidamente, pues se le quedaba muy encima. El novillo era protestón y Chicharro tuvo que llevarlo con suavidad, echándole los vuelos a la cara para tirar de la embestida y encauzarla, atemperando y acompasando. Siguió por el pitón derecho en una tanda bien estructura en la que hubo un tira y afloja con el sitio y los tiempos. Cambió al natural, pero no encontraba la armonía del principio. Recuperó la mano derecha, con torería, desplantes y un toreo de raza y muy puro en el que lo citó con verdad y tiró del animal como pudo en los último compases, porque ya no pasaba. Le costó cuadrarlo y logró hundir la espada al segundo intento.

Clase y pureza de Zulueta en un toreo al natural de mucha expresión
Javier Zulueta saludó al tercero de la tarde, pero en el primer lance se hizo daño y quedó inservible. Tuvo que ser devuelto a corrales, en su lugar salió el primer sobrero, un novillo de Marca al que recibió el sevillano, al menos lo intentó, porque salió suelto. Logró atarlo en corto y estirarse por verónicas mientras le iba ganando terreno. Se alcanzó la faena de muleta y Zulueta brindó a los tendidos desde los medio, después lo metió en la tela por ayudados por alto. Poco a poco, muy despacio se lo fue llevando a los medios. Se decidió por el pitón derecho, teniendo que sujetarlo para que no perdiera las manos, así que le levantó ligeramente el engaño y le dio continuidad a aquella tanda. Uno a uno y tocándolo con firmeza y mucha voz en la cara le arrancaba las embestidas. Cambió al natural, templándolo con suavidad, pasándolo muy asentado. Recuperó el pitón derecho, teniendo que insistirle en el cite para después pasarlo ya con muchos parones y arreones, desentendiéndose de la faena. Unos doblones por abajo y una estocada certera.

David López corta una oreja tras un buen esoadazo
David López saludó al segundo de su lote en una brega llevada con el que lo sacó del tercio, pero con el que no pudo estirarse. Lo recibió en la franela con ayudados por alto para ganarle terreno y culminar en los medios y darle sitio. Continuó con la mano derecha, dejándosela puesta, pero sin ligazón. Era reservón y David tenía que atacarlo para que el animal pasara. La faena iba perdiendo interés, pero David seguía buscándole las diatancias y la altura al que llevarlo. Logró una serie por el derecho que llegó al tendido, dejándosela puesta y ligando los pases. Se lo echó a la cadera en el toreo en redondo pero sin expresión, viéndose incluso atropellado en más de una ocasión. No faltaron las tandas al natural, pero era un pase tras otro en el que el trataba de buscar una armonía que no encontraba. Mató con determinación.

Toreo de cercanías e imposición de Chicharro ante el quinto
Chicharro saludó al quinto de la tarde sin demasiadas opciones para el lucimiento. Tras culminar el tercio de banderillas Juan Carlos Rey se desmonteró y saludó una ovavión. Se alcanzó la faena de muleta y Chicharro estuvo más que comedido con un novillo mermado, sin fuerzas. Se echó tras el inicio, pero no tardó en recomponerse para entrar en el engaño de Chicharro que lo citó arriba y le ayudó en las salidas. Se lo llevó atrás y le dio profundidad a los muletazos en aquel toreo lento y pausado en el que se lo pasó totalmente asentado en la arena, encajándose y rompiendo la cintura. Poco a poco le fue bajando la mano, aunque no pudo evitar que lo sorprendiera en laguna que otra ocasión, arrancándose recto. Al natural le dio largura llevándolo a media altura en el toreo enrazado, pero también de poder y suavidad al mismo tiempo. Decidió volver a las tandas por el pitón derecho, con un toro fijo en la tela y que acometía con prontitud. Chicharro aprovechó su nobleza para acortar las distancias. Siguió alternando pitones en el toreo de cite alto, para después bajarle la mano paulatinamente en un balanceo constante y tira y afloja por evitar que le enganchara la tela en la salida, pudiendo así limpiar los muletazos. Culminó por bernadinas y una estocada más que efectiva.

La verticalidad y corte clásico de Zulueta se imponen ante un deslucido sexto
No fue nuy destacado el saludo capotero de Zulueta, que intentó estirarse con un novillo que no le brindó muchas opciones. Lo recibió en la tela con un tanteo por ambos pitones, pero perdió las manos y tuvo que levantarle el engaño. Siguió por el pitón derecho, se asentó y con clase y mucha estética no rectificó un milímetro para envolvérselo. Le dio una más por aquel pitón antes de cambiar al natural. El animal no se prestaba tanto como el novillero quisiera, con una embestida algo irregular. Era tardío, le costaba entrar en los vuelos, pero una vez que lo hacía, Zulueta se encajaba para deslizarlo. Sin embargo, tuvo que volver al pitón derecho, pitón por el que el animal se los tragaba y pasaba, aún así se lo pensaba hasta que entraba en la tela. El trazo del toreo en redondo derrochó naturalidad y aires de corte clásico. Le dio tiempo y sitio entre tandas, para después, sin dejarlo parar, dejársela puesta y pasárselo alrededor de su cintura, con cadencia y ligazón. Trató de culminar por abajo, pero el toro ya no pasaba. Metió la espada al segundo intento.

Colmenar Viejo. Novillos de Ribeiro Telles y José Luis Marca (3°Bis). Los animales dieron juego y opciones, algunos con menos fuerza y fondo que otros, teniendo que mimarlos en la muleta para que aguantaran hasta el final. En líneas generales se dejaron llevar y permitieron la expresión y el triunfo de los novilleros, aunque les faltó un poco mas de chispa. David López, oreja y oreja; Alejandro Chicharro, oreja y dos orejas; Javier Zulueta, oreja y oreja.
								
															
								
								
															
															
															
															
															
															
															
															
															
															
								
								
								
															
								
								