GUARISMO DEL OCHO

Villaseca de la Sagra celebró su cuarta novillada del Alfarero de oro. El cartel estaba compuesto por Cid de María, Pedro Luis y Mariscal Ruiz que se midieron a los novillos de Cebada Gago que no se prestaron al lucimiento de los novilleros.

Cid de María intentó encelar en su capote a “Golfito” que salió desentendido. Por el pitón derecho comenzó su faena, le mostró con firmeza y determinación por ambos pitones, pero la poca transmisión y fuerza del novillo le impidió calar en el tendido. Mató al segundo intento. Silencio.

Pedro Luis se fue a portagayola apara recibir a “Campanero”, después se esturó con el a la verónica. De rodillas comenzó su faena, teniendo que levantarse tras perder las manos el novillo. Por el pitón derecho logró limpiar la embestida y lograr muletazos profundos, reconocidos en el tendido. Al natural, tiró con firmeza ante lo deslucido del animal. Retomó el derecho para dibujar dos tandas muy logradas tragando. Cerró por manoletinas y mató al tercer intento.

Mariscal Ruiz lanceó genuflexo en su capote a “Lioso”, que salía algo desentendido de su capote, para después intentar estirarse con el. Protagonizó el tercio de banderillas con pares reunidos y lucidos aplaudidos en el tendido. Brindó al respetable y por estatuarios lo pasó por ambos pitones, aguantando las paradas del animal estoicamente. Le cambió los terrenos, pues el animal había mostrado querencia y al natural le fue llevando con los vuelos girando la cintura y la muñeca llevándole largo. El novillo no se empleaba y deslucía. Montó la muleta y por el derecho, perdiéndole pasos se fue enroscando con el a base de ligazón. Siguió por ese pitón con un animal venido a menos, sin fuerza y que perdía las manos. Acortó distancia y el animal pasaba sin transmisión. Retomó el pitón izquierdo, pero el animal miró a tablas, Mariscal le toreó en su terreno y ante la imposibilidad fue a por el estoque, se cuadró y lo mató con una gran estocada.

Cid de María bregó a “Pelicano” en su recibo capotero. Logró una faena a base de obligarle, ya que el animal tenía una embestida rebrincada y sosa que deslucía las tandas. Le dejaba la muleta puesta para ligar los muletazos. Al natural le fue obligando y llevando para gobernar su desordenada embestida. Mató con acierto.

Pedro Luis no pudo lucirse en su recibo con «Lioso”. Con variedad comenzó su faena en los medios obligándole. Con firmeza y gusto tortoreó oniéndose a la desordenada embestida del novillo. Por el pitón izquierdo dejó naturales con clase y torería. Pichó antes de lograr la estocada definitiva.

Mariscal Ruiz, rodilla en tierra, pasó a “Ciclista” en su capote para después intentar estirarse con el. Volvió a protagonizar el tercio de palos con lucimiento y reunión en los pares. En el tercio, por ayudados y por alto, comenzó su faena. Le sacó del tercio y al natural a media distancia y perdiéndole pasos le fue llevando. El animal estaba justo de fuerzas y mostraba una embestida rebrincada y no humillaba. Cambió al pitón derecho y a media altura lo fue pasando, pero se quedaba corto y no permitía la expresión del novillero, así que retomó el izquierdo. El novillo solo pasaba ante la demanda de Mariscal, que intentaba poner el lucimiento que le faltaba. Le daba el pecho y tiraba de una embestida descompuesta. Tuvo que ir a por la espada y por el derecho cerró su actuación con voluntad, ya que el novillo no se prestó. Se perfiló y al segundo intento dejó una gran estocada con la que dobló.

Ficha del festejo

Villaseca de la Sagra. Novillos de Cebada Gago para Cid de María, silencio y oreja; Pedro Luis, palmas tras aviso y palmas y Mariscal Ruiz, ovación tras petición y palmas.