sábado, 4 de octubre de 2025

Alejandro Rubio abre la Puerta Grande de Chinchón

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MAR MUÑOZ

En la mítica plaza de Chinchón se celebró la última novillada clasificatoria del IV Certamen del Sureste. Se lidiaron reses de Jandilla para Alejandro Rubio, Israel Guirao y Armando Rojo. Los animales fueron bien presentados, con movilidad y nobleza, permitiendo la expresión a la terna. El cuarto novillo fue el más destacado, siendo premiado con la vuelta al ruedo. Alejandro Rubio se impuso al primer novillo y dejó tandas con torería por ambos pitones, siendo reconocidas en el tendido. Cuajó al cuarto por ambos pitones derrochando torería y sabor con un buen novillo que fue premiado con la vuelta al ruedo. Israel Guirao desarrolló una variada faena en la que dejó naturales largos y con sabor. Con el quinto se lució y gustó a base de un toreo de ligazón en redondo sobre el derecho. Al natural, encontró largura y profundidad, sin embargo, el mal uso del acero le robó el premio. Armando Rojo se lució ante el tercero con el capote y dejó recursos de su tauromaquia para lucir su faena, la cual empañó con el acero. Ante el sexto puso voluntad y torería sin terminar de acoplarse con el, fue su voluntad la que le dio la oreja.

A Alejandro Rubio le costó encelar a «Oportuno» en su capote, un ejemplar que salió suelto, pero al que después pudo bregar. Por gaoneras hizo su quite Israel Guirao, al que replicó por chicuelinas Rubio. De rodillas y sin probaturas comenzó su faena pasándolo por la espalda sin rectificar. En pie siguió por el pitón izquierdo, corriéndole la mano hasta que lo desarmó. Volvió por ese pitón, perdiéndole pasos sin terminar de acoplarse con el. Montó la muleta y de uno en uno lo fue pasando en su muleta. Logró una tanda ligada con pierna atrás y girando sobre si mismo, llevándole muy tapado. Cambió al natural y de uno en uno lo fue metiendo en la faena entre el reconocimiento del público, pudiendo rematar con un desplante de rodilla en tierra. Dejó los últimos por el derecho en la distancia corta, bajándole la mano y enroscándose con el con torería. Al segundo intento hundió la espada.

Israel Guirao se fue a portagayola a recibir a «Camarón» con una larga cambiada en rodillas. Después lo lanceó a la verónica y remató con una chicuelina y una media. Armando se echó el capote a la espalda para pasar al novillo en su quite, al que replicó Guirao con chicuelinas. A pies juntos quiso comenzar su faena en el tercio, pero el novillo salió desentendido y buscó otros terrenos para ejecutar sus estatuarios. Siguió por el derecho y con un molinete le enceló en su muleta, intentando ligar una tanda. Cambió al natural y dejó pases largos con la muleta puesta y tirando de el. Le dio tiempo y con un molinete en rodillas aprovechó la inercia para intentar ligar una tanda por ese pitón, pero el animal no quería más de dos seguidos. Con unos circulares invertidos buscó llegar al tendido para finalizar su actuación y con unas manoletinas en rodillas hizo su epílogo. Lo mató con una estocada defectuosa pero suficiente.

Armando Rojo se lució a la verónica con «Reglo». Por chicuelinas y rematando con una media hizo su quite Alejandro Rubio, al que replicó con torería Rojo. Rodilla en tierra lo fue pasando y probando por ambos pitones sacándolo a los medios con torería para iniciar su faena. Por el derecho le dio tiempo y sitio para aprovechar la inercia y ligar los pases. Con la muleta puesta fue tirando de el y de uno en uno lo fue pasando, aunque ya le iba costando. Cambió al natural, ligando una tanda con pases largos y profundos. Con un pase de las flores y uno cambiado por la espalda adornó su faena para seguir al natural, aunque le punteaba la tela desluciendo. Retomó el derecho y acompasando se fue enroscando con el con lo que quedaba. Con circulares cerró su labor e hizo su epílogo con torería. Falló con el acero

Alejandro Rubio recibió a «Raleo» con una larga cambiada en rodillas para después siguir a la verónica. Un lucido quite realizó Guirao en su turno, al que respondió Rubio con el capote a la espalda entre olés. Genuflexo lo fue probando y sacando con quietud. Le citó de lejos para aprovechar la inercia y ligar una aplaudida tanda en redondo por el pitón derecho. Siguió por ese pitón bailando con el al compás de la música que interpretaba la banda. Con un lucido cambio de mano siguió al natural, cruzándose y tirando de el con suavidad y despaciosidad al ritmo que el animal le marcaba. Con un pase de las flores quiso seguir por el derecho, bajándole la mano y llevándole en largo entre el reconocimiento del público. Lo llevó tapadito, toreado metido en la franela con arte ante el buen novillo. Alargó su faena alternando pitones con un novillo ya venido a menos y cerrando su actuación con circulares invertidos. Quiso hacer su epílogo por manoletinas en rodillas, pero le prendió sin aparentes consecuencias. Se recompuso y volvió a las manoletinas en rodillas entre el clamor del público. A la segunda dejó una estocada defectuosa, pero efectiva.

Con un farol a portagayola recibió Israel Guirao a «Ojilimpio» en su capote. Con unas chicuelinas muy bajas hizo su quite Armando, del que hubo una réplica con arte de Rojo. Genuflexo lo fue sacando con torería, le dio tiempo y sitio y con la pierna atrás se lo enroscó en aquella primera tanda sobre el pitón derecho. Bajándole la mano siguió por ese pitón. Cambió al natural y perdiéndole pasos llevó en largo a un animal que seguía el engaño y colocaba la cara. Retomó el derecho dejando una tanda reconocida en el tendido. Alternó pitones, pero se decidió por el derecho y el toreo en redondo para ir rematando su faena, la cual culminó con pases invertidos. Rodilla en tierra hizo su epílogo pasándolo por ambos pitones. Falló con la espada.

Armando Rojo recibió a «Torquito» con una brega llevada. Un variado quite realizó Rubio en su turno. Rodilla en tierra lo fue pasando por ambos pitones para dar comienzo a su faena. Siguió por el derecho dándole el pecho y tirando de el llevándole a media altura. Cambió al natural y perdiéndole pasos lo buscó, acortando la distancia y logrando ligar para continuar con su faena. Se metía por dentro y casi le prende. A pesar de ello, retomó el derecho de un animal que era más complejo que sus hermanos. Rojo no terminaba de acoplarse con el, pero tapadito lograba robarle de tres en tres, a pesar de que si tocaba la tela descomponía la embestida desluciendo. Con invertidos en redondo intentó llegar al tendido para culminar con su faena. Hizo su epílogo con pases por bajo por ambos pitones. A la segunda metió la espada.

 

Ficha del Festejo

Chinchón. Madrid. Novillos de Jandilla para Alejandro Rubio, oreja y oreja tras aviso; Israel Guirao, oreja y vuelta al ruedo tras aviso Armando Rojo, saludos tras aviso y oreja tras aviso

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