GUARISMO DEL OCHO
Alejandro Talavante ha sido el gran triunfador del festival celebrado esta tarde en la Real Maestranza que ha puesto fin a la temporada en esta plaza. El festejo, celebrado en homenaje a la dinastía Vázquez y a beneficio de las hermandades de San Bernardo y El Amor, fue todo un éxito de público al colgar el cartel de no hay billetes. En lo artístico lo más destacado fue la faena de Talavante al segundo de la tarde, una obra llena de inspiración a un astado de gran calidad para el que se llego a pedir el indulto, siendo premiado finalmente con la vuelta al ruedo. Los demás participantes no tuvieron demasiada colaboración del ganado, yéndose todos ellos de vacío.
El primero de la tarde no dio opciones de lucimiento a El Cid con el capote, manifestando poca fuerza. Al levarlo al caballo volteó de forma espectacular al torero, que se levantó dolorido, El
toro no acabó de emplearse en la muleta y fue mirón pero El Cid estuvo muy firme con él por el lado derecho, único pitón posible del astado de Espartaco, que por el izquierdo se oriento y no
tuvo ni un muletazo, Mató de media y fue ovacionado, pasando a la enfermería donde detectaron una cornada interna.
Talavante recibió al segundo a una mano con temple y torería. Muy inspirado estuvo con el capote, también en el quite. Talavante fue todo suavidad al natural en la primera serie, también
ligó y templó con la derecha a un buen toro de Domingo Hernández. Pero fue de nuevo al natural cuando el eclecticismo y la inspiración de Talavante hicieron que la faena alcanzara su
clímax, destacando cambios de mano interminables. La calidad del novillo provocó que el público pidiera el indulto., Finalmente entró a matar cobrando una buena estocada. Dos orejas y vuelta al ruedo para el toro.
Juan Ortega recibió al tercero con una rodilla flexionada en lances eficaces, Brindó la faena a Manolo Vázquez, nieto del recordado torero de San Bernardo, y apenas se lució en un inicio precioso rodilla en tierra cuando el toro se rajó. Lo intentó el torero sevillano pero el de Domingo Hernández no quiso pelea. Algún natural suelto en el haber de Ortega, que no tuvo materia prima en un animal manso, Lo mató de buena estocada. Silencio.
Pablo Aguado no pudo lucir en el recibo al astado de Talavante. Aguantó bien el picador Mario Benítez en el primer puyazo el tremendo arreón del toro. Aguado lo intentó con decisión y firmeza ante un toro que no transmitía nada. Lo hizo todo el torero y logró buenos momentos al natural y también con la derecha en una faena de gran mérito. Mató de gran volapié y fue ovacionado.
Manolo Vázquez dibujó dos bonitas medias en el recibo de capa. También se lució en el quite con verónicas de buen trazo. Brindó a sus compañeros de cartel y comenzó la faena con dos series diestras que tuvieron compostura y buen trazo. El novillo de Espartaco tuvo nobleza pero poca transmisión de modo que la faena, correcta en todo momento, no pudo conectar con el tendido. Mató de estocada y descabello. Silencio tras aviso.
EI sexto, del hierro de Talavante, se fue muy suelto de salida, manifestando mansedumbre en los primeros tercios. Zulueta brindó al director de a banda de Música, José Manuel Tristán, pero el astado no cambiaria en nada su condición de manso -buscando constantemente la querencia de chiqueros- y no le permitió lucir en la faena de muleta, teniendo que matar con brevedad
Silencio.
El novillero sin caballos Manuel Domínguez firmó un bonito recibo a la verónica al ultimo de la tarde, un eral de El Parralejo al que también hizo un quite por chicuelinas, Domínguez mostró su desparpajo en el inicio de faena y en la primera serie, haciendo sonar la música. El novillo fue a menos, acortando su viaje, y un desarme cortó el hilo. Sufrió incluso una voltereta el de Mairena que puso todo de su parte en una labor de entrega en la que se le vieron detalles interesantes. Mató de estocada defectuosa y descabellos. Ovación tras aviso.
Ficha del Festejo
Se lidiaron astados de Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ (primero y quinto), Domingo Hernández (segundo y tercero), Talavante cuarto y sexto) y El Parralejo (séptimo) bien presentados y de juego desigual. El mejor fue el segundo, de Domingo Hernández, que fue premiado con la vuelta al ruedo.
El Cid, ovación
Talavante, dos orejas.
Juan Ortega, silencio.
Pablo Aguado, ovación.
Manolo Vázquez, silencio tras aviso.
Javier Zulueta, silencio.
Manuel Domínguez, ovación tras aviso.