jueves, 2 de octubre de 2025

Joao Ribeiro Telles abre la Puerta Grande en Navaluenga

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PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ/FOTOS EMILIO MÉNDEZ

Navaluenga ha celebrado una novillada mixta en la que el rejoneador João Ribeiro Telles y los novilleros Nacho Torrejón y Pedro Rufo se midieron a los ejemplares de las ganaderías de Guiomar C. de Moura y David Ribeiro Telles y La Cercada, con un remiendo de José Vázquez. Los animales variados en comportamiento y de buena presencia permitieron el triunfo en una tarde de juego, aunque también de teclas en sus embestidas. João Ribeiro Télles emocionó con su primero, teniendo acierto en los palos, llegando a los tendidos que le.concedieron la primera oreja. Se encontró a un parado cuarto al que tuvo que buscar y provocar para poder desarrollar su labor. Nacho Torrejón le puso ganas, aunque no terminó de acoplarse con el segundo, un novillo suelto y ajeno con el que falló con el acero. Pinceladas de expresión y sabor ante el quinto, un novillo que siguió embistiendo y siguiendo el engaño con nobleza. Pedro Rufo dejó muy buenos momentos de clase y profundidad ante el tercero, un novillo que fue a menos y que incluso lo prendió bruscamente. Destacó su faena al sexto, una buena labor en la que los cuajó por ambos pitones con verdad, decisión y clase, pero que empañó con el acero.

João Ribeiro Télles corta la primera oreja de la tarde

Joao Ribeiro Telles recibió al primero de la tarde con hasta dos rejones de castigo,  aunque de fallando con el primero. Emocionó y arriesgó en las distancias cortas, ciñéndoselo durante las banderillas. Lo provocó y tiró de su embestida, llevándolo toreado a la grupa, recorriendo el ruedo, bordeando las tablas. También lo buscó al quiebro, aunque a toro parado, envolviéndoselo para seguir provocando aquellas arrancas para dejar los palos. Continuó con las cortas, con acierto y determinación.

Nacho Torrejón falla con el acero ante el segundo

Nacho Torrejón primero bregó al segundo de la tarde para después estirarse con el ganándole terreno. Se alcanzó la faena de muleta, pero antes se lo brindó a Sergio Rollón. La inició por abajo, genuflexo, pasándolo por ambos pitones, dosificando las condiciones que le mostró desde salida. Se decidió en el tercio por el pitón derecho, pasándolo despacio, sin bajarle la mano en exceso, tratando de meterlo para darle ritmo a un novillo que salió suelto y algo ajeno a las demandas del novillero. Marcó con firmeza y cambió al natural, buscando curvar el trazo para envolvérselo aprovechando los vuelos. Torrejón aprovechó para pasarlo muy despacio, buscando una humillación que no alcanzaba, pues salía con la cara alta. Alargó e insistió, aunque sin terminar de acoplarse con su oponente, que había perdido su interés en la tela, teniendo que desarrollar las tandas en tablas. Culminó por manoletinas para después fallar con el acero.

Pedro Rufo corta una oreja después de deslucir con el acero una faena de entrega y matices de clase

Salió el tercero, al que Rufo bregó hasta poder estirarse con el en su saludo capotero. También brindó a su compañero, al novillero Sergio Rollón para después iniciar su labor con la muleta pasándolo en el tercio, genuflexo, ganándole terreno hasta sacarlo a los medios. Continuó sobre el derecho, tocándolo con insistencia y mucha voz en la cara, pasándolo en largo, bajándole la mano. Lo movió y cambió los terrenos para continuar sobre el derecho con tandas cortas y medidas. En el toreo al natural, lo llevó con un toreo de mano baja en el que le marcó el trazo con la ayuda. Una vez metido, se la dejó puesta y tiró de las embestidas. Entre adornos y seguridad con la tela llegó a los tendidos. Sin embargo, no tardó en recuperar el pitón derecho, con el que encontró mayor acople y lucimiento, pasándolo al compás de los «olé» del respetable. El animal atendía, pero cada vez le costaba más, a pesar de ello, Rufo dejó muletazos dotados de profundidad y clase. Sin embargo, pisó terrenos peligrosos, insistiendo a un novillo que ya no atendía con la misma fijeza y lo prendió bruscamente, aunque sin aparentes consecuencias. Falló con el acero y tuvo que descabellar.

João Ribeiro Télles emociona ante el cuarto y corta una oreja

Recibió João Ribeiro Télles al segundo de su lote y cuarto de la tarde, con el que tuvo acierto en los rejones de castigo. Cambió de caballo y empezó la suerte de banderillas, en la que lo buscó en largo para dejarle los palos al quiebro. Le ayudó poco el toro, siendo muy parado y costándole demasiado arrancarse a las provocaciones del portugués. Los fue dejando con acierto, emocionando de nuevo a los tendidos, a los que apelaba para meterlos de lleno en su labor. Cambió los terrenos de su oponente y le buscó las teclas para poder poner las banderillas. Culminó con unas rosas, apurando las distancias. Tardó en doblar con el rejón de muerte.

Nacho Torrejón corta una oreja en una faena que va a más ante un buen novillo de La Cercada

Nacho Torrejón se lució en su saludo cpotero ante el quinto, llevándolo con el expresión y calado. Brindó desde los medios y se fue a tablas para iniciar su faena. Lo tanteó y pasó genuflexo, obligándolo por abajo. Sin embargo, no tardó en levantarle la mano y empezar a pasarlo con suavidad y muy despacio, tratando de mantenerlo. Continuó sobre el izquierdo, aprovechando los vuelos, dejándoselos puestos en la cara y arrastrarlo tras ellos. Decidió cambiar al pitón derecho sin acoplarse ni lograr que la faena tomara ritmo. Sin embargo, sí que hubo muletazos profundos y de cierto sabor sobre ese mismo pitón, llevándoselo hasta el final.  Tras haber encontrado el acople por el derecho, decidió mostrarlo al natural, tocándolo en la cara para pasarlo. Sin embargo, recuperó el pitón derecho, en el uno a uno, llevándolo con sabor y unas buenas pinceladas con las que llegó a los tendidos. Alternó pitones ante un ejemplar que seguía embistiendo, aunque quedándose algo más corto. Culminó con unos naturales de mucha verdad y una media estocada.

Pedro Rufo empaña con el acero una buena faena al sexto

Saludó Pedro Rufo al sexto con una brega llevada en la que lo movió y ganó terreno. Inició su labor con la franela después de brindar a Carlos Zúñiga. Comenzó genuflexo, sacándolo, llevándolo por abajo, pasándolo por ambos pitones. Montó el engaño y empezó a llevarlo sobre el pitón derecho en una primera tanda de acople, lenta, pero de confianza. Siguió con la mano derecha, asentándose con el, esperándolo y pudiendo incluso logarlo de dos en dos pases. Cambió al toreo al natural, corriéndole la mano con sabor y mucho gusto, marcando en alguna ocasión el trazo con la ayuda. Retomó el pitón derecho para seguir corriéndole la mano con despaciosidad, cadencia, torería y mucha verdad. Alternó pitones, deleitando por ambos, cuajando su faena al sexto, un novillo de buena condición al que supo meter y llevar, sabiendo que terrenos pisar. Empañó su labor tras fallar con el acero

Ficha del festejo:

Navaluenga. Toros para rejones de Guiomar C. de Moura, David Ribeiro Telles, La Cercada (3°, 5° y 6°) y José Vázquez (2°). Los animales variados en comportamiento y de buena presencia permitieron el triunfo en una tarde de juego, aunque también de teclas en sus embestidas. João Ribeiro Telles, oreja y oreja tras aviso; los novilleros Nacho Torrejón, silencio y oreja; Pedro Rufo, oreja y palmas.

Incidencias:

Al finalizar el paseíllo, la localidad entregó un ramo de flores al novillero Sergio Rollón, que estaba anunciado en el cartel de día de hoy, pero que tras el grave percance sufrido en Valdetorres de Jarama no pudo hacer el paseíllo

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