miércoles, 19 de noviembre de 2025

Emiliano Osornio abre la Puerta Grande y derrocha torería, arte y mucha verdad ante un buen sobrero de Torrenueva en Arganda del Rey

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MAR MUÑOZ

Arganda del Rey ha celebrado la segunda novillada de su Feria de Novilladas Vid de Oro con novillos de Aldeanueva para Jesús Romero, Emiliano Osornio e Ignacio Candelas. Los de Aldeanueva fueron bien presentados, pero no se lo pusieron fácil a la terna. Destacó el sobrero, un ejemplar de Torrenueva que fue premiado con la vuelta al ruedo. Jesús Romero se adaptó a lo que el novillo demandaba y mandó sobre el complicado primero. Con el segundo, que no le brindó opciones, se puso como si fuera bueno y lo mató de una estocada certera. Emiliano Osornio no tuvo opciones con el segundo, pero con el quinto, un sobrero de Torrenueva,  puso a la plaza de acuerdo con su arte en mayúsculas, cortándole las dos orejas. Ignacio Candelas no se entendió con el tercero que le propinó una fea voltereta, aunque sin aparentes consecuencias. Ante el sexto no tuvo opciones.

A Jesús Romero le costó encelar a «Fariseo» en su capote, después intentó estirarse con el. Tras brindar al respetable, a pies juntos lo pasó por alto por ambos pitones, sin rectificar y pasándolo con quietud. Siguió por el derecho a media altura, metiéndolo en su muleta, pero el novillo era complicado. Se puso como si fuera bueno, adaptándose a la lidia que demandaba el astado. Cambió al natural y de uno en uno, cruzándose con el le fue robando los pases entre la aprobación del respetable. Retomó el derecho, ya con un novillo venido a menos, que le punteaba la tela. Lo pasó con torería y lo mató.

Emiliano Osornio recibió a «Potroso» con un ramillete de verónicas acompasadas y lúcidas. Brindó al respetable y genuflexo lo fue probando y sacando a los medios, pero el animal tenía querencia. Comenzó su faena por el pitón derecho y de uno en uno lo fue llevando, aunque su oponente no era para lucimiento. Cambió al natural y salía suelto, así que decidió retomar el derecho, pero ya solo pasaba, se tragaba uno y se dispersaba, así que decidió abreviar. Intentó hacer un epílogo macheteandole pero le desarmó. A la tercera logró la estocada.

Ignacio Candelas se estiró con «Fragor» en su saludo capotero. Genuflexo en el tercio lo fue probando por ambos pitones. Por el derecho quiso seguir con su faena, así que con la muleta puesta y tirando de el dejó una tanda en redondo. Pierna atrás se fue enroscando con el sin temple, atropelladamente. Cambió al natural y en los primeros pases le prendió feamente, aunque sin aparentes consecuencias. Se recompuso y volvió a la cara, aguantando. Retomó el derecho intentando seguir con su faena, dejando un desplante rodilla en tierra para cerrar su actuación. Falló con la espada.

Jesús Romero recibió con variedad y gusto a «Alegría» en su capote. De rodillas comenzó su faena, pasándolo por el pitón derecho. El novillo se quedaba corto y pasaba de uno en uno cuando lo hacía. Jesús se ponía como si fuera bueno y aguantando siguió pasándolo en su muleta. Cambió al pitón izquierdo, marcó con la ayuda para obligarle a pasar. Se adornó con un molinete y manoletinas para cerrar y lo mató.

Emiliano Osornio intentó estirarse y lucirse con «Portaluz» en su saludo capotero. Con unas chicuelinas al paso lo llevó al caballo mientras el público pedía que cambiaran al novillo. Finalmente fue devuelto. En su lugar salió el primer sobrero, un novillo de Torrenueva de nombre «Jabato» al que recibió con una brega llevada sin poder terminar de estirarse con el. Genuflexo en el tercio lo fue pasando y probando por ambos pitones para seguir por el derecho con sitio para aprovechar la inercia y ligar los pases. Cambió al natural y pierna atrás se enroscó con el con ligazón y torería. Con un molinete se adornó para seguir con su lidia por ese pitón,  bajándole y corriéndole la mano. Montó la muleta, se adornó y siguió con su toreo en redondo entre el clamor del público Mientras toreaba con la montera puesta. En los medios y al compás de la banda bailó y se enroscó con el en una tanda eterna en redondo. Siguió entreo»olé» y lo pasó rodilla en tierra por ambos pitones entre el clamor del respetable. Tomó la espada y siguió toreándole por abajo con gusto y despaciosidad, lo cuadró y lo mató cortando las dos orejas.

Ignacio Candelas bregó a «Fragorcillo» en su recibo capotero dejando alguna verónica y una media de cierre. Por abajo lo probó, le cambió los terrenos y al natural quiso comenzar su faena pasándolo en su muleta sin más. Ayudándose con la ayuda siguió pasándolo por ese pitón, pero no era animal para el lucimiento. Candelas no tenía opciones ni veía como hacer faena. Abrevió y a la segunda dejó una estocada defectuosa que le obligó a descabellar.

Arganda del Rey. Madrid. Novillos de Aldeanueva para Jesús Romero, oreja y vuelta al ruedo; Emiliano Osornio, silencio y dos orejas ; Ignacio Candelas, silencio tras aviso y aviso

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