domingo, 5 de octubre de 2025

Ferrera, El Fandi e Ismael Martín, triple Puerta Grande en una triunfal tarde en Navaluenga

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PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ/FOTOS EMILIO MÉNDEZ

Navaluenga ha celebrado una corrida de toros en la que los diestros Antonio Ferrera, El Fandi e Ismael Martín se midieron a los ejemplares de Guadaira. Los animales variados en comportamiento, con nobleza y buenas condiciones, siendo aprovechables en la tela y para el triunfo. Ferrera desarrolló una faena de sello personal ante el primero, llegando a los tendidos pero sin redondear. Un inspirado y fuera de sí Ferrera cautivó ante el cuartoz un toro de buena condición al que exprimió y con el que alargó su faena. El Fandi tuvo las opciones limitadas ante el segundo, logrando una meritoria faena en la que le robó las embestidas. Su faena fue a más ante el quinto, aprovechando su nobleza y buenas condiciones. Ismael Martín desarrolló una meritoria labor ante el tercero, un toro bronco que quería más que podía. Resultó una interesante labor de distancias cortas, firmeza y valor ante el sexto.

Ferrera, faena de sello ante el primero

Saludó Antonio Ferrera al primero de la tarde, estirándose con lucimiento. El diestro invitó a sus compañeros de terna para que le acompañaran en el tercio de banderillas, protagonizándolo los tres con variedad y emoción. Se alcanzó la faena de muleta y Ferrero se fue a los medios para brindar al público. Inició su labor con tintes de inspiración, doblándose con el para pasarlo por ambos pitones. Cambió los terrenos y bajándole la mano, sobre el derecho empezó a llevarlo, encajándose con el, acompañando su embestida. Incluso no tardó en mostrarlo al natural. A pesar de ello siguió por el derecho con unas tandas ligadas y de repercusión en los tendidos. Tocó y arrastró detrás del engaño al primero de su lote. Metió la mano con aseo y habilidad.

El Fandi corta la primera oreja de la tarde

El Fandi se estiró con el segundo de la tarde, llevándolo con cierto ritmo metido en la tela. Volvieron a protagonizar los tres matadores el tercio de banderillas, haciendo el deleite de los tendidos. Comenzó su labor después de brindar al público en el tercio. Empezó pasándolo por abajo con un firme tanteo por ambos pitones junto a las tablas, ganándole poco a poco terreno, llevándoselo, ahora sí, más allá del tercio. Muy despacio, lo fue dosificando, dándole sitio y tiempo para después continuar sobre el derecho, adelantándole la mano para tocarlo y arrastrarlo detrás del engaño. Logró una ligada tanda por el derecho, con ritmo. Provocó la embestida y la hizo pasar, construyendo una meritoria faena a base de oficio sobre el pitón izquierdo, pitón por el que le pudo dar más recorrido. Mató con acierto.

Ismael Martín corta las dos orejas en una faena compleja pero de gran calado 

Saludó con variedad y lucimiento Ismael Martín al primero de su lote, envolviéndoselo en sj capote. El diestro hizo lo propio e invitó a Ferrera y El Fandi para que pusieran los palos en el tercio. Se dio paso a la faena de muleta, aunque previamente brindó desde los medios al público. Comenzó genuflexo, pasándolo por ambos pitones, sacándolo rápidamente de tablas para llevárselo al tercio. Le dio sitio y tiempo antes de continuar sobre el derecho, en largo, para después aprovechar la inercia. Sin embargo, no encontró demasiado acople en aquellas primeras tandas. Cambió al natural, encontrando unas salidas bruscas de querer y no poder. Retomó el pitón derecho, encontrando una embestida bronca y poco lucida que necesitaba suavidad y tiempo. El diestro acortó las tandas y ralentizó el ritmo. A pesar de las condiciones del animal, se mantuvo firme, culminando con raza y de rodillas para llegar con fuerza a los tendidos.

Ferrera no esperó, salió para frenar al segundo de su lote en su capote, bregándolo y llevándolo. En el tercio de banderillas, Antonio Ferrera deleitó con tres pares en los que hubo entrega, decisión y un estilo único y particular. Se alcanzó la faena de muleta y agarrado a las tablas con el pie sobre el estribo empezó a pasarlo. Después siguió genuflexo para sacarlo del tercio. Se decidió por el pitón derecho, llevándolo a media altura, encajándose, pasándolo muy fiel a su sello. Alargó el trazo y empezó a bajarle la mano, encontrando ese acople con el que firma sus faenas. Cambió al natural, llevándolo uno a uno después de que le hubiera dado tiempo entre series para dosificarlo. El animal siguió pasando y atendiendo a las demandas del diestro. Un inspirado y pinturero Ferrera se lo pasó por donde quiso y cómo quiso, mostrándolo por ambos pitones, exprimiéndolo. Lejos de culminar su faena, la música volvió a sonar y el diestro siguió toreando desde los mismos medios. Culminó con unos remates muy toreros por abajo en los que se lo envolvió para después dejar una buena estocada.

El Fandi corta las dos orejas y el rabo al quinto

Con un farol de rodillas junto a las tablas saludó El Fandi al segundo de la tarde, para después estirarse con el emocionando. Tuvo acierto y por supuesto emoción en el tercio de banderillas El Fandi, culminando con un par al violín con el que puso de acuerdo a los tendidos. En la faena de muleta lo tanteó por abajo, pasándolo por ambos pitones hasta llevárselo al tercio. A media altura y sobre el derecho logró una primera tanda ligada y llevada. Poco a poco le fue bajando el engaño, encontrando acople en aquellas embestidas. También hubo adornos y recursos entre tandas, dándole emoción a su labor, la cual continuó sobre el pitón derecho, aprovechando la movilidad de un ejemplar con nobleza que seguía el engaño con cierto ritmo y celo, sólo había que dejársela puesta y tirar de el. Culminó con algunos molinetes de rodillas, metido entre pitones y una abaniqueo que dieron paso a la suerte suprema en la que metió un estoconazo.

Con dos faroles de rodillas y mucha decisión saludó Ismael Martín al sexto de la tarde. Volvió a emocionar con un lucido quite por zapopinas, al que siguió con un gran tercio de banderillas. La faena de muleta la inició después de brindar a sus compañeros de terna. Comenzó a pies juntos en el tercio, pasándolo por ambos pitones. Después se fue a los medios y sobre el derecho y en largo lo fue pasando en aquellas primeras tandas, esperando la embestida, buscando el acople y la armonía entre ambos. Cambió los terrenos y en el toreo al natural lo mostró, costándole algo más el remate con el derecho. Volvió a montar la muleta, se cruzó, lo tocó y trató de pasarlo, aunque sin alcanzar a ligarlo. Acortó las distancias para después darle sitio y tiempo entre series, dosificando entre ellas con adornos y recursos. Una vez pasado en largo al inicio de cada serie, volvió a acortar las distancias, dándole emoción. Falló con el acero.

Ficha del festejo:

NNavaluenga. Toros de Guadaira. Los animales variados en comportamiento, con nobleza y buenas condiciones, siendo aprovechables en la tela y para el triunfo. Antonio Ferrera, palmas y dos orejas; El Fandi, oreja y dos orejas y rabo; Ismael Martín, dos orejas y palmas.

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