MAR MUÑOZ
La cuarta novillada clasificatoria del IV Certamen del Sureste se celebró en Perales de Tajuña. Trenzaron el paseíllo Pedro de la Hermosa, Esteban Gordillo y Álvaro Castillo, que se midieron a los de José Escolar. Los animales estuvieron bien presentados, con movilidad y con las teclas propias de su encaste, pero permitiendo la expresión y el lucimiento de la terna. Pedro de la Hermosa dejó pases con sabor y poso por ambos pitones con el primero, con el que también protagonizó el tercio de banderillas y al que cortó una oreja. Ante el cuarto puso voluntad, haciéndose cargo del tercio de banderillas, dejando los palos con lucimiento, pero su labor se vio empañada por el acero. Esteban Gordillo toreó en redondo y con ligazón sobre el derecho, aunque también dejó naturales de peso y una buena estocada que le permitió cortar una oreja. Con el quinto logró pases de peso por ambos pitones, llevándole tapadito. Sin embargo, en sus últimos pases, antes de matar, lo prendió feamente resultando herido. Álvaro Castillo intentó lucirse por ambos pitones sin terminar de acoplarse con el tercero. El sexto no le brindó muchas opciones, se rajó tras una ligada tanda en los medios, después lo pasó en su muleta en los terrenos que marcó el animal y lo mató de una certera estocada que le valió una oreja.
Pedro de la Hermosa se fue a portagayola a recibir a «Castillo», después se estiró a la verónica. De la Hermosa protagonizó el tercio de banderillas, dejando pares reunidos y lucidos. Tras brindar a José Andrés, de rodillas en el tercio, lo pasó por ambos pitones. Siguió de rodillas, toreándole en redondo hasta que el animal perdió las manos. Se incorporó y continuó llevándolo por ese pitón para después darle tiempo. No le sobraban las fuerzas, aunque seguía el engaño. Le dio sitio y con la muleta puesta le fue llevando de uno en uno. En largo lo pasó al natural, girándole la muñeca, dando amplitud al pase. Con temple en el uno a uno siguió por ese pitón. Retomó el derecho y perdiéndole pasos le fue pasando en su muleta. Por manoletinas muy ajustadas y un último pase en rodillas hizo su epílogo. Dejó una buena estocada.
Esteban Gordillo se lució a la verónica con «Sereno». Comenzó su faena genuflexo para seguir por el derecho en redondo. Con la pierna atrás enlazó los pases ligando con torería. Cambió al natural, le probó y retomó el derecho, pero le enganchó la muleta descomponiendo y desluciendo. Logró una tanda y volvió al izquierdo, cruzándose con el para dejar un par de naturales con sabor. Insistió por ese pitón, logrando una tanda reconocida en el tendido. Genuflexo lo pasó por ambos pitones para cerrar su actuación. Lo cuadró y lo mató
Álvaro Castillo bregó con «Caribello» en su saludo capotero, aunque sin terminar de estirarse con el. Le probó por ambos pitones, sacándole para comenzar su faena por el pitón derecho, bajándole y corriéndole la mano. Aprovechó que el animal seguía el engaño. Cambió al natural y perdiéndole pasos lo fue pasando, logrando una tanda reconocida en el tendido. Alternó pitones buscando el lucimiento sin terminar de acoplarse con el. Al segundo intento hundió la espada.
Pedro de la Hermosa recibió a portagayola a «Carasucia». Volvió a protagonizar el tercio banderillas, logrando adornarse dejando los palos reunidos. Tras un brindis particular, genuflexo lo fue probando y obligando. Por el pitón derecho quiso comenzar su faena, pero había que perderle pasos y tirar de el. Tomó el engaño con la izquierda y dándole el pecho fue uno a uno. Le dio tiempo y siguió por ese pitón, pero sin terminar de encontrarse con «Carasucia». Retomó el derecho y con la muleta puesta logró una tanda reconocida en el tendido. El animal se iba quedando más corto y parado, pero el aguantó. Dejó unos últimos naturales, lo cuadró y falló con el acero.
Esteban Gordillo recibió a «Carpintero» con unos lances de recibo para después estirarse a la verónica. Genuflexo lo probó para seguir por el derecho, dejando una tanda que cerró con el de pecho. Le bajaba la mano y el animal se tragaba dos, pero después se dispersaba. Cambió al natural y tapadito lo metió en una serie de peso. Retomó el derecho y le bajó y corrió la mano. Había que llevarlo muy metido en el engaño para poder ligar y mandar. Alternó pitones con torería. Realizando su epílogo lo prendió feamente hiriéndole. Tuvo acierto con el acero.
Álvaro Castillo paró con unos lances de recibo a «Artista». Tras brindar al respetable sin probaturas y en los medios, sobre el derecho se puso a torear, ligando aquella tanda. El animal se fue a las tablas y allí en los terrenos que demandaba intentó seguir con su lidia, pero el animal se había rajado. Cambió al natural, pero solo pasaba, aun así insistió, así que montó la muleta y aguantando, en aquellos terrenos, le robó los últimos pases. Lo mató de una estocada certera.
Perales de Tajuña. Madrid. Erales de José Escolar para Pedro de la Hermosa, oreja y ovación tras aviso; Esteban Gordillo, oreja y silencio y Álvaro Castillo, silencio y oreja.
Incidencias: