martes, 24 de junio de 2025

Sergio Galán, Alejandro Chicharro y Marco Pérez abren la Puerta Grande en El Espinar

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PATRICIA PRUDENCIO

El Espinar celebraba una novillada mixta en la que el rejoneador Sergio Galán y los novilleros Alejandro Chicharro y Marco Pérez se midieron a los ejemplares de la ganadería de Toros de Orive y José Vázquez. Los animales dieron fuego y se prestaron en las faenas para que los novilleros y el rejoneador encontraran las opciones para el triunfo, siendo incluso ovacionados en el arrastre, como el sexto. Sergio Galán conectó con los tendidos, dejando buenas sensaciones con su toreo a la grupa y las banderillas al quiebro. Chicharro a base de raza y entrega cuajó muletazos por ambos pitones con el segundo de la tarde. Su faena con el quinto fue a más, cuajando buenos muletazos por el pitón derecho, pitón por el que el animal le brindó mayores opciones. Marco Pérez Lo pasó uno a uno, en una continuidad lenta repleta de clase y torería, tocando con firmeza y corriendo la mano, toreando muy asentado, totalmente encajado, dejándosela puesta, pero sin atropellar las series. En el sexto volvió a cuajarlo, alargando la embestida, llevándoselo a la cadera, envolviéndoselo con gran plasticidad.

Saludo Sergio Galán saludó al abreplaza dejando un rejón de castigo para después ligarlo a la grupa. Se lució con las banderillas al quiebro calando y conectando con el tendido, así como con las banderillas cortas y los cambios de cabalgadura, pero falló con el rejón de muerte.

Chicharro trató de encelar en su capote a un novillo suelto con el que logró estirarse. Fue en el quite cuando encontrara mayor lucimiento, pasándoselo muy ceñido. El animal se dañó la pata trasera y no podía apoyarla después del quite, por lo que tuvo que ser devuelto a corrales. En su lugar salió un ejemplar de José Vázquez al que Chicharro saludó estirándose con él en el capote. A pesar de estar herido y convaleciente decidió ponerse de rodillas para iniciar su faena sin probaturas, con un pase cambiado por la espada para después desarrollar una buena tanda por el pitón derecho. Se lo enroscó y se asentó con él. Un novillo pronto y con movimiento que le permitió darle ritmo a la faena y expresión, calando en los tendidos. Cambió al pitón izquierdo, teniendo que marcarle el recorrido a un novillo que iba embebido en la muleta. A pesar de todo ello, se metía ligeramente por dentro y tenía mejores inicios que finales, tomando mejor la tela que saliendo de ella, pues salía por arriba, impidiendo a Chicharro que pudiera limpiar el muletazo. Cuajó muletazos por ambos lados, pero falló con los aceros, hundiéndolo al tercer intento.

Marco Pérez saludó al primero de su lote con torería y mucha clase, llevándoselo a los medios, ganándole terreno. Poco a poco fue metiendo Marco al novillo en la muleta, con temple, despaciosidad y mano firme y baja. En poco más de media tanda ya había conquistado los tendidos. Empezó como un trasteo por abajo para después continuar sobre el pitón derecho. No tardó mucho en mostrarlo al natural, pero finalmente acabó desarrollando su faena intercalando pitones. Lo pasó uno a uno, en una continuidad lenta repleta de clase y torería, tocando con firmeza y corriendo la mano, toreando muy asentado, totalmente encajado, dejándosela puesta, pero sin atropellar las series. Le metió bien la mano, pero la espada no tuvo el efecto deseado y con el descabello le costó encontrar acierto.

Sergio Galán recibió al cuarto de la tarde, dejando un rejón de castigo con acierto. Cambió de caballo y se cambió el tercio, empezando con los palos. Lo llevó metido en la grupa, corriendo el redondel, encelado, apretando y ajustando mucho las distancias. El público estuvo con él en todo momento, apelándoles de manera directa y haciéndoles partícipe de su actuación. Deleitó con las largas y gustó con las rosas, con las que dio paso al rejón de muerte, que fue efectivo. 

El quinto salió de corrales, pero en el primer lance de recibo, el animal cayó y quedó inservible para la lidia. El presidente lo devolvió a corrales. En su lugar salió un novillo de José Vázquez, al que trató de saludar Chicharro, pues salió suelto, muy agarrado al piso, muy reservón. Tiró al picador del caballo y derrotó bruscamente contra él. Se vivieron momentos de tensión, aunque sin aparentes consecuencias. El novillo puso cuesta arriba el tercio de banderillas. Inició la faena de muleta a pies juntos con varios pases cambiados por la espalda desde los medios. Siguió por el derecho, por donde el toro le brindó mayores opciones, dejándose llevar, pasando y siguiendo el engaño. No humillaba ni se empleaba en exceso, pero Chicharro acabó por cuajarlo por el derecho, con temple y despaciosidad, llevando bien la altura, los tiempos y la distancia. Al natural, no encontró tanto el acople, marcando siempre el recorrido, cambiando rápidamente de pitón. Culminó por bernadinas excesivamente ceñidas en las que estuvo a punto de prenderlo. Dejó una buena estocada que no tuvo efecto. Tuvo que descabellar.

Marco saludó al sexto en un recibo largo y templado en el que se pudo estirar, ganándole terreno hasta llevárselo a los medios. Marco se fue a los medios para iniciar su faena de muleta con algunos pases cambiados por la espalda y después seguir a pies juntos. Se decidió por el pitón derecho, alargando la embestida, llevándoselo a la cadera, envolviéndoselo con gran plasticidad. El novillo, que era noble, se mantuvo fijo en el engaño, permitiendo a Marco pasárselo por donde quiso. Tampoco faltó el toreo al natural, con el que también llegó a los tendidos. El animal, mientras tanto seguía pasando y atendiendo a la tela, pero según se iba alargando la faena se fue apagando, acercándose a tablas. Metió una gran estocada al segundo intento, pero no fue suficiente para que doblara, teniendo que descabellar. 

Ficha del festejo:

El Espinar. Ejemplares de Toros de Orive y José Vázquez. Los animales dieron fuego y se prestaron en las faenas para que los novilleros y el rejoneador encontraran las opciones para el triunfo, siendo incluso ovacionados en el arrastre, como el sexto. Sergio Galán, ovación y dos orejas; Alejandro Chicharro, vuelta al ruedo y dos orejas; Marco Pérez, oreja y dos orejas tras aviso.

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