domingo, 19 de mayo de 2024

Silvia Ruiz: “Mi hijo es carne de mis entrañas y siento un miedo distinto, más profundo, más doloroso”

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PATRICIA PRUDEDNCIO MUÑOZ

Silvia Ruiz es la madre de Mariscal Ruiz y nuestra protagonista del Día de la Madre en Guarismo del ocho. De su mano conoceremos aún más al torero que esta misma tarde hará el paseíllo en la Real Maestranza de Sevilla, así como las emociones de una trayectoria que apunta alto. La conexión entre ambos es única, de hecho en cada plaza que torea Silvia siempre lo acompaña, allí Alejandro siempre la busca entre el público para dedicarle una mirada de complicidad. Ella ya sabía cómo era el mundo del toro, por su marido, también mentor de Mariscal, reconoce el esfuerzo titánico que supone estar en el camino, teniendo que dejar muchas cosas atrás para poder alcanzar lo que él quiere. Siempre han intentado que se criara como un niño totalmente normal, apuntándole a todas las actividades que podían y más, sin embargo, el toro siempre estuvo ahí y fue el que más fuerte pegó en el corazón del novillero. Además, Silvia también nos ha contado cómo es en casa, un chico muy familiar, muy alegre, muy extrovertido y que todo lo que hace, lo hace de verdad, porque le sale hacerlo.

 

¿Imaginaba que  llegaría el momento en el que te dijera “quiero ser torero”?
Siempre existió la posibilidad, lo único que tuvimos claro es que desde chico le íbamos a enseñar y a dar las posibilidades como a un niño normal. Le apuntamos a fútbol, baloncesto, atletismo, a guitarra… a todo lo que podíamos apuntarlo para que él emprendiera camino. Sin embargo, el tiempo ha ido poniendo las cosas en su sitio poco a poco.

 

¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando vio que aquella decisión va tomando forma?

A día de hoy le insisto en sus estudios, para mí es muy importante que él siga estudiando, está haciendo el segundo año de carrera. Él tiene su tiempo de estudio, de entreno, de ocio y de todo si se organiza bien. Es algo que llevo viviendo muchísimos años con mi marido, no me coge de sorpresa. Todo ha sido poquito a poco, viendo cómo le gustaba y disfrutaba cuando se ponía delante de la cara de los becerritos. No es lo que yo hubiese querido, pero tengo que aceptar las cosas tal y como vienen.

 

¿Cómo son las sensaciones al verlo torear? ¿Distintas a la que puede tener con su marido? 

Cambia por completo, con mi marido era una sensación y un miedo distinto al que pasó con mi hijo, no tiene nada que ver. Mi hijo es carne de mis entrañas y es otra cosa y siento un miedo distinto, más profundo, más doloroso, más sufrido, más de nervios… Es distinto completamente.

 

Son muchas las madres que prefieren quedarse en casa, en su caso, ¿prefiere acompañarlo? 

Yo trabajo y cada vez que puedo pido el día libre, hago lo que sea, para poder estar con él, me da tranquilidad. Prefiero estar en la plaza y ver lo que sucede a estar a expensas de un teléfono o de lo que te digan. Tanto con mi marido como con mi hijo, estoy mucho más tranquila, aunque es verdad que paso muchos nervios, que me pongo muy tensa, que a veces actúo de forma que ni me di cuenta, hablo, me quedo callada, me pongo muy seria, depende.

 

¿Cómo se viven en casa los momentos o los días previos a los días de festejos? ¿Cómo es en casa?

Es un chico, como vosotros veis, muy expresivo, muy alegre, muy cantarín… siempre contento y lo expresa todo muchísimo. Cuando torea o en los momentos previos, los días antes de torear, hay veces que está preocupado, que está más pendiente de sus cosas, de sus entrenamientos, de que no le falte nada, de las camisas, los vestidos, de estar pendiente de todas esas cosas. Pero sí es verdad que siempre transmite alegría y tranquilidad. Le gusta mucho estar en familia, con sus abuelos, con su abuelo paterno, con su abuela materna. Siempre va a verlos, le gusta hablar mucho con ellos y saber lo que piensan de él. También está muy cercano a su hermana y a su padre. Él intenta estar relajado y que no haya tensiones, lo que quiere es tranquilidad y hacer lo típico de una monotonía de un día a día cotidiano, porque es verdad que él es muy nervioso, aunque no lo parezca.

 

¿Cuáles diría que son las mayores dificultades a las que os tenéis que enfrentar día a día?

Siempre le digo que me gusta mucho que disfrute de la etapa que está viviendo. Lo que esté por venir ya se irá solucionando cuando venga y como venga, porque el futuro es el futuro. Nunca se sabe cómo va a venir. Gracias a Dios, está teniendo una etapa muy bonita y nos concienciamos día a día en vivir este momento tan bonito que está viviendo, el cual está disfrutando muchísimo. Además, le está haciendo disfrutar mucho a su familia, a sus tíos, a sus abuelos, a su madre también. Entonces lo que le decimos es que viva el día a día, aunque sabemos que es muy difícil, que vendrán etapas difíciles, que hay muchos toreros, pocas plazas y pocas fechas. Para nosotros es muy importante que él sea feliz, que disfrute el día a día, que es lo importante, porque ya lo hemos vivido con las trayectorias de su tío Salvador y su padre.

 

¿Cuáles han sido las tardes que más le han marcado?

Todas las tardes en las que torea tu hijo se quedan marcadas, en todas le sacas algo positivo o algo negativo. En todas las tardes pasas miedo, incluso hay momentos en los que quisiera desaparecer. El festival de Sevilla del año pasado que toreó con los matadores de toros para mí fue muy bonito, lo disfrutamos muchísimo. Para nosotros era una gran responsabilidad, pero también muy emocionante cuando ves que todo sale bien, que él se relaja y que disfruta.

Los días previos fueron de mucha presión, porque al fin y al cabo toreaba ya con figuras y era un cartel muy bonito y la plaza estaba llena. Sabíamos que todo el mundo estaba muy pendiente de él, que había mucho ambiente taurino. Estuvo muy a la altura y disfrutó muchísimo, que era lo que queríamos

 

Llega de una tarde importante en Úbeda y torea este domingo en Sevilla ¿Cómo le ve en el corto plazo, después de la tendencia que está marcando esta temporada?

Me gustaría que las cosas fueran más despacio,  me gustaría saborear y que él saboreara bien despacito cada tarde, y que todo, aunque fluya todo bien, pero más despacio. A mí me da la sensación que todo va muy corriendo. Es verdad, que veo que él tiene una proyección muy buena, cada tarde que torea va evolucionando muy bien y nos sorprende cada día más. Aquí en casa se le ve más tranquilo, pendiente de todas las faenas, se fija en todas las cosas que ve en televisión, habla muchísimo de toros, quiere estar siempre rodeado de gente del toro…
Para su tarde en Sevilla lleva días preparando las cosas y ha estado entrenando mucho. Por su cabeza pasan mil cosas, el traje que se pondrá, los estudios, los entrenamientos, por lo que no le da tiempo a pensar demasiado, el ritmo del día a día va muy rápido para él.

 

 ¿Os pide consejo de cara a estas tardes tan importantes?

Ya no tanto, él ya va haciendo su personalidad. Su padre y él comentan muchísimo, hablando de las faenas anteriores, porque cuando torea las vemos después, y él comenta con su padre, su tío y su abuelo.
Sin embargo, él ya va cogiendo su propio concepto, y aunque sí que nos escucha, él hace verdaderamente lo que quiere delante de la cara del toro, lo que le gusta, con lo que él se siente a gusto. Va en su propia línea, también ha visto mucho el toreo de su padre, el toreo de su tío y se fija en muchísimos toreros, pero tiene claro lo que le gusta, no hace nada obligado. Es verdad que es muy como en casa, es muy natural, muy sencillo, él hace las cosas porque le salen, lo mismo está bailando, que está cantando, que escucha flamenco, que se pone a bailar reggaetón.

 

¿Qué mensaje le mandaría para que él siga adelante y persiga sus sueños? 

Estoy muy orgullosa de mi hijo, es un niño muy bueno y estoy muy orgullosa de los pasos que da día a día. Tiene 19, casi 20 años, y viendo la juventud de hoy en día y viendo donde él quiere llegar, le digo que disfrute muchísimo, que saboreé cada momento, que le saque todo lo bueno a esos momentos tan bonitos que está viviendo. Lo que quiero es que él sea feliz, ya sea como torero, como albañil, ingeniero o lo que sea, me da igual, lo que quiero es que él disfrute y le salga todo bien y que disfrute de su vida, que sea feliz. Sé que tiene las ideas muy claras y que aunque está sacrificando mucho y se quita de muchas cosas, lo que está haciendo le gusta y es lo que verdaderamente le hace feliz.

Es una satisfacción muy grande y llena de alegría que me dedique esa sonrisa en las tardes que torea, aunque no haya cortado nada. Me llena el alma y son momentos que no están pagados.

 

 

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