jueves, 9 de mayo de 2024

Los matices de Patricia Prudencio en el coso de Las Luces

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PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ

El Coso de Las Luces en León (Guanajuato) celebró este sábado 3 de febrero una interesante corrida de toros. Los matadores Joselito Adame, Diego Silveti y Juan Ortega, que se midieron a los toros De La Mora.

La plaza llenó sus tendidos con un público que venía a disfrutar y a vivir la Fiesta. Fueron críticos, pero también supieron reconocer el trabajo bien hecho de la terna. Entre bromas y mucho sarcasmo iban haciendo sus peticiones y comentarios desde los tendidos. Todo un acto para festejar, tratando la corrida de toros como un evento de referencia y categoría, algo que en muchas plazas se ha perdido. Su carácter lleva implícito el respeto y la exigencia, pero sin abandonar su lado más sarcástico. Desde luego prestan atención a lo que está pasando en el ruedo, no se les pasa ni una.

Los toreros mexicanos, representados en esta ocasión por Adame y Silveti, derrocharon esa raza a la que nos tienen acostumbrados en los ruedos españoles, pero con una vuelta de tuerca más. Juan Ortega se adaptó a las embestidas mexicanas, dejando arte y clase en el coso de Las Luces. Hay una especie de sinergia entre torero y público, en la que ambos parecen entenderse. Puede que sea este el motivo por el cual todo lo que se hace en el ruedo cala de una manera más profunda.

Los toros para nada son los que puedes encontrar en cualquier ganadería española, algo que no es ninguna sorpresa y ya todos conocemos. Mucho cambia verlos en las plazas y poder analizar su comportamiento. Sus embestidas visten faenas de menos a más, ganando motor a partir de la tercera o cuarta tanda, haciendo que los finales del último tercio sean mucho más intensos y que por lo tanto se alarguen. Digamos que no se ve el momento de darle la suerte suprema, porque la entrega del animal en este punto es absoluta. Como todo en la vida, hay distintos tipos de toros y también se dejan ver los que te exigen con ese punto de bravura a los que hay poderles.

La tarde en León se vio truncada por los aceros, que de su buen uso hubiéramos podido disfrutar de una doble Puerta Grande. Fue Adame el único que paseó el triunfo de su primer toro, Ortega saludó una intensa ovación de la que se esperaba la vuelta al ruedo. Hubo toros muy interesantes, dejándose llevar hasta el final, embistiendo como carretones en la tela, haciendo las delicias de la plaza.

Todo lo que se vivió en la plaza de toros de León de dignó de atención, el casi lleno en los tendidos, el ambiente, los.monosabios, las tablillas hechas a mano, las faenas, los niños… Todo.

 

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