lunes, 20 de mayo de 2024

Hugo Hernández, triunfador del del XVII Trofeo de la Escuela El Juli

Trofeo El Juli
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MAR MUÑOZ

La Finca Feligrés albergó la  celebración del XVII Trofeo de la Escuela El Juli. En  una mañana soleada en la que  se pudo disfrutar de los avances de la escuela a través de sus alumnos, participaron  novilleros de la Fundación El Legado: Jesús García, Álvaro de CHinchón y Adrián Centenera  y los novilleros de la Escuela El Juli:  Sergio Rollón, Mariscal Ruiz, Hugo Hernández, Juan Cánovas, Salvador Herrero, Nicolás Cubero, Vicente Molina,  Miguel A. Castañares ,Alejandro M.García, Daniel Peiro, Álvaro Parraga, Alessandro Gómez,  Félix Sánchez, María Sanz y Daniel Abril que se midieron a 6 novillos de Ignacio López, que en líneas generales les permitieron lucirse y mostrar sus habilidades, destacando el excelente cuarto que fue aplaudido en el arrastre. El ganador de este trofeo fue Hugo Hernández.

Jesus García bregó al primero de la mañana para despues estirarse por veronicas y cerrar con una media. Comenzó la faena por abajo, probándolo para seguir sobre la derecha y sacarlo a base de muletazos largos. Le daba el pecho y tiraba de un novillo cada vez más parado. Cambió al natural y ligó una tanda tirando con los vuelos, dando paso a las luquesinas, pero el animal no repetía con lucimiento. Aprovechó su nobleza para que a base de tesón lograra una gran tanda, enroscándose con él, llevándole tapadito, logrando que la faena fuera a más.  Mató a la primera. Dos orejas y rabo.

Álvaro Chinchón saludó al segundo de la mañana con una brega, alcanzando a estirarse con el en los medios. En la faena de muleta, lo fue pasando hasta sacarlo del tercio y llevárselo a los medios.  Se definió por el pitón derecho, ligando los pases a media altura, bajándole la mano en el desarrollo de la tanda. Mostraba la muleta y tiraba del novillo, que obedecía al cite con prontitud. Cambió al natural, llevándolo largo, girándole la muñeca para enroscarse con el, con un novillo que colocaba la cara. Le perdía un pasito y tiraba, el novillo acudía, le dio tiempo le cambió de terrenos y con el pase de las flores ligó la siguiente. Sin embargo, por el derecho se quedaba más corto y le miraba, pero atendía al cite.  No tardó en recuperar el mejor pitón, el izquierdo, y con despaciosidad y torería le fue pasando ya de uno en uno, intentando ligar. Le pasó con pases invertidos en redondo y con un trincherazo le pasó el testigo Mariscal que le dio pases al natural de uno en uno, enroscándose con el, cerrando con el pase de pecho. Culminó al natural Álvaro, que tomó el estoque, lo cuadró y falló, pinchó. oreja

Centenera, con afaroladas en rodillas, recibió al tercero de la mañana para después lucirse por verónicas. En la faena de muleta, en los medios, lo citó de lejos y sin moverse se lo pasó por la espalda, prendiéndolo sin consecuencias.  Por el pitón derecho logró una tanda aplaudida en el tendido, mientras que al natural le llevó tapado, enroscándose con el, aprovechando los vuelos. El animal colocaba la cara, y aunque le faltaba prontitud, una vez tomada la muleta obedecía llegando hasta el final. Lo probó por el derecho, llevándolo pero se le metía por dentro. Le quedaba poco que decir, ya había marcado la querencia. Le buscó en el uno en uno y le volvió a prender mientras lo pasaba por ambos. Con un circular y el desplante cerró el último tercio.  Falló con la espada. aplausos oreja.

Rollón se estiró por verónicas en su saludo capotero. Tras un brindis al público se dispuso con el novillo, sacándolo a los medios. Al natural lo llevó con espaciosidad hasta el final, dando sitio y citando de lejos a un animal que acudía. Acortó algo más la distancia por el derecho, luciendo la bonita embestida del animal, que iba ensimismado en la tela, siguiendo las directrices de Rollón. Tuvo fijeza y colocaba la cara, creando un baile perfecto. Tomó los trastos Salvador, que se definió por la mano izquierda, pasándolo con elegancia. Se pasó la muleta a la mano derecha y lo citó de lejos, acudiendo con prontitud y siguiendo el engaño con ritmo, configurando pases templados y lucidos. Se volvió a encontrar Rollón con el animal, alargando así la faena, pero el astado seguía repitiendo en la tela. Sin embargo, antes de pasaportarlo, Mariscal lo toreó por ambos pitones, buscando la variedad, pasándolo por ayudados, luciéndose al natural con cadencia y despaciosidad. Retomó su toreo Sergio Rollón con un animal que le seguía permitiendo estar delante. En la suerte suprema dejó media estocada, siendo insuficiente y teniendo que usar el descabello. dos orejas.

Hugo Hernández se lució en su saludo capotero. Tomó los trastos  Juan Canovas que  se fue a los medios y en el inicio de faena se lo pasó por la espalda, manteniendo la quietud para seguir por el derecho. Cambió al natural llevándolo con temple, lejos y en línea. Le bajó la mano y cambió al pitón izquierdo y el animal seguía obedeciendo. Buscó recursos en su tauromaquia para adornarse, dando variedad y lucimiento al último tercio. Sobre el derecho le fue robando los pases con cadencia y torería, mientras que al natural lo llevó lejos con pases interminables, dejándosela puesta para darle continuidad. Salió Nicolás que empezó toreando al natural, uno a uno, buscando la ligazón, dando amplitud, aprovechando la repetición del astado. Alternó pitones, pero el animal ya acusaba la larga faena. Tomó el testigo Vicente que lo llevó en largo de uno en uno por el derecho. Retomó Hugo su faena, cambiándole de terrenos por ayudados, para después robarle algún que otro pase al natural con cadencia junto a tablas, le costó cuadrarle, lo mató recibiendo con habilidad.

Al último de la mañana, lo torearon entre los más  pequeños de la escuela: Miguel A. Castañares, Alejandro M.García, Daniel Peiro, Álvaro Parraga, Alessandro Gómez,  Félix Sánchez, María Sanz y Daniel Abril, que mostraron sus habilidades bajo la dirección e instrucción  de El Juli, que bajo al ruedo para acompañarles en sus faenas.

 

 

 

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