Entrevista 

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ

Francisco de Manuel es uno de los matadores de toros que hará el paseíllo este sábado 30 de abril en San Martín de Valdeiglesias, la quinta de la Copa Chenel. Compartirá cartel con Jairo Miguel y Ángel Sánchez, para medirse a los astados de Rehuelga y Monte la Ermita. El diestro, que tuvo un gran inicio en el mundo del toro, ahora espera que la Copa Chenel le ponga en boca de todos. 

Está preparado y se dedica, exclusivamente, al toro, algo que le apasiona y de lo que jamás se cansaría. Se muestra ilusionado y muy esperanzado, sabe que el sábado habrá una terna muy joven, con mucha hambre y que habrá una competencia muy alta. Su alternativa todavía está reciente, fue el pasado mes de agosto en Colmenar Viejo, junto con Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey, una tarde en la que triunfó y avala de cara a esta nueva temporada como matador de toros. 

¿Cómo llega la decisión de querer dedicarte al mundo del toro, de querer ser torero?

Mi padre fue matador de toros, después se hizo banderillero, así que lo he tenido en casa desde que nací. Lo veía como algo totalmente natural, cotidiano, familiar… Al final te pica el gusanillo, llegado el momento, me puse a entrenar con mi padre y decidimos apuntarme a la Escuela de El Juli. Por aquel entonces yo tenía unos 11 años y vivía en Arganda del Rey.

Describe aquella época en la que das tus primeros pasos… 

Fue una época muy bonita, una época de aprendizaje, aunque es cierto que nunca se deja de aprender en esto. Diría que es una época en la que todavía eres muy inocente, todo te sorprende y lo vives todo con mucho respeto. Además, esa época está llena de ilusión  vas poco a poco escalando puestos, empiezas toreando vacas en el campo… Entonces, ves que las cosas van yendo bien y que los maestros de las escuelas van confiando más en ti, así que te van incluyendo en becerradas y clases prácticas hasta llega el debut sin caballos.

Aquella etapa la recuerdo con muchísimo cariño y anhelo, porque me fue muy bien, pude ganar el Camino hacia Las Ventas, la Ribera del Tajuña. Pude torear en muchas plazas, en muchos certámenes importantes. Aquello me preparó muchísimo de cara a mi debut con picadores, etapa en la que creo que mi nombre empezó a sonar en el toro.

Has sido uno de los novilleros más destacados, ya desde tus inicios sonaba el nombre de Francisco de Manuel ¿Cómo la viviste?

En mi primera temporada con picadores toreé poco, unas seis novillas, de las cuales cinco salí en hombros. Eso me ayudó a que el año siguiente, con la ayuda del que entonces era mi apoderado, Carlos Aragón Cancela, me pusieran en Madrid dos tardes, una el 1 de mayo y otra en la Feria de San Isidro.

Para mí, supuso una apuesta muy fuerte, eran las dos primeras novilladas que toreaba en 2018. Confiamos en que saldría bien y así fue, mi nombre se puso en todo lo alto.

Si nos acercamos hacia esa recta final, la etapa de novillero con caballos, se acerca la presión de alcanzar el número de festejos, de estar preparado para dar el gran paso de la alternativa ¿Cómo fue?

Buscábamos torear el mayor número de festejos posibles para estar preparado, siempre en buenas condiciones y en ferias y plazas importantes. Esa última época se pensó más en la alternativa, en dar el paso. Sin embargo, en la temporada 2019, toreé mi última novillada en México, en octubre, sin saber que iba a ser mi última novillada, porque llegó la pandemia y no me volví a vestir de luces hasta que tomé la alternativa.

En definitiva, fue una última época de novillero en la que ni siquiera yo sabía que iba a ser así.

Nos vamos directamente al día de tu alternativa, nos vamos a la feria de Colmenar Viejo. Aquel día saliste por la Puerta Grande, triunfaste. ¿Qué sentiste?

Tuve la suerte de poder triunfar el día de mi alternativa, algo que se sueña desde que se empieza a querer ser torero. Uno sueña con hacerlo con dos figuras del toreo, en una plaza importante, con una buena ganadería, lo que pasó en mi caso. Tuve la suerte de que fuera así y pude triunfar. Lo viví con mucha responsabilidad, incluso con cierta presión, porque siempre quieres que salgan las cosas y más al lado de Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey, pero lo disfruté mucho y fui muy feliz. Creo que pude estar estar a la altura, para mí fue muy importante.

¿Cuál sido tus transición de novillero a matador de toros?

Es una transición que no se nota tanto. Es cierto que la embestida de un toro con 4 o 5 años ya es una embestida de adulto, con más importancia en todo lo que se hace… las miradas, los gestos, todo conlleva mucha mas seriedad.

Aunque no he podido torear muchas corridas de toros, llevo tres tardes, he podido torear toros en el campo y prepararme para que cuando lleguen estos días, el sábado 30 en la Copa Chenel y el lunes 2 de mayo en Las Ventas, pueda estar lo más preparado posible.

¿Cómo estás afrontando tu compromiso en San Martín de Valdeiglesias? ¿Cuál está siendo tu preparación? 

Uno intenta que los entrenamientos siempre sean intensos, independientemente de estar anunciado o no. Sin embargo, cuando me enteré que iba a torear en la Copa Chenel, cuando se hizo realidad, sin darte cuenta, intensificas mucho más la preparación, te concentras más y tratas de mentalizarte aún más todavía. 

Además, compagino el entrenamiento físico con el toreo de salón e ir al campo. Al final, son un cúmulo de circunstancias que hacen que estés todo lo preparado que puedes. Imagino que cada torero llevará su propia preparación, pero la mía se basa en torear mucho de salón, ir al campo y estar muy tranquilo, rodeado de gente que te aporte cosas buena y te sume buenos momentos.

¿En tu día a día te dedicas exclusivamente al toro?

Sí, actualmente, desde que terminé bachillerato me empecé a dedicar 100% al toro. Así que mis días están basados en el entrenamiento, en ver toros, ir al campo y torear cuando toca. Es lo que me gusta y nunca me aburro.

Retomamos el cartel de la Copa Chenel ¿Qué te parece la terna? ¿Qué te parecen las ganaderías?

Creo que el duelo ganadero es de los más interesantes que hay ahora mismo en la Copa Chenel. La ganadería de Monte la Ermita, quizá, no es tan conocida porque no ha lidiado tanto en plazas de primera, pero salen animales extraordinarios. El pasado año ya lidia en la Copa Chenel con un nivel altísimo.

Los de Rehuelga, por su parte, es una ganadería más contrastada. Es un encaste que me encanta, es Santa Coloma, y con el que,  afortunadamente, estoy muy familiarizado.

En cuanto a los toreros, Jairo Miguel es un torero joven que está con la hierba en la boca, algo parecido a lo que le ocurre a Ángel Sánchez, con el que entreno prácticamente a diario. Los dos vivimos en Colmenar Viejo y nos une una gran amistad.

Es un cartel que me ilusiona, somos tres toreros jóvenes, tres toreros que nos queremos abrir paso y esta oportunidad la vamos a aprovechar al máximo. Este sábado habrá una competencia muy alta.

¿Qué esperas de la Copa Chenel, con la labor que están llevando a cabo la Fundación y la Comunidad?

Espero que en lo personal me sirva para posicionarme en boca de todo el mundo y que empiecen a contar conmigo para las ferias. El ejemplo es Fernando Adrián, que yo creo que le ha ayudado bastante, su nombre ha sonado mucho al ser el triunfador.

Es una oportunidad, un certamen que nunca se había visto en el escalafón de matadores. Es muy necesario, así que les doy las gracias y enhorabuena a todos los que están luchando para que salga adelante. Repito, es una oportunidad de oro, con corridas televisadas y todo el mundo sabe lo que es la Copa Chenel y eso es lo importante, se está haciendo notar en la Tauromaquia, abriendo paso a los toreros jóvenes, que son quienes más lo necesitan.