Abría la tarde Rui Fernandes con el primero de Doña Guiomar Cortés de Moura  “Botelho”, que le corrió encelándolo hasta colocar el rejón de castigo.  Siguió tirando y cambió a las banderillas largas, falló con la primera, pero repitió y la puso en el sitio. Cambió de cabalgadura y el animal seguía la grupa con alegría pero ya iba mostrando cansancio. Logró un par al quiebro en los medios. El astado ya tomó querencia y Rui le cambió los terrenos y logró otra banderilla al quiebro en los medios. El rejoneador giro alrededor del astado y ya casi en parado le puso la última banderilla antes de volver a cambiar de cabalgadura  para volver a banderillear al quiebro. Cambió el caballo y tomó las rosas, que las colocó  muy justitas. Tomó el rejón de muerte y lo hundió de forma efectiva.

Diego Ventura  colocó la primera banderilla de castigo a “Campista”. En el cambio de caballo el auxiliador fue  protestado.  Ventura le llevó muy pegado a la grupa, colocándole una banderilla muy aplaudida en el tendido. Toreó de cercanía y se adonó tirando en redondo de un astado parado. Aún así siguió arrimando al caballo hasta topar con el toro. Cambió la cabalgadura y puso banderillas cortas al violín, lucidas y aplaudidas. Tenía el tendido entregado. Cambió a las rosas  adornándose con el caballo, las puso muy cerca. Tomó el rejón de muerte y lo hundió. Sin embargo, tuvo que descabellar, así que antes de pasaportarlo con un único golpe de verduguillo lo toreó a pie.

Rui Fernandes intentó encelar a “Culibri”, pero le faltaba  ritmo. Le puso el de castigo y tomó las largas, envolviendo al astado sin transmisión. Muy agarrado y con poca movilidad, Rui tiraba de el con el caballo de costado. El rejoneador tomó las distancias cortas,  topando el toro con la grupa del caballo. El animal carecía de movilidad Rui tomaba distancia para adornarse antes de poner las banderillas. Cambió de cabalgadura y siguió con las banderillas, siendo de frente la última que le puso.  Dejó paso a las banderillas cortas y a las rosas  para después culminar el rejón de muerte, que lo hundió de forma efectiva. 

Diego Ventura no esperó para poner el de castigo y torearlo con la banderita. Cambió de cabalgadura y lo enceló llevándolo muy pegado al caballo, quebrándose con el. Le citó de frente y le puso la primera  banderilla arrancando el aplauso del respetable. Lo volvió a hacer al quiebro y muy de frente. Cambió de caballo, le toreó de costado y puso una gran banderilla, siguió adornandose con el caballo a dos manos. Puso la siguiente levantando a la plaza, cambió el caballo y puso tres cortas muy justas y las rosas en las distancias cortas. Tomó el de muerte y lo hundió, pero el animal tardaba en doblar, así que pie en tierra espero su muerte.