Especial
PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ
La Ganadería Acosta es la protagonista del nuevo especial de Guarismo del ocho, “Descubriendo el campo bravo”. Las ganaderías, a través de vídeos enviados en exclusiva por los propios ganaderos a Guarismo del ocho, pretenden acercar el campo a los aficionados y a los que no lo son tanto. Un medio ilustrativo para desvelar todo lo que hay detrás de cada festejo, el trabajo diario, los animales o las instalaciones.
La Ganadería pertenece a la Unión de Criadores de Toros de Lidia desde 1996, al amparo del artículo 5b de los estatutos de esa Unión. Hubo una división familiar por parte de Diego Garrido, tio abuelo de Marcelino, y posteriormente de su madre, Consuelo Cañas Amores y su tía María Josefa que dividieron de mutuo acuerdo las 250 vacas de vientre y 125 en pares de costillar para cada lote.
El encaste es Benítez Cubero, desde 1939 de Casta Vazqueña por la línea de Hidalgo Barquero. Anteriormente al 39, que es la Guerra Civil, su familia tiene constancia documental y de cartelería que había ganadería desde 1813, pero en los años de la guerra el ganado se vio mermado, original de la línea Juan Bautista Conradi y la línea de su hija Cecilia Alonso.
La finca, Dehesa La Torre y el Toroñuelo, se encuentra en la provincia de Huelva, más concretamente en San Juan del Puerto, limítrofe con Cuadri, Millares y Prieto de la Cal.
Entre las características de sus toros, se encuentran la nobleza, la bondad y la durabilidad. Marcelino explica que son algo abantos de salida, que hasta que no sienten el puyazo no se despiertan, son muy noblones y les cuesta arrancar en las primeras embestidas en la plaza.
En la ganadería poseen cultivos de cereales y oleaginosa en secano. Además, durante la pasada temporada han reducido las vacas de vientre de cien a setenta madres. Los cultivos les aportan rastrojo para el verano y todo sus productos de paja, trigo de garbanzo y el pellet lo complementan con mejoras de pasto que hacen dentro de la dehesa. Además, tienen alcornoques que les proporcionan bellotas para el sustento de las vacas y los toros. Todo lo que siembran dentro de la dehesa para mejorar los pastos lo cosechan y muelen para los toros.
En la temporada han pasado por la ganadería las Escuelas Taurinas de Sevilla-Amate, Almería, Camas y Algaba, todo ello auspiciado por la Fundación Andaluza de Tauromaquia, con un capítulo económico que tiene la gobernación de la Junta de Andalucía para potenciar la fiesta brava.
También han pasado por la ganadería los aficionados prácticos que lleva Dávila Miura, Rafael Peralta y don Espartaco padre, que han venido a desarrollar algún tentadero. Además, Salvador Cortés tiene una plaza de tientas cerca de Acosta, llamada La Petatera de Cortés, donde a través de programas de streaming ha lidiado varios toros. También hemos contado con varios toreros que han estado en entrenando como José Antonio Canales Rivera, Salvador Cortés, su sobrino, David de Miranda o Juan Manuel Benítez. Nos vamos defendiendo.
Marcelino explica que ha sido un año difícil, pero que han adecuado su número de vacas a las posibilidades del campo, además de que tienen otra fuente de ingresos. Así que lo han llevado con dignidad. Nunca se ha ganado dinero con la ganadería, por ello el ganadero argumenta que es puro sentimiento, romanticismo y que para él es mantener el legado familiar desde 1813.
Marcelino es el pequeño de cuarenta herederos de Acosta y pudo comprar parte de la vacada y la finca. De hecho, vive en ella y se casó con una veterinaria a la que le encanta el campo. Él se encarga de poner los crotales, echar de comer, moler el pienso… es un operario más, a pesar de ser el dueño. Su padre siempre le enseño a realizar todas las tareas, para que antes de mandar a alguien, él supiera desarrollarla.
Toda esta situación, tal y como expone el ganadero, va a servir para regularizar el mercado de toros y vacas. Va a hacer recapacitar a muchos y los que sean ganaderos se mantendrán, pero lo que no, se irán cayendo. Culmina Marcelino Acosta con ilusión y esperanza de poder lidiar.
