lunes, 6 de mayo de 2024

Querer y no poder

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Crónica 

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ 
La Plaza de toros de Las Ventas abría la Feria de San Isidro este miércoles 10 de mayo con una corrida de toros y una alternativa. El espada Álvaro Alarcón la recibía de manos de Julián López “El Juli” y Andrés Roca Rey, como padrino y testigo, respectivamente. Todos ellos se midieron a un encierro de La Quinta, más que justo de fuerzas y de pocas opciones, aunque alguno, como si se tratará de un espejismo, dejó ver su obediencia y fijeza en la tela. Álvaro, que tomaba la alternativa, dejó pinceladas con un toro que cada vez se fue viniendo a menos. Con el sexto quiso hacer más que pudo, el animal no daba para más. El Juli diseñó una faena de despaciosidad y mucho mimo, con un animal de muy buenas condiciones, pero muy limitado. Nada pudo hacer con el segundo de su lote, salvo dejar una buena estocada. Andrés Roca Rey, ante el tercero de la tarde, dejó pase tras pase, pases sin contenido en los que no convenció. Algo similar ocurrió en el quinto, toro al que logró llevar mejor al natural, acortando distancias.
Salía “Cocherito” un toro de La Quinta al que saludó Álvaro Alarcón. Todavía con gente en las escaleras, el espada dejaba los primeros lances con un animal que tuvo que bregar y llevar, pero sin lucimiento. Se iba frenando en su entrada al percal.  Se llevó a cabo la ceremonia de alternativa, teniendo a El Juli y a Roca Rey como padrino y testigo, respectivamente. Volvió a salir, ahora a los ruedo para brindar al público, se fue junto a las tablas, sacándolo a base de mano baja y temple en el tercio. Probó a citarlo en la larga distancia, pero tuvo que acortar con el animal, ahora sí logró meterlo y ligar hasta tres muletazos. Tanto ajustó los terrenos que se le acabó quedando encima. Recompuso y siguió sobre el pitón derecho, de nuevo, teniendo que acortar distancias, volvió a sorprenderlo. Tomó el pitón izquierdo, uno a uno, abriendo y alargando el muletazo, con suavidad, metiéndolo, haciéndose con el. Siguió al natural, encontrando, en la despaciosidad y en la muleta en la cara, el sabor. Siempre reestructurando y buscando el sitio, manteniendo la altura. Cada vez más parado se quedaba sin contenido que mostrar. El animal dobló con prontitud.
“Bandolero” continuó la tarde en las manos de Julián López “El Juli”. Lo saludó, primero bregando y recogiendo la embestida, después se estiraría con el de La Quinta, que iba algo justo de fuerzas. Se saldó con aseo los tercios de varas y banderillas, alcanzando la faena de muleta. Se completó la ceremonia de alternativa y El Juli inició el trasteo, sacándolo al paso. Una vez fuera del tercio, continuó sobre el pitón derecho, adelantándole la mano. El animal seguía el engaño, pero había que mimarlo, no se le podía bajar la mano, ya que andaba justo de fuerza. Le mantuvo la tela en el morrillo, llevándolo al natural, de uno en uno, sin continuidad en la serie. Fue el Juli el que embistió y le fue robando las embestidas. El animal era noble y tuvo más facilidad para seguir los engaños por el pitón derecho, pitón por el que encontró mayor ligazón. Volvió al natural obligándolo todo lo que podía por abajo, uno a uno, manteniendo la fijeza del de La Quinta en la franela. Acudía con prontitud y, a pesar de la falta de fuerza, no deslució en las manos del diestro, que lo pasó a cámara lenta, aguantando el compás. Deslució en la suerte suprema.
Roca Rey se lució con el primero de su lote en el saludo capotero, al que fue ganando terrenos hasta sacarlo a los medios a base de verónicas. El tercero de la tarde se arrancaba en la larga distancia, por lo que el peruano aprovechó la inercia para darle continuidad al inicio. Encontró la ligazón y la entrega con el animal en los medios, en una tanda sobre el pitón derecho, en el que con el paso atrás y la muleta en la cara, enganchó las embestidas. Entre tandas lo dejó respirar, dándole tiempo y sitio. Lo mostró al natural, con un toro de prontutitud, movilidad y fijeza al que Roca Rey le dejó el pico fue tirando, dejándole sitio, sin terminar de cruzarse y buscarlo a pitón contrario. El peruano siguió dejando pases, pases sin contenido con los que no llegó a convencer. Falló con la espada.
Marcaba el ecuador del festejo “Molinero” y Julián López “El Juli”, con un saludo capotero bregado que culminó cuando el astado le arrancó el capote de las manos al diestro. En el trasteo con la muleta, tiró del astado y cambió los terrenos. Se lo llevó hasta los medios, dejando una primera tanda contenida con la que todavía no había llegado a romper. Dejó tiempo y sitio y retomó el pitón derecho exigiéndole por abajo… mientras tanto el público se mantuvo ajeno a la faena. Cambió al natural y de nuevo volvió al pitón derecho, pero el animal simplemente pasaba sin ningún tipo de entrega. El Juli decidió no alargar más una faena que no iba a tomar vuelo en ningún momento. Cambió la ayuda por la espada, una espada que fue certera y con la que el animal dobló.
Salió el quinto de la tarde, un toro al que Roca Rey bregó con aseo hasta rematarlo. Lo tanteó en los primeros compases de la faena de muleta, lo sacó a los medios y sobre el pitón derecho empezó a torearlo. El de La Quinta tenía movilidad, eso sí, sorprendiéndolo en más de una ocasión. Se le metía por dentro, soltándole la cara en una embestida informal. Siguió intentándolo, alternando pitones, perdiéndole pasos intentando encontrar un acople que parecía no llegar. Lo pasaba, le perdía pasos rectificada y lo volvía a pasar. Encontró al natural algún que otro pase, metiéndose en el tercio, empujando la embestida. Fue cerrando las distancias y salidas, metiéndole el engaño entre pitones. Sin embargo, la emoción no trascendió.
Álvaro Alarcón salió al sexto, al que bregó, recogiendo la embestida hasta encelarla en el capote. Lo más ovacionado de toda la tarde fue el tercio de banderillas, ovación que salieron a saludar Chacón y Herrera. Con la muleta ya en la mano, fue bordeando más tablas hasta alcanzar al animal, lo citó y lo tanteó por ambos pitones, pasándolo genuflexo, levantándose y bajándole la mano con cadencia y despaciosidad. Eligió el pitón izquierdo, luchando también con el aire y con un toro que no tenía una embestida del todo definida. Siguió al natural, pero el de La Quinta no bajaba cara, sacándola alta, abstraído de las demandas de Alarcón. Cambió al pitón derecho, estirando la embestida, pero sin que se vaciara ni entregará en la tela. Metió la mano con aseo, pero sin acierto.
Las Ventas. Toros de La Quinta para El Juli, ovación y palmas;  Roca Rey, silencio y silencio; Álvaro Alarcón, ovación.

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