sábado, 4 de mayo de 2024

Pinceladas sin triunfo en la tercera semifinal de la Copa Chenel

Facebook
Twitter
WhatsApp

Crónica 

 

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ 
Colmenar de Oreja acogía la tercera y última semifinal de la Copa Chenel. Los matadores de toros Manuel Perera, Isaac Fonseca y Fernando Plaza se midieron a los toros de Las ganaderías de El Vellosino y Araúz de Robles. La primera mitad del festejo estuvo marcada por los de El Vellosino, con faenas que no terminaron de romper, a pesar del empeño, cada uno en su concepto. Sin embargo, con los de Araúz no mejoró la tarde, no se encontraron los tiempos, el sitio ni el acople… tampoco lo pusieron fácil, pendientes del cuerpo, con salidas más bruscas. Manuel Perera tuvo pinceladas con el primero su lote, mientras que Fonseca buscaba en su toreo de raza la fórmula para sacarles partido. El más joven en alternativa, Fernando Plaza, encontró pinceladas con su temple y cadencia.
Abría la tarde “Madrileño” , un toro al que recibió  Manuel Perera. El animal salió suelto y tuvo que ser el diestro el que fuera a su encuentro para poder completar el saludó capotero. Fue más allá del tercio donde logró ligarlo con unas verónicas.Tras completado el tercio de varas y banderillas, Manuel Perera tomó la muleta y se acercó al animal muy despacio, apurando la media y corta distancia para empezar a pasarlo. Lo tanteó genuflexo y, seguidamente, empezó a torearlo sobre el pitón derecho. El de El Vellosino pasaba, sin terminar de ahormar su embestida en las demandas del diestro. Lo empezó a llevar a media altura, sin bajarle la mano, encontrando mayor armonía. Cambió la muleta de mano y, al natural, lo fue abriendo, siguiendo la embestida sin apartarle los vuelos de la cara, dándole salida. Retomó el pitón derecho, uno a uno, sin prisas, citándolo con los extremos de la franela, para llevarlo metido desde el inicio. Cada vez se fue parando más, así que Perera cerró la faena y culminó con una buena estocada.
Fonseca esperó paciente para recibirlo en su capote. Lo frenó de rodillas con una larga afarolada junto a las tablas. Después siguió estirándose del animal entre las ovaciones del respetable. Con un puyazo justo y bien ejecutado se cambió el tercio, un tercio de banderillas que entre Tito y Rey hicieron disfrutar al público, saludando una sonora ovación. Fonseca salió decidido, brindó al público. Se puso de rodillas y desde los medios lo citó para recibirlo en la franela. Dejó momentos de angustia pasándoselo muy ceñido. Siguió sobre el pitón derecho, completando una tanda con la que lo fue templando, llevándolo en largo, robándole cada pase. Cambió al pitón izquierdo, encontrando una faena más desordenada con la que parecía que el acople no terminaba de llegar. Soltaba la cara arriba, así que el mexicano trató de pasarlo uno a uno, echándole los vuelos con suavidad al morrillo y tirar del animal. Abrió el compás, y al final de cada pase volvía a recomponer la tanda, pero se le quedaba encima y derrotaba. Incluso parecía que le había llegado a alcanzar. No había opciones para el triunfo, pero el diestro siguió robándole pases por el derecho, bajándole la mano. Cerró por manoletinas y una estocada que hundió al segundo intento.
Salió el tercero de la tarde, un toro también de El Vellosino al que Fernando Plaza que lo templó en el percal con un saludo bien llevado y con el que se pudo estirar y lucir. Reinó el caos en el tercio de banderillas, dejando los palos de uno en uno. Brindó al público, dejó la montera sobre el albero y fue al encuentro con el animal. Lo citó en la larga distancia, en el tercio, para recibirlo en la franela por estatuarios, en un inicio largo, con un toro suelto al que costó meter. Le bajó la mano, se ancló en el firme y empezó a pasárselo a su alrededor. En el toreo al natural, le adelantó la mano, echándole los vuelos al morrillo y aguantándolo en un toreo pausado y suave con el que logró hacerse con la embestida. Volvió al pitón derecho, uno a uno, muy despacio, mostrándole la tela y tirando del animal, metiéndolo en el muletazo, haciéndolo pasar a cámara lenta. Apuntó las distancias y sobre su propio eje, sin moverse, encontró el compás con el que exprimirlo. Logró pasaportar al animal con el golpe de cruceta.
Salió el primero de Arauz de Robles, al que recibió Manuel Perera, llevándolo al paso, con lucimiento y gusto, ganándole terreno hasta sacarlo a los medios. El animal le metió la cara abajo, otra cosa fueron sus salidas. Llegó el último tercio y Manuel empezó a pasarlo ambos pitones, tanteándolo, pero sin despaciosidad.Cambió los terrenos y al natural tampoco encontró acople. A pesar de los tornillazos que el animal soltaba por ese pitón, Perera decidió insistir. Cambió al derecho, con un astado que entraba por abajo, pero que salía por alto, con una embestida violenta. Retomó el toreo al natural, cruzándose, guiando y marcando los pases, dándole salida, pero sin limpiar el muletazo o encontrar el temple con el. Paró, cambió de mano e intentó dárselos de uno en uno. Fue en los últimos compases, tras cambiar la ayuda con la espada, cuando logró llevarlo algo más en largo. Falló con la espada.
Isaac Fonseca saludó al segundo de su lote y quinto de la tarde, un toro que fue ovacionado en su salida. El mexicano se puso de rodillas y junto a las tablas lo recibió en el percal, con dos largas. Se levantó y siguió a base de verónicas, captando la atención de los tendidos. Fonseca lo tanteó genuflexo, probándolo por ambos pitones, después tomó la muleta sobre su mano derecha, pero se descubrió y el animal lo desarmó. Se recompuso y volvió, ahora por el pitón izquierdo, muy despacio fue tirando del animal, pero no se le veía cómodo. Lo pasó, pero se le quedaba muy encima en las salidas, soltándole la cara y buscando. Lo movió, lo volvió a pasar y siguió al natural, sin lograr completar una tanda. El de Arazu de Robles no se dejaba pasar, así que en el tira y afloja Isaac trató de hacer y buscar las teclas, sin éxito, el astado estaba más pendiente del cuerpo que del engaño. Isaac lo pasaportó tras varios intentos.
Cerraba la tarde Fernando Plaza, con un toro de Arauz de Robles, al que recogió en el capote y lanceó con gusto, ganándole terreno hasta sacarlo del tercio. Tras el desconcierto del tercio de banderillas, el diestro brindó, tomó la franela y lo esperó para empezar a pasarlo por abajo, con un trasteo suave y comedido en el que le fue sacado del tercio. Eligió el pitón izquierdo, dejando una primera tanda corta, pero con pases más largos y templados. Las salidas eran más descontroladas. Cambió de mano y de pitón, bajándole la franela, tratando de hacerse con la irregularidad que el de Arauz de Robles le prestó. Uno a uno, con el toreo al natural le echó los vuelos y fue tirando del animal, muy despacio, tratando de limar las asperezas. Retomó las embestidas por el pitón derecho,  intentando que no tocará la tela y se terminará de descomponer en sus salidas. Pases largos a media altura, con torería y cadencia, cuando se dejó, fue lo que marcó la faena. Falló con la espada.
Colmenar de Oreja. Toros de El Vellosino y Araúz de Robles para Manuel Perera, vuelta al ruedo y palmas tras aviso;  Isaac Fonseca, ovación tras aviso y vuelta al ruedo; Fernando Plaza, ovación.

Entradas Relacionadas

Scroll al inicio