sábado, 4 de mayo de 2024

Entre la gloria y la enfermería

Facebook
Twitter
WhatsApp

Crónica 

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ

Las Ventas comenzaba su Feria de Otoño con un mano a mano de nombres propios. Víctor Hernández y Alarcón se medían a los astados de Fuente Ymbro. Un encierro que dejó opciones, entregándose en la tela, humillando y colocando la cara. Acusaron en la durabilidad, por lo que los novillero tuvieron que dosificar muy bien las embestidas para que aguantaran el último tercio. Para Álvaro Alarcón la tarde se complicó con el segundo, que lo prendió, dejándolo visiblemente herido. Sin embargo, tras pasar por enfermería volvió al ruedo para estoquear a los de su lote. Trazó faenas de distancias cortas y mucho temple, pero sin dejar de ceñírselos. Víctor Hernández alargó sus faenas, pero toreando con aplomo y determinación. Fue el madrileño el único que tocó pelo en la tarde, paseando una oreja en el cuarto.

Salió el primero de la tarde, de nombre “Taconero”, al que Víctor Hernández saludó con una larga cambiada de rodillas. Siguió, primero bregando hasta ganarle terreno y después estirándose. Brindó e inició la faena desde los medios, esperándolo a pies juntos, jugandosela por la espalda con algún que otro pase cambiado que tuvo que rectificar. Le dio tiempo y sitio antes de empezar a llevarlo, con despaciosidad y mucho temple. El trazo era largo, mostrando la salida, dejándosela para que volviera y se encontrará ese acople y ligazón en la faena. Le costaba retomar la tandas, pero una vez que emtraba el animal respondía, cada vez más corto, aunque humillando abajo. Cambió al natural, con un pitón izquierdo al que todavía le quedaba contenido. Cuidó las embestidas, dosificándolas para estirar el último tercio. Poco más que añadir a un novillo cumplidor y entregado, que siguio la tela abajo con celo. Culminó por Bernadinas.

Álvaro Alarcón saludó al primero de su lote, un novillo suelto y con poca entrega en la tela. Inició la faena bajo los terrenos del siete, tanteándolo por ambos pitones, todo por abajo, genuflexo. Se lo llevó a los medios y optó por el pitón derecho, con una embestida en la que empezaba tomando la tela por abajo, pero salía soltando la cara. Lo estaba midiendo y al final lo prendió bruscamente. Lo prendió y tuvieron que hacerle un torniquete con el fajín, porque quiso seguir en la cara del novillo. Fueron tandas de incertidumbre y distancias cortas, de vergüenza torera. No quiso alargar más la faena, una faena en la que mostró el peligro sordo del animal. Mató con acierto y determinación.

Víctor saludó al segundo de su lote con lucimiento, estirándose con el percal. Tras un buen tercio de banderillas, llegó la faena, la cual inició con mucha suavidad, pasándolo por ambos pitones hasta ganarle terreno y sacarlo del tercio. Eligió el pitón derecho, dejándole la mano adelantada para enganchar la embestida y llevarle metido a lo largo del muletazo. Se lo llevó hacia atrás, todo lo que su brazo le permitió, dejando un trazo largo con el que se encajó y se encontró el compás entre ambos. El de Fuente Ymbro tuvo condiciones que fueron mermando. Cambió al natural  algo más decompensado lo fue templando, pero sin lograr limpiar el muletazo. Recuperó el pitón derecho, pero parecía ganarle la partida el animal, quedándose encima, protestando, simplemente pasando. Cerró su faena con una estocada arriba y de efecto fulminante.

Fue Víctor el que le dio continuidad a la tarde, recibiendo al tercero, meciéndolo con suavidad en el saludo capotero. Víctor lo tanteó para sacarlo, poco a poco, fuera del tercio. Después lo citó en la larga distancia, aprovechando la inercia y envolvérselo a su alrededor. El novillero volvió a espaciar las tandas, dejándolo respirar, dándole sitio. Retomó la serie sobre el pitón izquierdo, llegando a meterse por dentro. Insistió sobre el mismo pitón, firme en la arena, dejándole el vuelo y guiándolo con suavidad, abriendo el compás, pero siempre recogiendo la embestida a su salida. El último tercio se desarrolló, mayoritariamente, al natural, expresándose con gusta y torería, arqueándose, mostrándole la mano adelantada para después dejársela atrás y seguir. La continuidad llegó con el uno a uno, aguantándolo en el sitio, a pesar de los avisos. Cerró de rodillas, cerca de tablas, a favor del animal.

Álvaro volvió al ruedo para estoquear a los de su lote. Saludó al quinto, bregándolo sin poder estirarse con el animal. Se fue a los medios y brindó al público, después lo buscaría en los terrenos del ocho, donde lo citaría en la larga distancia, pasándolo por estatuarios, anclado al albero. Continuó sobre el pitón derecho, envolviéndoselo a la cintura, dejando el paso atrás y ligando un pase tras otro. Cambió al natural, dejando que los vuelos, después de situarse en el sitio, le llevaran con cadencia y torería. Álvaro respetó el tiempo, dejándolo respirar para volverlo a meter en su muleta. Se la dejó puesta y con un sutil giro de muñeca lo volvía a colocar. Sin embargo, la intensidad de la faena fue a menos, cada vez había que fijarlo más para meterlo en el cite, se quedaba corto y parecía haberse quedado vacío. El novillero, que no quiso dejarse nada, acortó las distancias. El novillo se resistía a doblar.

Cerraba la tarde un novillo que se dejó llevar en el saludo capotero. Alarcón lo saludó, primero con una brega llevada, para después estirarse a la verónica. Se acercó muy despacio, iniciando la faena de muleta por abajo, junto a las tablas. No tardó en tirar del astado y sacarlo a los medios, todo ello entre las protestas por el de Fuente Ymbro. Siguió toreándolo, sobre el pitón derecho, sin bajarle la mano, aireando las embestidas, haciéndolo pasar pero sin que se sintiera podido. Empezó a citarlo arriba y a bajarle algo más la mano en su salida, pero el animal solo pasaba. Cambió de mano, con un toreo al natural basado en el uno a uno, dejándole el engaño en el morrillo para tirar del astado y encauzar la embestida, pero no había mucho más que mostrar. No hubo acierto con la espada.

Las Ventas. Novillos de Fuente Ymbro para Víctor Hernández, ovación tras aviso, ovación tras petición y oreja; Álvaro Alarcón, ovación tras ser herido, ovación y 

Entradas Relacionadas

Scroll al inicio