martes, 7 de mayo de 2024

Clausura del centenario del nacimiento de Antonio Bienvenida 1922-2022

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GUARISMO DEL OCHO 
La Sala Antonio Bienvenida acogía, en la mañana del domingo 2 de octubre,  la “clausura del centenario del nacimiento de Antonio Bienvenida 1922-2022” Dinastía Bienvenida. “Cien años del nacimiento de un mito”. Para ello tomaron la palabra Miguel Abellán, Roberto Piles, Javier Hurtado, Julián Agulla y Juan Lamarca.
Se definió a Antonio Bienvenida como un dominador de todas las suertes, con una personalidad que ha trascendido. Aunque, hablar Dinastía Bienvenida es hablar de toreros, fue Antonio quien portó todos los valores de la familia. 
Miguel Abellán, director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, intervino haciendo referencia al legado histórico que dejaron, el cual tenemos la obligación de moral de recordar a figuras como Antonio Bienvenida. “Es bonito y muy importante que se repase la trayectoria de un torero que ha sido la figura más importante de Madrid y del resto de Ferias de España. Es un espejo y referencia, todo lo que hacía, lo hacía en torero”, explicaba Abellán.
Julián Agulla se remontó a los inicios de la Dinastía Bienvenida, una Dinastía con mucha relevancia y trascendencia. Además, quiso destacar su forma de andar y lo reconocible que era, algo que en la actualidad quizá se ha perdido. Enfatizó: “Esa forma de andar, su forma de torear, siempre con una sonrisa permanente”.
Javier Hurtado no pudo disfrutar del toreo de Antonio Bienvenida en las plazas de toros, era demasiado joven. Pero su primer contacto llegó a través de su abuela, una gran aficionada de Bienvenida, ya que para a ella le transmitía tranquilidad, desenvolviéndose en el ruedo. Sin embargo, por su profesión ha podido ver filmaciones, cortas, lo que le hace pensar que algún tiempo pasado fue mejor. “Bienvenida dejó una estela, un rastro luminoso”, culminaba su intervención.
Miguel Mejías trazó un pequeño esbozo de cómo sentía el toreo Antonio Bienvenida. “La afición de Antonio lo convertía en un auténtico analista de los comportamientos, de las embestidas. Lo hacía migajas. Tenía una gran facilidad y naturalidad, con una gran obsesión por torear despacio, limpio y ajustado”, detallaba así Miguel. 
Cerraba el acto Miguel Abellán, que reflexionó sobre la importancia de estas charlas sobre toros. De hecho, las echa de menos, ya que antes se celebraban de manera improvisada. Por ello, pide que se hable más de toros, donde podamos y con quien podamos, porque hblar de toros nos enriquece como personas.

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