sábado, 4 de mayo de 2024

Duarte Fernandes y Sergio Pérez abren la Puerta Grande

Facebook
Twitter
WhatsApp

Crónica

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ
Colmenar de Oreja celebraba un festejo de rejones este sábado 10 de septiembre. Óscar Borjas, Duarte Fernandes y Sergio Pérez se midieron a los astados de Los Ronceles. Los animales dejaron una continuidad intermitente, siendo el tercero y el sexto los que obligaran a Sergio a hacerlo todo a toro parado. La Puerta Grande la abrieron Duarte Fernandes y Sergio Pérez, tras repartirse tres orejas cada uno. Los aceros impidieron que se cortaran más triunfos. Óscar Borjas puso empeño y entrega.
Abría la tarde Óscar Borjas, que logró fijarlo a la grupa, no sin que el astado le ganara la partida. Había que provocarlo para que le diera continuación. Dejó hasta dos rejones de castigo, ciñéndoselo. Lo corrió de costado, adornándose para dejar el primer palo, después lo fue envolviendo, buscando la fijeza, pero el astado no tardaba en desligarse. Óscar Borjas apuró las distancias, para después lucirse buscándolo al quiebro y dejar los palos. En corto el animal se dejaba llevar a un tranco poco uniforme, a pesar de que este respondiera con intermitencia. Le provocó un derrame con el rejón de muerte.
El segundo de la tarde salió corriéndose la plaza, desplazándose y atendiendo con celo a Duarte Fernandes. Logró dejar dos rejones de castigo sin demasiado acierto, aunque manteniendo fijo al astado. El animal mantuvo el tranco, siguiendo la grupa del caballo. Tras un cambio en las cabalgaduras, no dejó de provocarlo, tratando de mantener la movilidad de su actuación. Con los palos se lució al quiebro, dando variedad  aprovechando las condiciones que le brindó el astado. Tampoco se olvidó del público, al que quiso hacer partícipe de cada uno de sus movimientos, lo cautivó. No solo lo hizo con las largas, sino que también lo exprimió en las cortas, que dieron paso al rejón de muerte.
Mucho más parado salió el primero del lote de Sergio Pérez, tuvo que hacerlo todo él. Dejó dos rejones de castigo, siendo Sergio el que lo corriera a su alrededor, pues el astado no le seguía. Hizo el cambio de caballo y empezó con las banderillas, dejando pares muy ovacionados por el respetable. La fijeza del animal llegaba con el inicio y en las distancias cortas, después se perdía la continuidad. Aprovechó los parones del astado para dejarlo en suerte y buscarlo al quiebro para dejar los palos. Los dejó en lo alto, para después ceñírselo a la grupa y lucir los últimos compases de la faena. Cambió la cabalgadura y lo envolvió para dejar las banderillas cortas, todas ellas entre ovaciones. Lo mató con acierto y rotundidad, al segundo intento.
Marcó el ecuador de la tarde un astado con movilidad y que apretaba, sin dejar margen de error a Óscar Borjas con los rejones de castigo. El astado se mantenía fijo en el caballo, atento a cada uno de sus movimientos, siguiéndolo a la mínima provocación. Con el cambio de caballo llegaron las banderillas, empezando por las largas, las cuales dejó con variedad, arqueándose. Incluso las dejó soltando las riendas, con el sombrero en una mano y con la banderilla en la otra. Para las cortas, apuró las distancias, corriéndolo por las tablas hasta dejarlas. Sería con el rejón de muerte cuando lo sacaran a los medios, siendo allí donde le envolviera hasta pararlo y dejarlo. 
Duarte Fernandes trazó un buen inicio en la salida del astado, dejando los rejones de castigo con habilidad. A base de voz y de dejarle la grupa en la cara le consiguió coser al recorrido del caballo. Lo mantuvo muy metido. Le dio continuidad con las banderillas, aprovechando la movilidad que le ofreció el quinto de la tarde. Lo paró, para después buscarlo en las distancias largas y dejar los palos al quiebro, todo ello sin que hubiera un parón que le restara a su actuación. Tras varios cambios de caballo, llegaban las banderillas cortas, en las que arriesgó para dejarlas por la espalda, arqueándose. El astado ya había empezado a acortar su embestida, pero antes de pasar, directamente, al rejón de muerte, hubo un nuevo cambio en la cabalgadura. Mató con acierto.
Sergio Pérez saludó al último de la tarde, atándolo en corto, dejándolo fijo a la grupa. El astado tenía medias arrancadas que le apretaban al caballo de Sergio. El rejoneador sacó a “Fonseca” para empezar con las banderillas. Sin embargo, al astado había que medirlo en cuentagotas y mimarlo para que aguantara la faena. Sabía como llamar la atención del animal, que se había emplazado. Por este motivo, fue Sergio el que lo puso todo, dejando todo su empeño por lucirse, ya que el astado se negaba a arrancarse y entrar a las provocaciones. Todo en el sitio. A pesar de que no había contenido que exprimir al astado, Sergio continuó en su empeño, culminando con las banderillas cortas, también a toro parado. El animal dobló con el golpe de cruceta.
Colmenar de Oreja. Novillos de Los Ronceles para Óscar Borjas, ovación y palmas; Duarte Fernández, oreja y dos orejas; Sergio Pérez, dos orejas y oreja.

Entradas Relacionadas

Scroll al inicio