Con doce minutos de retraso comenzó el paseíllo en Bilbao, Talavante llegó tarde a su cita. La terna la formaban Morante, Talavante y Ureña que se medían a los del Puerto de San Lorenzo, astados de juego variable. Morante no tuvo opciones con los de su lote, aunque sí mostró su arte con el primero, al segundo lo pasaportó. Talavante cortó una oreja al primero de su lote y no tuvo opciones con el segundo. Ureña cortó una oreja al tercero y una al último de la tarde con una faena de mando y arte.

Con una labor de brega a “Pitinesco” abrió la tarde Morante en Bilbao. Genuflexo en el tercio comenzó su faena sobre el pitón derecho para después sacarlo a los medios con torería. Al natural tiraba de él de uno en uno, tenía una embestida sin ritmo. Todo lo puso Morante, que se adornó con su tauromaquia, el animal no era de lucimiento. Mató con aseo. Ovación.

Talavante pasó por el capote a “Carcelero” con unos lances de recibo. En el tercio, por estatuarios comenzó su faena. Cambió al natural y con templanza le llevó con suavidad a media altura. Cambió al pitón derecho con el que logró una tanda en redondo con ritmo, le dio tiempo y siguió toreándole, al compás de la banda de Bilbao, con temple. Le fue obligando y el astado seguía respondiendo. Cerró con una gran tanda por la derecha antes de matar de una buena estocada. Oreja.

“Misterio” mostró poco interés en el capote de Ureña, hasta que este le enceló con unos lances de recibo. Azuquita tuvo un percance en banderillas, el astado le empotró contra las tablas y le obligó a pasar por la enfermería. Tras brindar al respetable, después del primer pase genuflexo en el tercio, el animal salió suelto y el subalterno tuvo que ir a cerrarle. Nuevamente en el tercio y genuflexo por la derecha comenzó Ureña a obligar al astado imponiéndose. Siguió sobre el pitón derecho y con cite y mando le iba llevando. Tenía una embestida incierta, brusca con poco recorrido y violenta. Al natural se mostraba reservón y sacaba la cara alta, le toreo de uno en uno imprimiendo mando iba de más a menos áspero y sin lucimiento. Volvió al derecho y logró una tanda reconocida por el respetable, estuvo muy por encima de su adversario, se tiró muy derecho y fue cogido al entrar a matar. Logró una buena estocada. Oreja.

A “Rumbero” le recibió Morante con unos lances firma de la casa. Genuflexo, por ayudados, en el tercio comenzó Morante a torear a su adversario para seguir sobre el pitón derecho. El toro pasaba a media altura y con actitud defensiva. Morante le macheteó y alivió la faena, fue a por el estoque hundió medio pero suficiente. Silencio.

A penas pudo estirarse Talavante con “Cuba”. Brindó en los medios, en el tercio lo pasó por ambos pitones y siguió toreando con la derecha. Le sacó del tercio y al natural le fue sacando bonitos pases. Sobre el derecho tiraba de el ligando los pases con mayor sometimiento. Volvió al natural, le abría el compás, aunque le costaba. Por el derecho tenía mejores condiciones para el lucimiento, pero el animal ya no quería pelea y se fue parando hasta ya no moverse lo que obligó al matador a tomar la espada cuadrarle y matar con aseo de forma efectiva. Aplausos.

“Campanero” salía suelto del capote que le mostraba Ureña. Por estatuarios en el tercio comenzó a torear sacándole a los medios al natural, por abajo, para seguir sobre ese pitón, el animal media, el diestro tuvo que rectificar. Ureña le obligaba intentando templar su embestida y logró algún pase con arte llevándole lejos. Pase de las flores para empezar por el derecho y llevarle en redondo cerrando con pase de pecho al compás de la música. Le daba el pecho y tiraba de el con mando. Volvió al natural con pases invertidos en redondo para el epílogo de su faena y naturales con la mano derecha pasándole por ambos pitones despertando al respetable. Tomó la espada y genuflexo le dio los últimos pases por ambos pitones. Se perfiló y enterró la espada algo defectuosa de colocación pero efectiva. Dos orejas.

Morante, ovación y silencio.

Talavante, oreja y aplausos.

Ureña, oreja y  oreja.

Inidencias

Azuquita no puede continuar con la lidia, tenía dolor de costillas y necesitó oxígeno.

Ureña pasó por enfermería, fuerte golpe en la cadera sin cornada, aunque tenía que volver a la enfermería después de la lidia del ultimo de la tarde para ser intervenido.