lunes, 29 de abril de 2024

Armendáriz y Palha cortan una oreja en Madrid

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Crónica

GUARISMO DEL OCHO

La plaza de toros de Madrid continuaba con la temporada taurina. En esta ocasión, este jueves 11 de agosto acogía un festejo de rejones en el que Roberto Armendáriz, Iván Magro, Francisco Palha, Miguel Moura, Pérez Langa y Óscar Borjas, que confirmará alternativa, se medían a los astados de José Cruz. Resultó un encierro complicado de llevar en el que había que poner mucha entrega y voluntad, pues el astado no colaboraba demasiado en las actuaciones de los rejoneadores. En el festejo destacaron Roberto Armendáriz y Francisco Palha tras cortar una oreja al segundo y cuarto de la tarde, donde se dejaron llevar para inventarse una actuación de difícil desenlace, pero que acabó en triunfo. Palha tuvo en suerte un toro con mayor movilidad y continuidad, pero hubo que provocarlo para exprimir las condiciones que este prestaba. Los rejoneadores tuvieron que buscar las teclas en los que les tocaron en suertes, sinero una tarde en la que las banderillas al quiebro abundaron.

Óscar Borjas, que confirmaba, abría la tarde junto a “Nigeriano”, un toro que tuvo alguna arrancada suelta en el inicio y que seguía de manera intermitente al caballo. No encontró una continuidad, aunque en una de sus aproximaciones dejó el rejón de castigo, aparentemente, en lo alto. Cambió de caballo y volvió al ruedo, pero en el intercambio uno de sus auxiliadiores se excedió en capotazos. Logró encelarlo, llevándolo cosido a la grupa hasta pararlo en los medios, para después ceñírselo y dejar las primeras banderillas. Fue la primera al quiebro, muy aplaudida. Siguió con los palos, buscando el lucimiento y la ligazón con un animal parado y que respondía a la provocación. Llegó el rejón de muerte, que dejó con habilidad. Alargó buscando algo más con las cortas, dejándolas en buen sitio y con pulcritud. El rejón de muerte lo metió con habilidad y acierto.

A “Balarrasa” lo recibía Roberto Armendáriz. El animal salió suelto y sin demasiado interés, arrancándose cuando le pasaba cerca, pero sin terminar de seguirlo, por lo que trató de correrle y mantenerlo, le dificultó el rejón de castigo. Había que mimar las embestidas, tratándolo con mucha suavidad, así que ajustó las distancias, siendo el caballo quien tuviera que hacerlo todo ante la escasa colaboración del astado. Le buscaba de vez en cuando, soltándole la cara. Buscó opciones y trató de aprovechar lo que el animal le prestaba, siendo ovacionado en cada banderilla, citándolo en la larga distancia hasta encontrarse con el José Cruz en el quiebro. En las cortas lo fue envolviendo hasta dejárselas en todo lo alto. El rejón de muerte tuvo un efecto rápido.

Iván Magro salió para recibir al tercero de la tarde, un astado de nombre “Incitador”. Fue a buscarlo a la puerta de chiqueros, logrando de que después de que saliera hacia el siete, se encelars en la grupa y lo llevara metido. Poco le duró la fijeza, tuvo que provocarlo y llamarlo con la voz para que se fijara en el caballo. Alargó el rejón de castigo, que no logró ceñirlo lo suficiente durante el tiempo necesario. Cambió de cabalgadura, buscando el calado en el público, un impacto que no llegaba con el de José Cruz. Trató de dar emoción, dejando los palos al compás de las palmas, para después ceñírselo y correrlo junto a las tablas. El animal buscaba, intencionadamente, la madera, encerrándose en ella y teniendo que sacarlo Magro. Mucha voz, pero poca fijeza de “Incitador”. Con el rejón de castigo, lo buscó dejándoselo en el morrillo, no encontró acierto.

Francisco Palha encontró un toro de mayor movilidad y no esperó para dejar el rejón de castigo. Lo buscó en la larga distancia, encontrando las arrancadas del de José Cruz tras el rejón. Fue tras el caballo, siguiéndole la grupa con celo. Cambió de caballo, para salir y fijarlo en los medios. Después se fue a las tablas, provocándolo y dejarle los palos al quiebro, ajustando los tiempos y distancias. El de José Cruz tenía más fijeza que los anteriores, lo que le permitió a Palha recrearse con expresión durante las banderillas. No abusó y tampoco lo quiso mover en exceso, pues el astado cada vez se frenaba más, pero pareció no importarle al rejoneador, que aprovechó para dejar los palos al quiebro. Encontró continuidad y ligazón en los últimos compases, llevándolo cosido mientras recorría la plaza. Culminó su actuación dejando un buen rejón de muerte en todo lo alto y en el sitio que resultó fulminante.

Miguel Moura se fue directo a la puerta de chiqueros para recibirlo con el rejón de castigo, sin probatura alguna. El astado tenía un ligero son con el que intentaba seguir las provocaciones de Moura, arrancándose con la mirada fija en el caballo, dejando ejecutar el par con pulcritud y armonía. Poco a poco lo iba envolviendo, hasta tenerlo totalmente metido y trazar lo que sería la siguiente banderilla, también al quiebro, en las distancias cortas. Había continuidad, lucimiento y mucho movimiento en la actuación de Moura, que lo corrió ligado al caballo, sin dejar nada al azar. Se mostró con ganas de triunfo en el coso madrileño. Para las banderillas cortas, más cerca ya de las tablas, fue el rejoneador quien lo dejara fijo en la arena y el le dejará los palos. El rejón de muerte quedó certero.

Pérez Langa y “Ebrio” cerraban la tarde en Madrid. El de José Cruz salió ligeramente suelto, muy agarrado al suelo, sin dar continuidad ni lucimiento a los primeros compases. Fue calando poco a poco en el público, haciéndole partícipe de su actuación, dándole emoción en cada banderilla, dejándola al compás de las palmas del respetable. El de José Cruz daba una continuidad intermitente, con cierta fijeza en el caballo. Lo apuró en los medios, buscándolo, teniendo una respuesta unánime desde los tendidos. Cautivó con sus últimos palos, jugando en las distancias largas y cortas, culminando al quiebro. En más cortas, lo fijó y envolvió. Culminó dejando un par en la cara del astado. No encontraba acierto con el rejón de muerte.

Madrid. Toros de José Cruz para Roberto Armendáriz, oreja; Iván Magro, ovación tras aviso; Francisco Palha, oreja; Miguel Moura, Pérez Langa y Óscar Borjas, palmas.

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