La última de Bilbao, compuesta por los míticos Miuras. Hicieron honor a su nombre, sin emoción ni transmisión y mucha agresividad. Los diestros que daban forma a la tarde eran Domingo López Chávez, Manuel Escribano y Fortes. Ninguno de los espadas pudo cortar trofeo, pues fueron imposibles las faenas aunque no por falta de ganas por parte de los diestros.

Domingo López Chávez recibió a “Escandaloso” con unos lances de recibo. Junto a tablas lo pasó por ambos pitones probándolo, sacándolo del tercio para seguir toreando por el pitón derecho, pero el animal tenia poco recorrido y sacaba la cara alta, Domingo con buena colocación le ofrecía la muleta y le robaba los pases. Cambió al pitón izquierdo, que también tenía una embestida defensiva y deslucida, simplemente pasaba, Domingo lo guiaba. Sobre el derecho, nuevamente le obligó, metía la cara pero la sacaba alta, todo lo hacía Chávez. Tiró de su tauromaquia para adornar la faena, pero el Miura colaboraba lo justo. Otra vez al natural y sin bajarle la mano, el astado seguía sIn pasar y cambió al derecho, pero ya no terminaba un pase, se quedaba corto, fue a por el estoque y pinchó.

Escribano desfiló con despaciosidad hacia la puerta de chiqueros para recibir a “Pañoleto” a puertagayola. Después siguió lanceándolo con una labor de brega cerrando con una media. Fortes realizo su quite muy ajustado. Escribano no realizó el tercio de banderillas. El toro se había caído un par de veces y el presidente creyó oportuno cambiar al astado. En su lugar salió “Mágico” de la Palmosilla con el que se estiró a la verónica con despaciosidad rematando con dos medias. Fortes realizó su quite por gaoneras. Por estatuarios, en los medios, comenzó su faena para seguir toreando por el pitón derecho, logró una serie con ritmo, le dio tiempo, le mostraba la muleta tiraba y lo llevaba lejos. Al natural, le cambió de terrenos y le desarmó. A media altura le fue llevando de uno en uno, pasaba y sacaba la cata alta. Volvió al pitón derecho le fue obligando e iba pasando con poca transmisión. Insistió al natural, le giraba la muñeca para alargar el pase, pero el animal ya iba a menos por lo que fue a por la espada le cuadró y hundió la espada de forma defectuosa. Silencio

Fortes recibió a “Taponero” en su capote. Brindó en los medios y en el tercio lo pasó por ambos pitones, sacándolo a los medios para seguir sobre el pitón derecho. Muleta puesta, voz y tirar del Miura para robarle los pases, pases que fueron deslucidos y de poco recorrido. Cambió a la mano izquierda, pero el astado buscaba y puso al diestro en apuros. Tenía que rectificar en casi todos los pases. El animal había desarrollado y no facilitaba la labor, pero el diestro mostró quietud y  adornó lo que pudo una faena inexistente. Tomó el estoque y mató, pero la espada quedó defectuosa y le obligó a descabellar. Saluda desde el tercio

Domingo López Chávez recibió al segundo de su lote con una larga cambiada. Genuflexo en el tercio comenzó su faena, pero el animal carecía de fijeza. Le toreó por el pitón derecho tirando de uno en uno, intentando ligar pases imposibles. No pasaba ni tenía recorrido. Al natural, más de lo mismo, el diestro lo intentaba, pero el animal no tenía un pase, fue a por la espada y dejó media estocada. Ovación desde el tercio

Manuel Escribano recibió a “Zalamero” a portagayola. Genuflexo por el pitón derecho en el tercio sacándolo a los medios comenzó su faena. Con la derecha le ponía la muleta le citaba y tiraba. Le dio tiempo y a pesar de que se quedase a medio recorrido le fue sacando pases en un toreo circular. Al natural, con una embestida brusca pasaba el de Miura, aunque más bien lo pasaba Escribano. Ya se había quedado parado y lo llegó a desarmar. Volvió al derecho y se puso como si fuera bueno. Citaba y tiraba para que el toro pasara, pero este se quedaba a medio pase, carecía de emoción y transmisión. Lo macheteó y fue a por la espada. Le cuadró pinchó y casi le prende, volvió a perfilarse y hundió el estoque de forma efectiva. Silencio

Fortes cerraba la tarde con “Erizo” pasándole en su capote con unos lances a la verónica. Genuflexo, en el tercio comenzó su faena por el pitón derecho, sacándolo a los medios, pero el astado se quedaba corto. Además, comenzaba a molestar el viento, no había forma de dar un pase. El diestro le macheteaba, era la única lidia que permitía, aun así se puso al natural. No había lidia posible, fue a por la espada le desarmó mientras lo colocaba, le cuadró y mató con aseo, aunque le obligó a usar el descabello. Silencio.