lunes, 6 de mayo de 2024

Doble Puerta Grande en Colmenar Viejo

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PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ

Colmenar Viejo celebraba este domingo 28 de agosto la segunda de su Feria Taurina. El cartel lo componían los matadores de toros Fernando Adrián, Ángel Sánchez y Francisco de Manuel, que se midieron a los astados de Monte La Ermita, un encierro de opciones variadas en las que en faenas cortas y muy medidas se les arrancaban las embestidas, con acople y lucimiento. Sien embargo, también hubo toros que negaron los triunfos a los espadas, el quinto se echó y no hubo manera de hacer faena. Ángel Sánchez y Francisco de Manuel se aseguraron la puerta grande con los primeros de sus respectivos lotes. Los desorejaron, Ángel con una faena de rabia muchas ganas, mientras que Francisco lo hizo con cadencia, torería y mucha elegancia.

“Ojeú” abría la tarde en las manos de Fernanso Adrián. Lo recibió de rodillas con varias largas afaroladas. Empezó la faena por estatutarios pasándoselo por alto, dejando algún pase cambiado por la espalda, sin moverse un centímetro. El animal tenía el recorrido más que medido. Lo toreó sobre el pitón derecho, uno a uno, con una embestida bronca y de poco vuelo. El viento tampoco ayudó al espada, que cambió al pitón izquierdo, pero pasaba a media altura, sin entrega, simplemente pasaba, hubo algún que otro natural que llegó a los tendidos, al meterlo en los vuelos. Insistió, pero no había nada que sacar. Mató al astado.

Ángel Sánchez se midió al segundo de la tarde en un saludo capotero llevado y ligado, prácticamente, en los medios. Las probaturas en el inicio de faena fueron mínimas. El aguante que desprendía el animal estaba bajo mínimos, así que con mucha suavidad y llevándolo a media altura le robó una buena tanda que daba pie a las posibilidades del último tercio. Las tandas se limitaron, reduciendo el número de pases. Abrió el compás y ligando de tres en tres fue diseñando su faena. Con rectitud, apurando en el sitio, enganchando la embestida a media altura lo fue pasando. El público estaba receptivo, pero no había mucho más por mostrar, así que Ángel cambió la ayuda por la espada. Cerró por manoletinas para después dejar un estoconazo en todo lo alto.

Con elegancia y torería puras recibió Francisco de Manuel al primero de su lote, siendo una muy buena carta de presentación. Inició la faena de rodillas, citándolo desde los medios, pasándoselo por la espalda, cautivando a los tendidos. Se levantó y siguió toreándolo, ya cerca del tercio. El animal atendía con prontitud al cite. Al natural, los vuelos lo abrieron y después recogiendo, dando amplitud y alegría al trazo. Francisco sabía que los inicios del animal eran mejores que los finales, pues soltaba ligeramente la cara por alto. De hecho, según avanzaba la faena, el de Monte la Ermita descomponía en la mitad. Sin embargo, mantuvo el temple, firmeza y rotundidad en sus muñecas, tapando defectos. Se negaba a pasar, solo arremetía a la defensiva. Mató con rotundidad.

Fernando Adrián saludó al segundo de su lote por abajo, genuflexo, pero el animal llegó a perder las manos en un par de ocasiones. Antes las condiciones que sacó a relucir, el animal fue devuelto. Salió el segundo sobrero, al que el diestro recibió con buen son. Entró con fuerza en la muleta del espada, que lo tanteó por ambos pitones, ganándole terreno. Las embestidas eran algo irregulares, soltaba la cara continuamente, no había manera de limpiar los muletazos. Le costaba atender a las demandas del matador de toros, con una entrada tardía en la franela y un recorrido insípido. Lo mostró al natural, dándole algo más de longitud y profundidad al trazo, llevándoselo hasta el final con los vuelos, para dejarselos puestos y darle una ligera continuidad. Cerró por manoletinas y mató.

Ángel Sánchez se quiso lucir en el saludo capotero con el segundo de su lote. En el inicio del último tercio, apostó por un inicio rompedor, empezó de rodillas, pero tuvo que levantarse rápidamente al venirse encima. Siguió toreando sobre el pitón derecho, pero las fuerzas estaban muy medidas, llegó a perder las manos. Ángel Sánchez tuvo que mantenerle las tandas a media altura, incluso levantándole la mano, pues en cuanto se la baja se echaba. La transmisión que el animal ofrecía era nula. El animal no ayudó nada a Sánchez y sólo pudo pasaportarlo.

Francisco de Manuel puso empeño para que el lucimiento tuviera su efecto en el saludo capotero. Sin embargo, el animal no pudo de su parte. El toro no tenía nada, pero Francisco le arrancó un inicio de infarto que arrancó los aplausos en el respetable. Era incierto, pero lo sacó algo más del tercio y marcó dominio, fue así como el animal siguió los vuelos de la franela con movimiento y ritmo. Rectitud y cadencia marcaron las tandas sobre el pitón derecho, sacando faena de donde no había nada. Al natural, le adelantó el pico y guio hasta el final, alargando el trazo con su brazo izquierdo. Lo devolvió al natural con un sutil giro de muñeca que marca final e inicio de cada pase. Acortó distancias y con la misma suavidad que inició el último tercio. Culminó su faena por luquesinas y ejecutó la suerte suprema.

Colmenar Viejo. Toros de Monte La Ermita para Fernando Adrián ovación y vuelta al ruedo tras aviso, Ángel Sánchez, dos orejas y ovación; Francisco de Manuel, dos orejas y ovación.

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