lunes, 29 de abril de 2024

Alejandro Chicharro, Puerta Grande en Colmenar Viejo

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Crónica

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ

Colmenar ponía punto y final a su Feria Taurina 2022 con una novillada sin caballos en la que Nek Romero, Curro Muñoz y Alejandro Chicharro se midieron a los astados de Ginés Bartolomé. Los erales dieron un juego variado en el que hubo que rebuscar el lucimiento, fueron exigentes y los novilleros tuvieron que emplearse con ellos. Nek Romero desarrolló su primera faena al natural, pitón por el que encontró mayor armonía. Con el segundo de su lote buscó alargar la embestida, llevándolo por abajo, doblándose con el. Curro toreó encajado y con mucha verticalidad, tirando del segundo de la tarde siempre hacia adelante. No pudo expresarse con tanta claridad con el quinto, pues resultó un eral bastante complicado al que logró cortarle una oreja. Chicharro tuvo que medirse a un astado complicado que le llegó a prender hasta en dos ocasiones, se desplazaba a base de medias arrancadas. Con el sexto mostró una gran dimensión dejando una buena faena sobre el pitón derecho.

“Frutero” saltó al ruedo rematando en tablas, buscando. Tardó en adentrarse en el capote de Nek Romero, que incluso llegó a caer en la cara del animal, sin consecuencias. Curro Muñoz se lo ciñó tanto en el quite que terminó por llevárselo por delante. Nek se aproximó a las tablas, recibiendo genuflexo, a un novillo que pedía sitio y que presentaba una embestida un tanto incierta. El inicio fue bronco, pero Nek se decidió por el pitón derecho para empezar a torear. El novillo no dejó de cabecear, saliendo un poco cruzado del muletazo. Cambió al natural, dándole terreno, pues rápidamente se quedaba encima. El trazo largo y lento parecía templarlo, entrando con cierta ligereza y suavidad en la muleta. La faena se desarrolló, mayoritariamente, sobre el pitón izquierdo, hasta agotarlo. Ya empezaba a acortar su recorrido. Falló con la espada al primer intento.

Salió con muchos pies el segundo de la tarde. Curro lo saludó de rodillas allá por el tercio y, aunque se dispersó ligeramente, logró recuperar su atención ya en los lo medios a base de verónicas. Llegó la faena de muleta y Curro brindó al público. El inicio se ubicó bajó los terrenos del dos, por alto, con cadencia, sacándolo al paso con continuidad. Siguió sobre el pitón derecho, manteniéndose en el sitio, dejando el paso atrás y la mano puesta delante para enganchar la embestida y darle ligazón. Diseñó el último tercio en tandas cortas muy ligadas, toreándolo encajado de riñones. El novillo miraba de pasada al cuerpo, pero Curro lo fijó en la tela y tiró del astado. Cambió al pitón izquierdo y los sorprendió, afortunadamente, todo quedó en el susto. Cerró por manoletinas y metió la mano y la espada quedó contraria y trasera.

A pesar de los intentos de Alejandro Chicharro en el saludo capotero, no se pudo lucir. El novillo salió para correr la plaza y después salir suelto del capote del novillero, que lo buscó ya casi en los medios. Inició la faena de rodillas, allí desde los mismos medios, con algún que otro pase cambiado por la espalda, manteniendo la inercia. Tuvo que levantarse y seguir al quedarse encima. El animal se echó, pero lo levantó, a partir de ahora llegaba el toreo lento y de cuidados paliativos. La durabilidad del eral estaba muy comprometidas, seguía el engaño a base de arreones, sin prontitud en el cite. Tuvo que trazar la faena uno a uno, a media altura, evitando que perdiera las manos. Mantuvo la verticalidad a pesar de las condiciones que el de Ginés Bartolomé le brindaba. Tuvo que ponerle emoción, tratando de alargar el muletazo. Sin embargo, ya no atendía, solo arremetía y en una de esas medias arrancadas lo prendió rompiendo la taleguilla. Volvió a la cara del animal para ponerle punto y final a su faena, no sin otra voltereta.

Marcó el ecuador del festejo el saludo lento y costoso de Nek Romero al cuarto de la tarde, con el que se pudo estirar momentáneamente. Nek inició el último tercio anclado en la arena, sin rectificar, pasándolo por alto, probándolo por ambos pitones. Le dio distancia, abriéndolo para después recoger la embestida, pero esa ligazón le aguantaba los dos primeros pases. En mitad de la faena, entre series, dio la vuelta a la montera. Siguió al natural, teniendo que acortar algo más las distancias, para después dejársela puesta abajo, llevarlo con los vuelos, abriéndolo y alargando ligeramente su recorrido. Pronto empezó a perder interés en las demandas del novillero. Le bajó la mano, doblándose con él animal. Alargó demasiado la faena, pues ya se había impuesto al astado tiempo atrás. Mató con el golpe de cruceta.

El saludo de Curro estuvo condicionado por el viento y las asperezas del animal, con el que se pudo estirar ya en los medios, fuera de tablas, pues salió suelto. En el quite prendió a Chicharro, que lo llevó hasta el final. Curro lo frenó en la muleta, llegaba desmedido. Siguió con un tanteo por abajo por ambos pitones, que despertó las ovaciones en los tendidos. Tras el explosivo inicio, Curro siguió sobre el pitón derecho, mostrándosela delantera, pero el animal respondía con violencia, soltando la cara. Parecía tener un látigo en el cuello, volviéndose buscando al final de cada pase. Tuvo que recomponer y acortar las series. Lo dejó pasar, tratando de estirarse en el desarrollo del muletazo. Sobre el pitón derecho logró aplacar aquellas desmedidas embestidas y meterlo en la franela, pero el viento seguía molestando. Sobre el pitón izquierdo trató dr buscar el acople, pero se le llegó a meter por dentro.

“Lentejuelo” cerraba la tarde y la feria, no tardó en adentrarse en los lances de recibo de Alejandro Chicharro, que lo mantuvo fijo en el percal, ganándole terreno. Le costó fijarlo en los primeros pases de tanteo, así que se lo fue llevando di hacia los medios, manteniéndolo. Le bajó la mano, lo citó, fijó y tiró, arrastrando la embestida hacia el interior del muletazo. El novillo respondía con viveza y repetición, aunque con alguna que otra parada en mitad del pase. Lo hizo todo con mucha despaciosidad, echándole la muleta abajo. Por el izquierdo le costaba más seguir los engaños, así que tras una tanda, retomó el pitón derecho, pitón por el que había contenido para exprimir, con más recorrido y determinación. Cada vez me costaba un poco más adentrarse en lo muletazos. Falló con los aceros.

 Colmenar Viejo. Novillos de Ginés Bartolomé para Nek Romero, silencio y ovación tras aviso; Curro,  ovación tras aviso y oreja; Alejandro Chicharro, oreja y oreja.

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