Tuvo que ser en el último toro de su particular feria en el que José María Manzanares amarrara el triunfo que tanto anhela cuando hace el paseíllo en su plaza. Fue el quinto un buen colaborador de la ganadería de Álvaro Núñez y el diestro de Alicante lo toreó especialmente bien sobre la mano izquierda, el mejor pitón del toro. Como coronó su obra con un espadazo fulminante marca de la casa, fue premiado con las dos orejas que le valían para salir a hombros. Antes, con un toro más informal, dio la cara sin poder brillar.

Pablo Aguado se presentaba de matador en esta plaza y logró dejar una bella obra con el tercero de la función. Fiel a su escuela sevillana, los remates tuvieron sabor y el toreo en redondo, donosura. La tizona, sin embargo, no viajó certera y perdió el posible premio. Poco o nada pudo hacer, lo mejor fueron tres lances con el capote, con el marmolillo de El Pilar que cerró plaza.

Encabezaba la terna Morante de la Puebla, que no tuvo ninguna opción con su lote. Abrevió con el imposible abreplaza y lo intentó más con el cuarto, pero todo quedó en nada. Mañana mismo tendrá la opción de resarcirse el sevillano, ya que hará el paseíllo junto a Talavante y Tomás Rufo, la gran revelación de la temporada, para estoquear un encierro de Juan Pedro Domecq.

FICHA DEL FESTEJO

Toros de Álvaro Núñez, y El Pilar (2º y 6º), correctos de presentación y juego desigual. Los mejores 3º y 5º.

Morante de la Puebla: bronca en su lote.

José María Manzanares: ovación y dos orejas.

Pablo Aguado: ovación tras aviso y palmas.

Incidencias: Tres cuartos de plaza. Al finalizar el paseíllo se hizo entrega al doctor José María Reyes de una placa en reconocimiento a sus más de 30 años al frente de la enfermería de la plaza.