jueves, 2 de mayo de 2024

Lo que pudo ser

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 Crónica 

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ

La tercera novillada de Triunfadores en la plaza de toros de Las Ventas vino marcada por los percances. Víctor Hernández, Diego García e Isaac Fonseca se midieron, hambrientos y mucha raza, a los astados de Fuente Ymbro. El encierro demostró calidad en las telas, permitiendo la expresión y el diseño de faenas completas en las que gustarse y poder gustar. Tuvieron notas de exigencia. Sin embargo, la cara y la cruz, hubo orejas, hubo novillos, las espadas entraron, pero también llegaron los percances, siendo Isaac Fonseca el peor parado, el pitón caló en su pierna izquierda, pero el mexicano terminó su faena. Víctor Hernández, Diego García e Isaac Fonseca tuvieron los ingredientes para abrir la puerta grande. Sin embargo, las orejas que se cortaron tuvieron la esencia de la entrega y la firmeza, fueron dos en total, una para Víctor y otra para Isaac Fonseca. Víctor pudo abrirla, pero el presidente echó el cerrojo en el último novillo de la tarde.

“Víbora” abrió la tarde en Madrid, en las manos de Víctor Hernández, que lo frenó de rodillas, apurando. Se levantó tras unos momentos de apuros y siguió a la verónica, ahormando la embestida. Por el derecho salía por alto, mientras que por el izquierdo bajaba algo más la cara y buscaba. Empezó el último tercio por estatutarios, entre las dos rayas, con mucha intermitencia e incertidumbre en las embestidas ante la determinación del novillero. Siguió sobre el pitón derecho, dándole sitio, dejándole salir aireado. Aguantándolo, aún así en uno de aquellos avisos que le dejaba el peligro sordo del de Fuente Ymbro, lo prendió de fea manera, pero sin aparentes consecuencias. Las volteretas llegaron una tras otras, con percances que congelaron el alma al quedarse entre pitones. Siguió con raza, llevándolo al natural, pero sin evitar que le viniera por dentro, teniendo que corregir. Tocó y guió, adelantándole al animal, llevándolo metido y sin darle más de una opción en la que elegir. Culminó por bernadinas y un estoconazo.

Se estiró con gusto, luciéndose en el saludo capotero Diego García. Llegó la faena de muleta y el de San Sebastián de los Reyes se fue al encuentro del novillo, citándolo, probándolo por alto y por bajo, con ritmo. El animal atendía con prontitud y fijeza. Diego García lo llevó metido, con un astado que tenía mejor entrada que salida sobre el pitón derecho. Al natural, se puedo arquear con las embestidas, sosteniendo el compás, dosificando y marcando los tiempos. La faena se desarrolló en los terrenos del tercio, siendo más estética y uniforme al natural que por el derecho, donde había material para pulir. Diego mostró firmeza ante un novillo que dejó construir faena. Cerró por manoletinas, muy ceñidas para dar paso a la suerte suprema, con una estocada con la que al animal se demoró ligeramente en doblar.

“Comisario” salió en tercer lugar e Isaac Fonseca lo saludó en su capote con torería, estirandose por ambos pitones hasta rematarlo. Brindó desde los medios, desde allí lo citó y lo recibió en la franela, aprovechando la inercia para envolvérselo y apurar las distancias con un novillo pronto. Lo volteó y lo prendió, en un primer momento parecía no poder moverse, así que trataron de llevarlo a la enfermería pero se puso a patalear para así volver a la cara del astado. Había que medir muy bien las distancias con el de Fuente Ymbro, cuando encontraba la tela se descomponía cabeceando con violencia. Fonseca siguió, claramente mermado, diseñando un trazo largo y ceñido en el que exprimió las embestidas del tercero de la tarde. No alargó más la faena y cambió la ayuda por la espada, culminó el último tercio, bajo los terrenos del siete y dejó un estoconazo rotundo. 

Víctor Hernández se dispuso con el novillo que marcaba el ecuador del festejo, un novillo de nombre “Comisario”, que era algo irregular, con salidas por alto en el saludo capotero y que terminó por llevárselo por delante. Diego García también recibió en el quite. Empezó la faena de rodillas, desde los medios, para pasárselo por la espalda, dejarle otro pase y levantarse para seguir con la inercia. Necesitó temple y orden para empezar a ahormar las embestidas. Lo fue llevando uno a uno, buscando el sitio, llevándolo recto, sin terminar de echárselo a la cadera y que se le quedara encima. Tocó y guió, dejándosela en el morrillo para tirar del animal, que se dejaba llevar. Acortó distancias, muy puesta en la cara, tocándolo y calando en el público venteño. Sin embargo, el animal doblaría con el golpe de cruceta.

Diego García saludó al último de su lote, un novillo al que hubo que ir a buscar y bregar, estirándose momentáneamente. Entró con fuerza en los primeros pases del madrileño, que lo llevó rectilíneo, con fluidez y movilidad. Siguió llevándolo sobre el derecho, aprovechando la inercia del primer muletazo para llevarlo metido en la tela con continuidad, abriendo y recogiendo las embestidas al final de cada pase. Le bajó la mano, con temple y ahora más despaciosidad, más encajado y en el sitio, encontrando acople y transmisión con el novillo de Fuente Ymbro. En el toreo al natural, le extendió los vuelos dejándoselos en el morrillo y así poder ligarlo. No faltaron los tiempos entre series. Volvió al pitón derecho, pitón por el que encontró mayor expresión y armonía.

Isaac Fonseca no pudo continuar y en su lugar salió Víctor Hernández para cerrar la tarde. Trazó un saludo lucido y breve ante el de Fuente Ymbro. El novillero hizo el brindis hacia la puerta de la enfermería, donde se encontraba el mexicano. Salió del tercio y ahí lo recibió en la franela, aprovechando el cite en largo para después envolvérselo y acortar distancias. Continuó los primeros compases sobre la mano derecha, bajándole la mano, buscando la pulcritud, luchando para evitar que le tocara la tela. No había uniformidad, siendo este el novillo que más condicionó la faena. Logró llevarlo, muy despacio, entre pausas y respiros, llevándolo en el tercio, manteniendo las embestidas, sin ir a marchas forzadas. No había mucho más que exprimir, cerró por Luquesinas y una estocada rotunda y fulminante.

Novillos de Fuente Ymbro para Víctor Hernández oreja, ovación tras aviso y vuelta al ruedo; Diego García, ovación y ovación; e Isaac Fonseca, oreja.

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