sábado, 27 de abril de 2024

Como agua de mayo

Facebook
Twitter
WhatsApp

Crónica 

 
PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ 
Las Ventas vivía una nueva tarde ” No hay billetes”, toros de Garcigrande para El Juli, Talavante y Tomás Rufo, que confirmaba su alternativa. Tomás Rufo llegaba a Madrid como agua de mayo, al igual que hicieron sus compañeros de terna. Sin embargo, el de Talavera de la Reina cortaba la primera oreja de la tarde, abriendo las opciones para los triunfos tras una buena faena a un buen ejemplar de Garcigrande.  Con el segundo de sus lotes, a pesar de la embestida, algo mas mermada, Rufo sacó provecho a cada muletazo, culminando con un estoconazo en el sitio. Se esperaba lo propio de El Juli y Talavante, sus padrino y testigo, respectivamente. Sin embargo, el madrileño no tuvo una sola opción de triunfo con el de primero de su lote. Mucho cambió la tarde tras la faena a “Hospiciano” un toro de mirada fija abajo y entregado al que El Juli exprimió sin miramientos, dejando una tanda al natural que caló hondo. Fue la espada la que le robó la Puerta Grande, bueno y la decisión inquebrantable del presidente, que a pesar de ver una petición mayoritaria le negó la oreja. Llegó el turno del extremeño, del que se esperaba más tras su paso por la feria hace unos días. Los terrenos volvían a jugarle una mala pasada, con un toro del que, aunque con opciones limitadas, se podría haber robado algo más. Todo cambió con el segundo de su lote, con el que mostró una gran dimensión, expresándose, con un buen toro de Garcigrande, al natural.
Cascabel”  abría la tarde en las manos de Tomás Rufo, que confirmaba alternativa este viernes 20 de mayo. El animal estaba agarrado al piso, le costaba adentrarse en el percal. Rufo lo llevó por abajo, muy despacio, aguantando la fuerza que este le brindaba. Tras celebrarse la ceremonia de confirmación, el diestro iba a su encuentro para pasárselo gebuflexo tanteándolo por abajo, pero levantando rápidamente la mano, para después sacarlo del tercio. Fue un inicio lento, siguió sobre el pitón derecho, un animal que tenía prontitud en el cite y permitía la ligazón en la faena. Por el izquierdo no mostraba las mismas condiciones, más corto, más reservón, pero acabó metiéndolo, tragando hasta tres naturales rotos por abajo. Retomó el pitón derecho, desde los medios, toreando de riñones, enroscándoselo sobre sí mismo, llevándolo en largo. No se olvidó del izquierdo, lo volvió a mostrar, a pesar de que se quedara algo más encima, pero lo aguantó. El animal no paraba y lo costó cuadrarlo, pero dejó un espadazo certero, a pesar de quedar ligeramente caído y tendido.

Julián López “El Juli” continuaba la tarde, recibiendo en su percal a “Visitante”, que no se terminó de centrar en el saludo, mostrándose reacio a entrar y entregarse. Lo mismo ocurrió en el tercio de varas. Se completaba la ceremonia de confirmación, devolviendo los trastos a El Juli. El madrileño lo tanteó, pero mo tardó en tirar del astado y cambiar los terrenos. Se lo llevó a los medios, pero ya había manifestado su escasez, la fuerza. No había toro para hacer faena, solo ofrecía embestidas defensivas, con desinterés total en la franela. Sin nada más que añadir a una faena que no tuvo nada, tomó la espada.
Alejandro Talavante se encargaba de saludar a “Esgrimisto”, un toro al que le costó recibir en la tela, algo incierto, pero permitiendo que el extremeño se estiraba a la verónica a los pies del siete. Se fue a los mismos terrenos, los del siete, para atemperar la embestida del de Garcigrande, con pases por abajo. Eligió el pitón derecho, para balancearse sobre sí mismo e ir metiéndolo en la tanda, con trazo largo exigiéndole por abajo, pero fuera de sitio. Al natural, no hubo la expresión y rotundidad a la que Talavante acostumbra, lo pasó, tratando de estirarse con la embestida ya bien adentrada en el muletazo. Lo pasaportó, dejando una estocada caída.
“Hospiciano” un toro buscón marcaba el ecuador del festejo sobre las manos del Juli. Tardó en recoger su embestida, pero tras una larga espera, logró hacerlo ya en los medios hasta rematarlo por una media. Se prolongaba un tercio de varas, que no llevaría a ninguna parte. Empezó la faena por abajo, genuflexo, exigiéndole con dominio. Esperó, lo dejó respirar y lo tomó sobre el pitón derecho, esperándolo de frente, siguiéndolo con verticalidad, curvándose en el trazo largo, envolviéndoselo a la cadera. Continuó sobre el izquierdo, al natural, dándole salida, llevándolo muy despacio, prácticamente de uno a uno, pero sin perder la continuidad, pues le dejó los vuelos muertos en el morrillo para tirar de él. Volvió a la mano derecha, pasándoselo a cámara lenta, con mucha quietud y firmeza, metiéndose en el sitio, ahora ya sobre el pitón izquierdo. El de Garcigrande presentaba armonía, obediencia y la mirada fija abajo. Cambió la ayuda por la espada, no sin antes terminar de rematar, para después dejar, al segundo intento, una estocada certera con la que el animal tardaría en doblar.
“Clarinete” y Talavante se midieron en un saludo capotero, nuevamente, a los pies del siete,  donde frenó la embestida, luciéndose a base de verónicas.  En el tercio de banderillas destacó Murillo, que fue ovacionado, junto con Izquierdo. Inició la faena de rodillas, pasándolo por ambos pitones, para seguir toreándolo, también de rodillas a pesar de que el animal, tan abajo, cabeceara y se quedara más encima. Cadencia y despaciosidad, sobre el pitón derecho, para continuar el último tercio. Llegó su momento, esa mano izquierda que todo lo templa. Se quedó anclado en la arena, siendo el animal el que bailaba a su alrededor,  dejándole los vuelos en el morrillo, tirando del de Garcigrande hasta el final, con profundidad y determinación. Sin embargo, no todo se quedó en la mano izquierda, retomó el pitón derecho. Lo mostró, pues volvió al natural, con animal más apagado, mucho más corto. Terminó prácticamente en las tablas, exprimiéndolo. Falló con la espada, hundiéndola al segundo intento.
“Coloristo” y Tomás Rufo cerraban la tarde con un buen saludo capotero, corto y muy medido, pero buen llevado. Fernando Sánchez volvía a poner la plaza en pie, tras un buen tercio de banderillas. Lo tanteó por ambos pitones, bajándole la mano paulatinamente, llevándolo genuflexo. Siguió la faena sobre el pitón derecho, sosteniéndolo, pero no tardaría en cambiar los terrenos, ahira en los medios. Muy despacio, con una embestida menos expresiva y más complicada que el anterior. Tomó la franela sobre la mano izquierda, cruzándose, citándolo, llevándolo uno a uno, con mucha suavidad, empleando el teazo largo, arqueándose con el astado, acompañado la embestida, pero ya sobre el pitón derecho. Volvió al natural,  poniendo él más que pusiera el de Garcigrande. De hecho, se terminó rajando, pero Rufo no dejó que quedará la faena a medias, se fue con el a tablas y cerró la faena. Culminó con un estoconazo en el sitio.
Toros de Garcigrande para Julián López “El Juli”, silencio y vuelta al ruedo; Alejandro Talavante, silencio y ovación; Tomás Rufo, oreja tras aviso y oreja.

Entradas Relacionadas

Scroll al inicio