domingo, 5 de mayo de 2024

Tarde albina

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Crónica 

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ 
Las Ventas celebraba la primera corrida de rejones de la Feria de San Isidro, una tarde en la que Sergio Galán, Leonardo Hernández y Juan Manuel Munera se medían a los astados de Fermín Bohórquez. Resultó variada, con destellos, estando los rejoneadores por encima de los animales, les faltaba ritmo, fijeza y continuidad, les costaba adentrarse en la grupa de las respectivas cuadras. Aún así, buscaron las teclas, sin dejar de lucirse, sobre todo en las banderillas, donde hubo que destacar los palos que dejó Leonardo al quiebro. El rejoneador cautivó a los tendidos, pero no a la presidencia que se negó a que paseara la primera oreja de la tarde. Galán le puso sabor a los de su lote, a pesar de las condiciones que estos le brindaron. Munera no encontró el acierto en la tarde, aunque tratara de ponerle solución con el segundo de su lote, un astado con el que tuvo que ponerlo todo.
El primero de la tarde salió con muchos pies, siguiendo, hasta casi ganar la partida, al de Sergio Galán. Lo frenó hasta pararlo y dejar el rejón de castigo, para después sacarlo a los medios y dejarlo fijo. Al compás que marcaba el público dejó la primera banderilla. El de Fermín Bohórquez se arrancaba con viveza, dando juego. Lo llevó siempre pegado a la grupa del caballo. Un pequeño chubasco disperso al público venteño de la actuación de Galán, que se empleó sacando partido a las embestidas delnprimero de la tarde. Aún así no pasó desapercibida, tras pasar en falso con un par de banderillas, dejó los palos en lo alto, incluidas las banderillas cortas. Hundió el rejón de muerte, pero el animal de demoró en doblar.
Leonardo Hernández esperó al segundo de la tarde, para ir ganándolo poco a poco, fijándolo en la grupa, pero sin demasiado éxito. El de Bohórquez empezó a seguirlo con mayor empeño tras el rejón de castigo. Tras los intentos de Leonardo, el animal siguió buscando tablas, con una fijeza limitada. Ante las condiciones que este brindaba, se fue a las tablas y recorriéndolas logró llevarlo en la grupa. Las tablas volvía a sonar mientras el jinete dejaba los palos al quiebro, acercándose a los tendidos para obtener la ovación. Entremedias no faltaron los capotazos de Alex Benavides. La escasa movilidad del astado fue aprovechada, un astado con el que “Sol” se lució en banderillas. Le costó el rejón de muerte, pero fue efectivo.
Munera se fue chiqueros para recibir al tercero de la tarde. Sin embargo, no le daba continuidad, se quedaba parado, emplazado, así que tardó en dejar el rejón de castigo. No tuvo demasiado acierto con los palos, pasando en falso y fallando en repetidas ocasiones. Tanto se quiso ceñir al animal que los pitones rozaron a “Arrebato”. Dejó que la grupa lo fijara, pero se quedaba muy parado, así que puso lo que al otro le faltaba, bailando al caballo al compás que el respetable marcaba. Compensó los palos en los últimos compases, ganándose la ovación del público venteño, dejándolos en todo lo alto. En el rejón de muerte no convenció, tampoco acertó.
Sergio Galán trató de fijar al segundo de su lote y así dejar el rejón de castigo. Sin embargo, tenía la fijeza y continuidad muy limitadas, se desprendía fácilmente de la grupa del caballo. Galán acortó distancias con “Rumboso”, haciéndole las cosas muy muy despacio ante un astado mermado, así que fue el caballo el que lo envolvió, encelándolo para que no se le fuera. No se le pudo recriminar su ejecución en banderillas, dándole emoción y calando en los tendidos. Trazó la mayor parte de la faena en los medios, donde lo mantuvo. Mató con acierto.
Leonardo Hernández trazó un buen recibo, dejando el rejón de castigo con acierto, a base de provocar al astado. Resultó un tira y afloja continuado para que el animal se arrancara. Sin embargo, no sábado opciones, así que Leonardo optó por lucirse tomándolo a larga distancia, buscándolo al quiebro y dejarle las banderillas. Supo como acercar posturas con el público, que ante un animal así podría haberse quedado helado. El animal le metió la cara por debajo a “Xarope” y rápidamente Leonardo lo sacó de la plaza, sin aparentes consecuencias. Cambió y ejecutó el rejón de muerte.
El último de la tarde fue un toro mando que acusó su querencia rápidamente. Munera fue tras él para completar los tercios. El rejón de castigo se hizo esperar. Lo provocó y no paró de buscar las opciones, en los terrenos que el toro pautaba. Sería bajo el tendido cinco donde comoletara las banderillas. Las cortas las puso a toro parado, cabalgando a su alrededor.
Toros de Fermín Bohórquez para Sergio Galán, ovación y ovación; Leonardo Hernández, petición y ovación; Juan Manuel Munera,  silencio.

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