martes, 30 de abril de 2024

Paco Escribano: “Mi orgullo es la calidad humana de Manuel”

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ESPECIAL DÍA DEL PADRE
PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ 
Paco Escribano González, veterinario y cirujano taurino, es el padre del matador de toros Manuel Escribano. Un padre orgulloso de su hijo que quiso hacer de aquel niño rubio un torero, le metió el veneno desde pequeño. Siempre ha estado a su lado, antes como profesional taurino y ahora como padre, saboreando los momentos amargos, pero también los más dulces e importantes en la carrera del sevillano. No se ha perdido ni una sole tarde y no lo hará en su encerrona en Sevilla con seis toros de Miura, donde sabe que formará el lío. Solo encuentra elogios y orgullo hacia Manuel, ha superado percances que le podrían haber retirado de los ruedos, pero él sigue en pie. Está seguro de que llegará a conseguir una meta que muy pocos han alcanzado. 
¿Qué sintió cuando su hijo le dijo que quería ser torero?
Lo nuestro es algo muy especial. Yo era veterinario, cirujano taurino, y fui yo quién le fue metiendo el veneno poco a poco, llevándomelo al campo desde niño, desde que tenía tres años. Toreó su primer becerro a manos de un banderillero, un becerro de Paquirri, que le compré una vaca. Le fui inculcando este tema y se vivió como algo normal.
¿Cómo vivió sus primeros años, donde se preparaba en las escuelas, cuando se empezaba a poner delante de un animal?
Creo que como todos los padres, aunque como yo era del mundo del toro, fue totalmente lo contrario a lo que otros padres pueden pensar o decir. Lo fui metiendo y me hizo ilusión cuando vi que su vida se estaba encarrilando y le salía esa afición, consiguiendo lo que yo quería. Después empezó con las escuelas, la de Sevilla; su debut… El primer novillo que mató fue en Palavas-les-Flots (Francia), donde yo era empresario.
Digamos que siempre lo ha acompañado a todos los festejos donde ha actuado Manuel
Siempre, desde que empezó hasta ahora, no he dejado de acompañarlo ni un festejo. Antes lo hacía dirigiendo su carrera y ahora pues ya totalmente apartado de su carrera, dos campos, dos mundos muy distintos. Antes la dirigía por mis conocimientos y mi mundo como empresario y ahora ya voy como padre y acompañante, más como acompañante que como padre.
Son muchos años los que lleva Manuel en activo y también han sido muchos los momentos, ¿cuáles han sido los más amargos?
Las cornadas, como la de Sotillo, yo vi que era muy grave, pero no se dio cuenta ni el mismo cirujano. Al margen de las cornadas, luego están las injusticias que siempre se cometen cuando tú como profesional tienes unas capacidades y las empresas no responden como piensas que debería ser. Eso es muy duro y muy jodido. Cuando llegas como novillero triunfador en la Maestranza sin caballos y debutas, haces 50 novilladas y ves que todo eso se viene abajo… Es tremendamente duro, pero son circunstancias que todos los toreros o casi todos han vivido, el paso de novillero a matador de toros. La inmensa mayoría se quedan en el bache.
Quizá esos sean los momentos más amargos, sobre todo la incomprensibilidad. Sabemos que el mundo del toro es lo más difícil, la profesión de ser torero lo es y el que se piense o se crea algo, se equivoca. Nadie sabe quién tiene la verdad en el mundo del toro.
Y si, por ejemplo, hablamos de esas tardes más especiales, que tarde fue en la que más feliz ha visto a Manuel , más felices habéis estado los dos en una plaza. ¿Qué tarde sería?
Es indiscutible que una gesta como la de indultar el toro “Cobradiezmos” en Sevilla. Eso es poco menos que imposible, consiguiéndolo de verdad, como lo ha conseguido Manuel, con verdad y con una ganadería como la de Victorino Martín y con un toro como “Cobradiezmos”. Después está la segunda oreja que le cortó a un Miura en Sevilla.
Manuel Escribano tiene muchas raíces en Sevilla, uno de los toreros que más tiene, en el museo taurino de la Maestranza regaló un traje de luces, también tiene el azulejo, un toro de Miura disecado y todo lo que ha hecho en la plaza. Es muy importante y me hace sentir muy orgulloso. 
Hemos hablado de Sevilla, esa es una de las tardes mas importantes en su carrera, pero tenemos que volver ha hablar de Sevilla porque va a tener una encerrona con seis Miuras ¿Qué le pasa a usted por la cabeza en el momento que ve ese cartel?
Como le dije a él: “Ole tus cojones y es tu momento, es el momento”… Es algo que muy pocos han conseguido. Un Miura es algo muy distinto, la prueba está en que las figuras y los poquitos que los han probado se van, porque es un toro distinto.
Me alegra mucho, pero yo ese día o entro borracho a la plaza o no entro. Lo veo en su momento. En la vida de los toreros ellos tienen que saber dónde están y Manuel ahora mismo está para matar los seis Miuras y triunfar. Es un torero que ve toro en todas partes, se exige muchísimo, la prueba está en las portagayolas, las banderillas, las faenas, etc. Esto también es una ayuda a la fiesta y a la realidad, tal y como se encuentran hoy en día. Los toros tienen tragedia consigo y el público tiene que sentir esa sensibilidad, si quitas la tragedia no habría nada la gente se iría de las plazas, habría aburrimiento. Si le quitas la tragedia dejas al espectáculo sin vida.
El toro no llegará a acabarse nunca, pero hay que darle emoción.
Con el corazón en la mano ¿cuál sería el mensaje que le mandaría a Manuel Escribano?
Lo conozco muy bien, así que que siga siendo el delante de esa corrida. Sé que física y mentalmente va a estar siempre super preparado, solo tiene que seguir siendo él mismo. En cuanto a su tarde en Sevilla, lo veo claro y tengo toda la ilusión del mundo, será un éxito asegurado, si todo sale bien, va a generar todo un espectáculo, el que se merece la ganadería de Miura y la Maestranza de Sevilla. Ha sido todo un acierto y éxito en los carteles de la empresa y es lo que ahora mismo necesita esta plaza y el toreo.
¿Cómo ve a Manuel Escribano en el largo plazo?
Manuel Escribano, tal y como le han dicho algunos cirujanos, es un torero que ha pasado por percances muy graves y toreros con esa trayectoria se han muerto o se han retirado. Si ninguna cornada lo ha retirado a Manuel, ya no lo hará. En diez años veo que va a llegar a conseguir una meta que muy pocos toreros han podido conseguir.
Para mí, es un orgullo su calidad humana y el cariño que le tiene todo el mundo. Cada día está desplazando más gente, para esta corrida vienen desde América, haciendo un gran esfuerzo. Eso para mí es todo un orgullo, ya no solo como torero, sino como persona. Ese día, en Sevilla, el espectáculo está asegurado.
Se juega mucho, pero tiene la capacidad y la mente para hacer eso. Y aunque estoy seguro de que formará el lío, ya sería mucho con matar a los seis toros.

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