Sebastián Castella siente una gran admiración por el torero Manuel Laureano Rodríguez Sánchez “Manolete”. Es un estudioso y ha devorado muchos libros sobre su figura. Ha estudiado vídeos e imágenes del maestro de Córdoba.

Castella encargó al prestigioso artista Robert Ryan un diseño inspirado en los vestidos de torear del Monstruo. Así lo hizo, y el francés lució un vestido de luces original,  azul marino con un bordado único en la chaquetilla, como homenaje a Manolete.

Después de seguidos triunfos con varios vestidos, ordenó al sastre de toreros Fermín.

    – “Si alguien quiere un vestido con estos diseños, le dices que son míos y me los has hecho en exclusiva”

.

Cuando conocí esta anécdota, comprendí su comportamiento en la plaza de toros de Baeza. Ocupaba una barrera de sombra, detrás de donde se encontraba el diestro. 

 Su primer toro no le gustó y se limitó a matarlo, ya en el callejón me dirigí a él y le dije:

    “Hace muchos años, don José Flores Camará, apoderado de Manolete le dijo a éste en esta misma plaza:

            -“Avíate y mátalo, a lo que Manolete contestó:

                    “¿Es que estos que han venido a verme no han pagado?”

Castella en su segundo toro, que fue igual que su primero hizo una muy buena faena. Cuando terminó la corrida, Castella llegó hasta donde estaba y dándome la mano me dijo:

    -“Con cuánto arte me lo has dicho”. 

Dándole las gracias le dije:

    –“Por muy poca importancia que tenga una plaza de toros, en todas hay que pagar”.

La lección la aprendió bien. Tres meses después, le vi en Jaén con un piso plaza que era una laguna, hacer una gran faena digna de una figura del toreo.