Oliva Soto lanceó a la verónica con lances templados y con gusto. Después de llevar al toro para recibir un puyazo hizo un quite por delantales. La faena tuvo temple y conjunción. Faena templado y con pellizco por ambos pitones a un toro bravo y repetidor. Terminó con unas luquecinas. Después de pinchar con el acero salió arrollado por el toro, afortunadamente sin consecuencias. Luego colocó una estocada baja.

Curro Díaz toreó magníficamente bien a la verónica en los saludos de recibo. Cuidó mucho al toro en la faena de muleta, un ejemplar muy justo de fuerzas. Consintió en torearlo muy despacio llevando las embestidas con mimo y parsimonia para realizar una faena bella y con composición estética sublime toreando con la yema de los dedos, en una faena larga en la que el diestro de Linares enloqueció a los tendidos con su arte. Toreo sensacional con ambas manos, sobre todo al natural. Mató de estocada caída.

Esaú Fernández templó las embestidas en los lances de recibo. Brindó el toro a su apoderado José Antonio Fernández “El Güejareño”. El diestro de Camas hizo una faena de raza, tesón y valentía con un toro que se vencía al cuerpo del torero. Esaú plantó cara e hizo una faena de mucha exposición en terrenos de cercanías. Mató de estocada baja y dos descabellos.

Curro Díaz recibió con temple y sentimiento a la verónica. Inició la faena con suavidad y dando tiempos, para dar paso a una faena larga de cantidad y calidad y que ha realizado una faena de principio a fin toreando como los ángeles sobre todo al natural y rematando por bajo. El toro fue indultado.

Oliva Soto toreó con empaque y pujanza a la verónica de salida al quinto toro. En la faena de muleta comenzó con unos ayudados por alto muy toreros para seguir con una faena de bello trazo artístico a un toro noble pero de escaso recorrido. Toreo caro del bueno por ambos pitones. No anduvo fino con la espada, con lo que el premio se redujo a una oreja.

Esaú Fernández recibió con dos largas cambiadas desde el tercio al sexto. Brindo a “El Almendro” su maestro de la Escuela de Camas. La faena tuvo entrega y decisión frente a un toro parado y de poco recorrido. El torero se inventó al toro e hizo una faena bien estructurada con mucho aguante y valor. Mató de estocada arriba.