martes, 7 de mayo de 2024

Fernando Adrián destaca en la primera semifinal

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Crónica

RICARDO BEDIA


  
Fernando Adrián, Jesús E. Colombo y Jorge Isiegas lidiaron un encierro de Zacarías Moreno y Prieto de la Cal con una presencia escasa de público.
Hubo un preámbulo antes del festejo y fue una reivindicación de los chavales de la Escuela Taurina de Valdemorillo haciendo un paseíllo taurino por el ruedo. Hocicón de la ganadería de Prieto de la Cal fue el encargado de abrir plaza salió muy fogoso, algo muy característico del encaste Veragua, derrotando con mucha fuerza en un burladero se partió un pitón por la cepa siendo devuelto inmediatamente.
Como primero vis salió “Minero” de la ganadería de Zacarías Moreno que salió corretón, distraído, enterándose, fue recibido por Fernando Adrián con dos largas cambiadas y un ramillete de verónicas. En su encuentro con el caballo empujó abajo recargando con los riñones. En la brega del tercio de banderillas metía bien la cara en el capote y mantenía un buen tranco. Los dos banderilleros tuvieron que desmonterar tras ser ovacionados por la exposición y la torería en la ejecución de los pares. La faena empezó con ayudados por alto y varias trincheras. Las series fueron de cuatro y el de pecho con lances con humillación y temple, aunque el toro punteaba el engaño al final de cada muletazo. Cuando intentaba el toreo al natural, tras varios sustos se dio cuenta el matador de que no tenía un pase y volvió con la derecha. El fin de faena fue con cuatro manoletinas y el de pecho. Con los aceros se atascó. Recibió una ovación y para el toro hubo división de opiniones.
“Rompedor” de la ganadería de Prieto de la Cal hizo segundo en el festejo salió derrotando, corretón, muy fogoso. Le recibió Colombo andándole, llevándolo hasta los medios y remató el saludo con un remate muy torero. En el caballo empujó con la cara arriba, derrumbándose cuando salió del caballo. El matador puso las banderillas, como lo haría en el quinto de la tarde, en ambos casos pletórico de facultades físicas. La faena tuvo que ser a media altura para no quebrantar al toro y poder mantenerlo en pie. El toreo al natural fue con mucha cadencia y temple y con la muleta a media altura. Sólo le dio dos series con cada mano, el respetable se empezaba a enfadar y optó por abreviar. La estocada cayó algo trasera aunque de efecto rápido. El toro fue pitado en el arrastre y el maestro salió a responder la ovación desde el tercio.
“Corregido” de la ganadería de Zacarías Moreno hizo tercero de la tarde. Salió corretón, Jorge Isiegas le recibió con unas verónicas despaciosas rematadas en los medios con una media. En el tercio de varas salió escupido del caballo. Después del tercio de varas el toro estaba corretón y no se fijaba en los engaños ni en la lidia. En la segunda serie de la faena de muleta el toro se fue directo hacia las tablas, de manso. Varias veces el matador le sacó hacia los medios y otras tantas veces en cuanto encontró el hueco se fue hacia las tablas. El toro estaba aculado a tablas en el burladero del tendido cuatro. Tras lucirse en varios lances en las tablas, el estoconazo entrando en paralelo a tablas debió valer por una oreja, pero no fue así. Ya decían los antiguos aficionados que una buena estocada valía una oreja. El toro fue pitado en el arrastre y la atronadora ovación hizo que Jorge Isiegas tuviera que salir al tercio a saludar.
“Acomplejado” de la ganadería de Zacarías Moreno abría la segunda parte del festejo. Salió distraído, corretón, oliendo el albero. Fernando Adrián le recetó unos lances de rodilla flexionada, muy toreros, cadenciosos, con mucho gusto, que calentaron ya los tendidos. En varas fue medido aunque el toro empujaba abajo. En cuanto se le bajó la mano el toro fue por los suelos. Metía bien la cara en la brega del tercio de banderillas. Los banderilleros saludaron montera en mano tras la ovación dada por el respetable. El inicio de faena tuvo emoción con Fernando Adrián de rodillas ligando muletazos. Los tendidos estaban enloquecidos. La embestida del toro tenía ligazón y repetición, además con codicia. Hay que destacar tres series de naturales ligadas y rotundas, el público rugió. Empezó a oírse la palabra indulto en los tendidos, el presidente no sacaba el pañuelo naranja, y el estoconazo cobrado tiró al toro sin puntilla. La bronca posterior por la no concesión del indulto fue espectacular. El premio fue de dos orejas y vuelta al ruedo para el toro.
“Rebonito” de la ganadería de Zacarías Moreno fue el segundo del lote de Jesús E. Colombo. Salió corretón, le dio una larga cambiada y unas verónicas que tuvieron mucho sabor. Peleaba como un bravo en el caballo, empujando abajo teniendo que emplearse el varilarguero a fondo para que no hubiera derribo. El quite con el capote por la espalda se puede calificar de preciosista. Banderilleó el matador. La faena empezó de rodillas en los medios. El toro tenía muy buenas condiciones, ligazón en la embestida, profundidad, humillación y nobleza pero le faltaba una chispa de fuerza, para propiciar una faena como el anterior. Naturales muy largos y templadísimos, algún natural fue de cartel de toros. Una serie de pases cambiados fue el final de la faena de muleta. Se pidió la segunda oreja, pero solo se concedió una. El toro en el arrastre fue ovacionado.
“Hocicón” de la ganadería de Prieto de la Cal, último de la tarde, salió fogoso. Jorge Isiegas le recibió con unos lances de prueba para enseñarle a insistir. En varas empujó con la cara arriba y sin celo. Sinceramente se creía que estaba inválido. No se entendía porqué no fue devuelto. Los pases en la muleta fueron de uno en uno, el toro no admitía más. El torero fue persistente en la lidia de enfermero. Lo machetea con arte antes de ir a por la Tizona. Mató en el primer embroque recibiendo una ovación.
Valdemorillo. Toros de Prieto de la Cal y Zacarías Moreno para Fernando Adrián, silencio y dos orejas tras fuerte petición de rabo; Jesús Enrique Colombo, ovación tras petición y oreja; Jorge Isiegas, ovación y palmas.

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