Daniel Menes recibió a la verónica templando las embestidas a “Altamares” de la ganadería de El Cortijillo. Después realizó un quite por chicuelinas. Después de recibir la ceremonia del doctorado brindó a su padre. Realizó una faena de buena estructura toreando bien y templado por ambas manos.

Terminó con unas manoletinas. Su mal uso con los aceros le privó del premio, pero dio una vuelta al ruedo.

Raúl Rivera se sintió a gusto con el de El Cortijillo de una manera especial. Toreó con relajo y gusto por ambas manos a una res con nobleza y prontitud. Mató arriba y le fue concedida una oreja

Álvaro se gustó a la verónica con el de Alcurrucén. Lances elegantes y armoniosos. Luego hizo un quite preciosísimo por chicuelinas. Luego los comienzos tuvieron una elegancia y una armonía excepcional. Faenón con un gusto exquisito y al natural sobresalió. Pero falló con la espada y se quedó todo en ovación.

Raúl Rivera lo recibió templado a la verónica, además, banderilleó con eficacia y lucimiento. La faena tuvo una gran composición estética que llegó al tendido. Mató de estocada arriba.

Álvaro Lorenzo estuvo con un toro de El Cortijillo por encima de las condiciones. El animal pegaba tornillazos y no repetía. Falló con los aceros.

Toreó al de Alcurrucén de capa alternando el toreo a la verónica con chicuelinas. Después del tercio de varas hizo un quite por faroles. Después brindó ante las cámaras de televisión a la escuela taurina de Madrid y a todas las personas que le han ayudado en sus comienzos. El toro resultó parado y sin lucimiento y Daniel resolvió la papeleta con dignidad. De nuevo falló con la espada.