martes, 7 de mayo de 2024

Diosleguarde y “Adulador” endulzan la tarde

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 Crónica 

PATRICIA PRUDENCIO MUÑOZ 

Las Ventas albergó la primera novillada de la Feria de Otoño. Una tarde para mantener el aliento en la que hubo mucho valor, poder y dominio sobre los astados de Fuente Ymbro, que dejándose llevar, planteaban más de una complicación, volviéndose y buscando, entrando rectos por dentro. La terna se mantuvo en el tira y afloja, jugando sus cartas, sin dejarse nada. Lo cierto es que Isaac Fonseca y Manuel Perera sufrieron percances muy feos, aunque sin mayores consecuencias. Manuel Diosleguarde, que cortó la primera oreja de la tarde, estuvo muy torero, encajándose con los de su lote, pero luciéndose con el cuarto, “Adulador” con una embestida mucho más dulce y continuada, con calidad sobre el pitón derecho.

Abría la tarde “Jaranero”, un novillo que salió suelto del recibo de Manuel Diosleguarde, que trató de fijarlo, ganándole terreno. Se mostraba con cierta reserva. Se lució Fonseca por gaoneras desde los medios en el quite. Diosleguarde empezó la faena de rodillas, entre probaturas muy ceñidas. Tiró del animal y lo sacó del tercio para decidirse por el pitón derecho, aprovechando la inercia del primer cite en larga distancia. Frenó y reestructuró la tanda, atándolo en corto, ligando los derechazos, provocándolo. No pudo evitar que el animal sacara a relucir su querencia, así que trató de dejarle los vuelos en el morrillo para llevarlo cosido, sin dejarle ver otra cosa que no fuera la tela. Lo probó al natural, muy encajado, buscándolo a pitón contrario, tragando, mientras se metía por dentro. Volvió sobre el derecho, pero ya no había ni un ápice de interés, así que le robó algún que otro muletazo sobre el izquierdo. Cerró por bernardinas para dejar una estocada, algo trasera, pero muy efectiva.

Seguía la tarde y llegaba el turno de Isaac Fonseca que trazó un saludo en el que cuidó y guió las embestidas del animal. Manuel Perera se lo ciñó en exceso en el quite, tanto, que el astado metió la cara, recogió la pierna del extremeño y lo volteó, sin aparentes consecuencias. Fonseca lo volvió a colocar para recibir un nuevo puyazo, arrancándose con viveza. Fonseca inició el último tercio de rodillas, templándolo y exigiéndole por abajo, sin embargo, el novillo iba buscando con el pitón y le encontró, resultando prendido, sin consecuencias. Se repuso y volvió a la cara del de Fuente Ymbro, toreando sobre el pitón derecho con profundidad en un trazo largo en el que no paró de buscarlo abajo, sin parar de exigirlo. Con la mano izquierda intentó el toreo al natural, pero el novillo se venía por dentro, teniendo más claro el cuerpo que la tela, volviéndose pronto con su embestida buscona. Recuperó el pitón derecho, cruzándose, con un valor seco que dejó sin aliento al respetable, siendo volteado feamente hasta en tres ocasiones. Cambió la ayuda por la espada para tirarse con el alma y pasaportar al segundo de la tarde.

Manuel Perera llegaba con hambre a Las Ventas. Recibió al primero de su lote de rodillas, teniendo que levantarse para seguir con él los lances de recibo. Destacó el quite de Diosleguarde por caleserinas. Manuel Perera se fue a los medios para brindar la muerte del animal. Inició la faena de muleta de rodillas, no e dio tiempo a avanzar en las series, resultó  duramente, cogido teniendo que despojarse de la chaquetilla para volver a la cara del novillo, derrochando poder entre las protestas de un animal con mucho sentido. Le mostró la verdad en cada muletazo, totalmente repuesto del percance. El de Fuente Ymbro le llevó directo a un tira y afloja de poder a poder, en el que pasaba dejándose la cara a media altura, con un tranco irregular, pero que permitía la continuidad, gracias a su movilidad. Culminó con los circulares, ciñéndose al animal. Cerró con  cuatro manoletinas y una estocada efectiva.

Marcaba el ecuador un novillo que por el piton derecho soltaba las manos arriba en los lances de Diosleguarde. Empezó el último tercio y el novillero quiso iniciarlo genuflexo, buscando la humillación, con una leve probatura. Se echó la muleta sobre el pitón izquierdo con un novillo que tenía fijeza y continuidad, atendiendo con obediencia a los cites que este le demandaba. Sobre el pitón derecho se encontró unas embestidas dulces y repetitivas, con mejores condiciones sobre esta mano. Volvió al natural  encajándose con él, con quietud y torería. Le bajó la mano encontrando la transmisión y teclas que la tarde requería. Manuel Diosleguarde lo tomaba delantero para después envolverle en la tela hasta mostrarle la salida, dejar el paso atrás y recobrar la ligazón en un nuevo muletazo. Mató al primer intento.

Fonseca no se pudo estirar en el saludo capotero  el animal no dejó muchas opciones para el lucimiento. El de Morelia se desquitó por chicuelinas en el quite. Tras brindar el novillo, se dirigió a los medios, para hacer el péndulo con el de Fuente Ymbro, pasándoselo por la espalda. Aprovechó las largas distancias, para jugar con la inercia de un animal muy reservón, teniendo que ponerlo todo el mexicano. Hizo un parón en su faena y cambió los terrenos, pues el viento empezaba a molestar en exceso. Abrió el compás, alargando la embestida, dejándole los vuelos del toreo al natural para llevarlo metido, toreándolo de principio a fin, sin dejar margen de error. Le faltó transmisión al novillo y no terminaba de romper frente a la demanda de Isaac, que puso empeño y entrega frente a un novillo muy escaso, que no terminaba de pasar.  Cerró por bernardinas para después dejar en la suerte suprema una estocada fulminante.

Manuel Perera cerraba la tarde recibiendo al segundo de su lote a portagayola. Después trató de encelarlo. De nuevo, acudió a los medios para iniciar la faena con un pase cambiado, toreando. Se enroscó con él en un sinfin de muletazos, logrando calar en los tendidos. Llevaba la cabeza alta, soltando la cara, sin demasiada uniformidad, pero encontrando el punto a su embestida. Le dio tiempo y sitio para después volver, cruzándose, dándole el pecho en tandas cortas y muy medidas. El animal si se sentía podido, soltaba la cara. No se encontraban el punto y el novillo ya no tenía nada dentro. Alargó la faena, la cual culminó al segundo intento.

Plaza de toro de Las Ventas. Segunda de abono de la Feria de Otoño. Novillos de Fuente Ymbro para Manuel Diosleguarde, vuelta al ruedo y oreja; Isaac Fonseca, ovación y palmas; Manuel Perera, ovación y silencio tras aviso.

Foto: Plaza 1

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