Isaac Fonseca habla como torea, así lo ha demostrado en la entrevista que ha ofrecido a Guarismo del ocho. La verdad, el corazón y la fe nunca faltan en él, sabe lo que quiere y no deja que nada le aparte del camino trazado. A pesar de que confesara que siempre pasa miedo, miedo a los animales o a la responsabilidad, tiene un valor de acero, capaz de transmitir serenidad en momentos muy complicados. Fonseca tuvo que abandonar México, quería seguir creciendo como torero, para venir a España, donde se ha forjado un nombre a base de entrega y esfuerzo, ya que en cada tarde se gana la siguiente. El mexicano seguirá entregándose con determinación y fijeza tarde tras tarde, tal y como ha demostrado en cada novillada.