Cayetano Rivera sufrió un aparatoso percance en la plaza de toros de Guijuelo. El segundo de la tarde, un ejemplar de Carmen Lorenzo, lo prendió rompiéndole la costilla flotante, según explicaba la primera exploración médica a la que fue sometido el matador de toros.

El diestro indultó al primero de su lote, pero cuando lo conducía a chiqueros, este lo volteó feamente.  Cayetano volvió y le recetó una nueva tanda, esta vez al natural. Sin embargo, tuvo que abandonar el ruedo mareado y, tras un exploración en la enfermería, ser trasladado a Madrid. 

Tras someterse a un nuevo estudio radiológico se ha confirmado la fractura de las costillas séptima y octava. Afortunadamente, las fracturas han sido limpias y, por lo tanto, no afecta a otras zonas, aunque tendrá una recuperación larga y dolorosa.