El novillero de Llerena Jesús Díez “El Chorlo”, junto a su apoderado Tomás Campuzano, siguen metidos en el campo bravo con la intención de conocer los máximos encastes posibles, cada embestida de toda la cabaña brava. Todo ello, enriquece y le hace crecer como un torero de mucha variedad, pureza y profundidad para los momentos de la lidia.

Este martes estuvo en Partido de Resina, una ganadería emblemática por ser uno de los encastes puro desde sus orígenes.

El Chorlo con dos auténticas vacas con seriedad, nobleza, calidad y mucha profundidad en sus embestidas, las cuajó, conociendo las distancias perfectamente, templando toreando y recreándose en cada muletazo, duraban una eternidad por largos y templados.

El novillero se vació con las antiguas Pablo Romero hoy Partido de Resina, donde se percibe la incansable labor de sus dirigentes, José Luis Algora y el propietario Tico Morales.