Adrián Reinosa es un joven novillero manchego con una capacidad innata de entender el toreo de la forma más clásica y pura, y es que este valiente novillero ya no solo es que tenga un concepto con cierto pellizco, sino que también es capaz de pasarse a los novillos con mucha despaciosidad por delante de sus manoletinas. 2021 se presenta como un año crucial para este joven, y es que si las cosas salen como están planteadas el debut con picadores podría hacerse realidad en 2022.

Bueno, pues con mucha ilusión ya que mi participación en el Certamen Promesas de Nuestra Tierra del año pasado tuvo mucha repercusión y me ayudó para que la gente me conociera más. Gracias a Dios el 27 de junio tenemos una novillada en El Bonillo y creo y espero que este año suene más el teléfono que el año pasado.

Creo que es muy complicada ya que con todo esto de la pandemia lo hemos pasado bastante mal, sin subvenciones, una gran reducción de festejos… Pero yo creo que levantaremos cabeza porque la gente tiene muchas ganas de toros la verdad, tiraremos hacia adelante.

Las sensaciones que experimenté en Manzanares fueron únicas ya que es una de esas tardes que uno sueña cuando se inicia en esto. Mi primera novillada además, televisada por Castilla La Mancha Media y en una plaza como Manzanares pues… la verdad es que supuso un antes y un después para mí y las sensaciones fueron extraordinarias.

Sí, mataré el 27 de junio en El Bonillo la novillada de Fernando Peña del Certamen Promesas de Nuestra Tierra y hay algunas cosas que todavía no son seguras y que esperamos que salgan con el paso del tiempo, el teléfono suena algo más que el año pasado la verdad.

La verdad que en el campo me estoy encontrando muy bien después de haber estado un tiempo parado por causas personales. Me estoy encontrando mejor que nunca, estoy consiguiendo llevar mi toreo de salón a los animales, me noto con más firmeza y confianza que el año pasado.

No sabría decírtelo, pero sí que es verdad que esas horas previas al festejo cuando la cuadrilla se va al sorteo y sobre todo después de comer… son momentos de mucha incertidumbre.

Torear siendo retransmitido por la televisión fue algo que me presionó, porque claro era mi primera novillada sin picadores que mataba y tenía esa presión de que me veía mucha gente por la televisión. Era algo que yo pensaba en el hotel y los días previos, pero en cuanto salió el primer novillo se me olvidó enseguida.

Yo creo que hace falta que se den más novilladas con y sin caballos para la cantera del toreo que somos nosotros. Eso es fundamental, si no hay cantera esto va a la ruina, sin toreros nuevos… los de arriba no durarán para siempre. Siempre hace falta que los jóvenes vengan arreando.

Sí, como a todo el mundo, en cierto punto al final esto es una profesión en la que dependes mucho del triunfo, pero siempre tiene que existir el fracaso, sin él no progresarías, algunas veces hace falta tocar fondo para coger impulso y subir más fuerte. El fracaso forma parte del triunfo al fin y al cabo.

Adrián Reinosa es un chaval de 17 años muy ambicioso que intenta ser siempre el mejor en todo y cuando no lo consigue se enfada, soy bastante cabezón. Soy muy transparente, cercano y en el ámbito personal soy muy activo, me gusta mucho el deporte. Dentro de la plaza, me considero un torero clásico. También te digo que dentro de la plaza Adrián Reinosa es uno y fuera de la plaza es otro. El de la plaza es un torbellino y el de fuera es muy tranquilo que vive de manera muy sencilla la verdad.