Palazón y El Chorlo disfrutaron de un tentadero interesante en la ganadería extremeña de Juan Albarrán, con un lote de vacas. Estas permitieron a sendos espadas ponerse a punto para sus próximos compromisos.  

El torero alicantino estuvo templado y muy torero en su labor campera. El novillero extremeño con muchas entrega, temple, oficio y gran dimensión, conociendo los  terrenos que pedían los animales, que por su edad y volumen necesitaban. El Chorlo sigue preparándose para compromisos como el de Llerena o Beaucaire en Francia.